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— Oh, despertaste.— Se escuchó una voz femenina viniendo de la puerta de la habitación. ¿Quién era ella? Jimin se tomó unos segundos para examinar a aquella mujer que llevaba una sonrisa en el rostro. Era mayor, pero no se parecía en nada a Jungkook como para ser su familiar, estaba vestida con pantalón de vestir holgado color café, un suéter color blanco y un mandil de cocina con pequeños detalles rosados a los costados. Llevaba una fuente en sus manos con un vaso con jugo de naranja, un pequeño plato con frutas y un plato con pan tostado.— Perdón por no presentarme.— habló amablemente mientras dejaba la bandeja en la cama y se sentaba en frente de él.— Soy la nana de Jungkook. No es necesario que sepas mi nombre, solo dime nana.— sonrió y Jimin aún confundido le sonrió de vuelta para después mirar a sus manos algo apenado.

— Emm... ¿Qué... qué me pasó?— preguntó el rubio.

— Te desmayaste, querido. Kookie te trajo hasta aquí en sus brazos y me pidió ayuda.— respondió. Jimin miró sorprendida a la mujer al enterarse lo que hizo Jungkook por él, pero aún no entendía por qué se había desmayado y la mujer se dio cuenta de su expresión.— Al parecer, has sentido mucho estrés últimamente y aumentando el que no habías tomado desayuno... Hizo que colapsaras.— sonrió haciendo que Jimin se ría por lo bajo y se sonrojara.— Anda, toma esta pastilla, es para el dolor de cabeza.— explicó sacando una tableta de pastillas del bolsillo de su mandil y Jimin la tomó agradeciendo.

— ¿Usted es enfermera?— preguntó inocente, sonriendo por la manera en la que estaba siendo atendido. La mujer soltó una pequeña risa y se paró de la cama dirigiéndose a la puerta.

— No, querido.— sonrió mirándolo.— Soy vieja.— respondió guiñándole el ojo. Jimin se rió y agradeció de vuelta.— Al fin saliste.— dijo sarcásticamente hacia Jungkook que entraba a la habitación secando su cabello con una pequeña toalla. Este solo le dedicó una sonrisa mientras rodaba los ojos y luego miró hacía Jimin dándose cuenta que al fin había despertado. La mujer se dio cuenta de la situación y decidió despedirse.— Los dejaré solos. Kookie, que Jimin coma todo o me enojaré ¿Entendido?— advirtió la mujer con el dedo.

— Está bien, no te preocupes.— respondió el castaño y luego cerró la puerta al ver que su nana se iba. Giró a ver al rubio que observaba hacia la puerta y luego lo miraba.— Ya escuchaste, come todo.— indicó levantando los hombros y luego se acercó a su escritorio para dejar la pequeña toalla en el respaldar de su silla, soltando un pequeño suspiro.— Espero que no te moleste el que te haya traído aquí...— Dijo acercándose a la cama en donde estaba Jimin, sentándose al frente de él y desviando su mirada.— Te desmayaste a una cuadra cerca de mi casa y bueno... Digamos que entré en pánico y el único lugar al que se me ocurrió traerte fue aquí... No pesas casi nada entonces no se me fue díficil...— sonrió por lo bajo, y luego se atrevió a mirar al rubio. Este estaba con la cabeza gacha jugando con sus manos.

— G-gracias...— musitó mirando a Jungkook con algo de vergüenza y este solo le sonrió.

— No hay nada qué agradecer... En parte me siento culpable por todo lo que pasó...— insinuó.— ¿Cómo te sientes?— preguntó cambiando de tema y tocando la frente y mejillas de Jimin con su mano para verificar su temperatura.

— Mejor creo... Muy confundido, la verdad... Nunca me había desmayado.— rió por lo bajo y Jungkook hizo lo mismo.

— Yo tampoco, la verdad. Pero Seokjin dijo una vez que era como tener resaca... Entonces tengo una idea de cómo es.— se rió y Jimin sonrió.— Ahora come y después te llevo al orfanato.— indicó con una sonrisa y luego se levantó de la cama.

— No...— susurró tomando la mano del castaño y este volvió a sentarse confundido.— Mmm... ¿Puedo quedarme un poco más?— preguntó.

— No tengo ningún problema con eso, pero los chicos están preocupados por ti. Primero sales corriendo del-

— Lo sé.— interrumpió soltando un suspiro.— lo último que hago últimamente es preocuparlos con mis tontos asuntos.— soltó decepcionado de sí mismo.

— Si te preocupan y te molestan, entonces esos asuntos no son tontos, Jimin.

— Sí lo son.— afirmó soltando la mano de Jungkook y cruzándose de brazos.— Es más, ni siquiera deberían importarme.— dijo desviando su mirada.—... Ni siquiera sé por qué me afectan tanto.

— Es porque estás corriendo de todo lo que te intriga.— Respondió y Jimin solo negó con la cabeza.

— Me están sofocando, Jungkook.—Confesó sintiendo sus ojos picar ¿Iba a desahogarse con Jungkook después de lo que pasó? No lo sabía, solo necesitaba ser escuchado por alguien, y en ese momento sentía que ese alguien podría ser Jungkook.— No es fácil ¿Sabes?— preguntó.

— ¿A qué te refieres?

— Todo esto... No es fácil de procesar.— río sarcásticamente pero sin gracia— Primero me dejan en el orfanato, me obligan a aprender a vivir solo sin el calor de una familia y después, luego de dieciseis largos años... ¿Envían regalos y cartas?...¿Te parece justo?— preguntó y Jungkook solo negó con la cabeza.

— No lo es... Pero todo tiene una explicación, Jimin. Dudo que si en verdad no te quisieran te mandarían todos esos regalos y cartas... Tal vez... No lo sé, no tenían el dinero suficiente para criarte o-

— Mejor no me hubieran tenido ¿No crees? Se hubieran cuidado y todo eso...— Interrumpió el rubio.

— Muchas veces los métodos pueden fallar... Pero ese no es el punto. Escucha.— pidió el castaño tomando a Jimin delicadamente del mentón para que lo mirase.— Está bien, te molesta que te manden todos esos regalos, te hacen sentir incómodo. Y eso está bien, es algo nuevo para ti, pero... ¿Qué tal si mandas una respuesta?— preguntó y notó un poco de confusión en la mirada del contrario.— O sea, que les envíes una carta expresando todo lo que sientes... O que si tienen algo que decirte, mejor que te lo digan en la cara.

— No... No lo sé...

— Bonito, si no lo intentas vas a seguir sintiéndote mal... El punto es que no huyas de todo esto, porque tarde o temprano vas a tener que enfrentarlos ¿No lo crees?— preguntó nuevamente. Jimin, por su parte agachó su cabeza y fue llevando poco a poco sus manos a su rostro para ocultarlo. Jungkook escuchó pequeños sollozos ahogados provinientes del rubio. Nunca pensó ver a Jimin, un chico que la mayoría del tiempo andaba serio tratando de comportarse como el mayor de sus amigos, en ese estado, tan indefenso y perdido, como un cachorro o gatito abandonado en la calle. Pero eso era justo como Jimin se sentía la mayoría del tiempo, indefenso, perdido y abandonado, un chico que solo trataba de sobrellevar su vida solo, ya que aprendió todo solo, pero que frente a los demás trataba de ser otra persona para evitar burlas. Jungkook se acercó temerosamente hacia el rubio y lo atrajo hacia él para abrazarlo. Jimin no tardó en corresponderle y ocultando su rostro en la curva del cuello de Jungkook, sollozando aún más fuerte, dejando salir todo aquello que estuvo guardando por muchos años.— Déjame ayudarte, Jimin... Por favor...— pidió Jeon.

— Tengo miedo, Jungkook...— respondió Jimin casi inaudible.

— Lo sé...

— No me dejes solo, por favor.— pidió Jimin abrazándolo más fuerte y Jungkook hizo lo mismo.

— No lo haré, bonito. Lo prometo.

When You Love Someone(BTS & SKZ, Kookmin Au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora