— ¿Qué hacen aquí, niños?— Preguntó la anciana con voz somnolienta sentándose un poco en la camilla.— ¿No deberían estar en la escuela?
– Tranquila, no es necesario que se levante.— Mencionó Chan hacia la mayor.
— Buenos días, señora Cha.— Saludó Yoongi y ambos chicos hicieron una pequeña reverencia a la mayor.— Nuestras clases empiezan dentro de un rato aún, es por eso que decidimos visitarla...— La mayor sonrió por el lindo gesto de los menores.— No fue muy díficil encontrar la clínica.— sonrió.
— Agradezco el lindo gesto, pequeños. Tomen asiento.— Indicó, y los menores no dudaron en hacerlo. El pelinegro tomó asiento y sostuvo con cuidado la mano de la anciana que tenía una pequeña vía en el dorso de esta.
— Disculpe si somos entrometidos, señora, pero usted ha sido tan buena con nosotros que en serio nos preocupó el que esté aquí.
— No hay problema, Chan.— Contestó.— Me alegra que estén aquí. Ustedes son como los hijos que nunca tuve.— Los dos muchachos se avergonzaron un poco por lo que dijo la mayor y agacharon la cabeza con una pequeña sonrisa.— En serio, hemos pasado tan lindos momentos en la tienda, que los aprecio demasiado.
— Nosotros igual, señora Cha.– Confirmó el pelinegro.— Señora... ¿Qué es lo que tiene? ¿Es muy grave?— preguntó preocupado y la anciana asintió con pena, sorprendiendo a los menores.
— No quiero que tengan falsas esperanzas, mis niños. Ustedes están grandes, por ende, puedo ser sincera con los dos.— Afirmó con su voz algo débil y Chan también colocó su mano en la anciana, para que así, los dos le puedan dar apoyo.— Según los médicos, mi cáncer ha avanzado bastante y las quimioterapias ya no están ayudando por lo mismo. Así que...
— Solo queda... ¿Esperar?— preguntó Yoongi con lágrimas a punto de salir.
— Así es, mi niño.—Ambos chicos se miraron mutuamente con lágrimas en los ojos completamente desconcertados. ¿Como era posible que esto le pasara a alguien tan buena como la señora Cha? Era algo que no sabían cómo explicar y les frustraba el no poder hacerlo.— No lloren, pequeños.— dijo mientras quitaba una lágrima de la mejilla de Yoongi con su mano.— Lamentablemente, así es la vida...
— No es justo...— Susurró el pelinegro.
— Lo sé, Yoongi... Pero tengan por seguro que siempre estarán en mi corazón y que la vida los recompensará por sus buenos actos. Ténganlo por seguro.— afirmó con una sonrisa. Chan asintió con tristeza y colocó una mano en la espalda del pelinegro para darle apoyo.
— Prometemos venir a visitarla.— Confirmó Chan y Yoongi asintió con una sonrisa algo apenada.
— Le traeremos los snacks que más le gustan. Nos reiremos y la pasaremos bien.— Afirmó Yoongi y Chan asintió.
— Sí, y no se preocupe por la tienda. Nosotros cuidaremos bien de ella.— Dijo Chan
— No habrán deudas, alimentos en mal estado o clientes decepcionados del mal trato. Nosotros nos haremos cargo de todo.— Afirmó Yoongi y la anciana mostró una sonrisa y empezó a reír cómo podía. Estaba agradecida de que la vida le diera a tan buenos chicos.
— Confío en ustedes, pequeños.
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Jimin caminaba solo por los pasillos de la escuela hacia su casillero. Estos días se sentían un poco intensos con respecto a la cantidad de actividades que le esperaban a todos: Los campeonatos. Por lo tanto, veías a varios alumnos colgando pequeños afiches anunciando las fechas de sus competencias para que más alumnos sepan y puedan apoyarlos esos días, y otros hablando de lo preocupados que estaban por estos mismos.
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When You Love Someone(BTS & SKZ, Kookmin Au)
Fanfiction-Fue un día difícil ¿No es así?- Preguntó, sabiendo que su realidad era completamente distinta a la suya y sabiendo que no era capaz de calmar su dolor. No puede desaparecer heridas, pero ¿Podría intentar curarlas?