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— Maldita sea.— Susurró Jimin y soltó un suspiro irritado. El rubio se encontraba estresado buscando en la habitación los presentes que su familia le había dado, en especial las cartas. Quería ver las postales para ver de dónde eran enviadas y así tener una idea de dónde podrían estar sus padres, pero nada. Se arrepentía de haber botado las cajas y cartas en donde prácticamente tenía toda la información. Jimin abría los cajones, los armarios, revisaba por debajo de las camas, cuadernos, escritorio, todo, pero no encontraba nada. La puerta se abrió, dejando ver a la señora Soo junto con Hoseok.— Oh señora Soo, necesito su ayuda.— pidió Jimin acercándose a la anciana y esta le prestó atención.— Usted siempre me da las cajas que me envían por correo, de casualidad...¿Sabe la dirección de donde lo envían?— preguntó y la anciana se quedó pensando unos segundos.

— Lo siento, cariño. Yo solo las entrego, pero... ¿Por qué quieres saberlo?

— Solo tenía curiosidad de saber de dónde las mandaban. No se preocupe señora Soo, muchas gracias.— Respondió Jimin sin esperanzas.

— No hay de qué, hijo.— Dijo la mujer algo apenada por no poder ayudar, tomó lo que buscaba y luego salió de la gran habitación. Jimin agachó la cabeza y se acercó a su cama dejándose caer mientras soltaba un suspiro. En menos de dos minutos, sintió la cama hundirse y alguien echándose a su costado pero boca abajo.

— Pensé que no te importaban las cartas ni los regalos, Mini.— Habló Hoseok mientras abría un caramelo y se lo metía a la boca.— ¿Qué te hizo cambiar de opinión?— preguntó, pero Jimin solo soltó un suspiro.— O... Mejor dicho...¿Quién?— Preguntó nuevamente alzando las cejas mientras lo miraba.

— Oh vamos, tú sabes quién fue...— Mencionó mientras cambiaba de posición y apoyaba los codos en el colchón.— Aquel día en donde me desmayé ¿Lo recuerdas?

— Claro que sí, estábamos preocupados por eso.

— Lo sé. Ese día hablé con Jungkook y prácticamente me hizo cambiar de opinión... Así que ahora buscaré a mis padres y les pediré una explicación sobre todo...¿Qué opinas?— Preguntó.

— Haces bien Mini, digo... Si ellos te están enviando todo esto es porque en verdad quieren tenerte de vuelta. No pierdes nada intentándolo y si algo sale mal, sabes que estamos nosotros para apoyarte.— Mencionó colocando su mano sobre el hombro de su amigo, sonriéndole.— Entonces... Buscabas las cartas porque...

— Porque tal vez teniendo la postal pueda tener una idea de su lugar de origen, pero las tiré, quemé y rompí todas. Ash.— Se quejó dejando caer su cabeza al colchón.— Soy un idiota ¿Verdad?— habló aún con el rostro oculto.

— Sip.— Contestó Hoseok dando palmadas en la espalda de su amigo.

— Gracias ah.— Bufó sarcástico haciendo a Hoseok reirse.

— No es para tanto Mini. Solo hay que esperar a la próxima carta... O caja.— Indicó el castaño, pero Jimin aún se quejaba, lo que menos quería hacer era esperar. Hoseok sacó su celular ya que lo sintió sonar y observó lo que decía.— Demonios...— se quejó.

— ¿Qué sucede?— preguntó Jimin levantando la cabeza y viendo a su amigo quejarse.

— Necesito tu ayuda.

— Sí claro, dime.— dijo sin pensarlo dos veces.

— Mañana me acompañarás a la casa de Taehyung para estudiar.

— ¡¿Qué?! No.— Contestó rápidamente.

— Dijiste que me ayudarías.— apuntó a su amigo con el dedo.

— Porque pensé que era otra cosa, no para ir a la casa de Taehyung— se quejó.

— Ay por favor, Jimin.— Rogó el castaño juntando sus manos y haciendo puchero.— No quiero estar solo en esa casa con él, me hará estudiar mucho y no tendré descanso.

When You Love Someone(BTS & SKZ, Kookmin Au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora