-Fue un día difícil ¿No es así?- Preguntó, sabiendo que su realidad era completamente distinta a la suya y sabiendo que no era capaz de calmar su dolor. No puede desaparecer heridas, pero ¿Podría intentar curarlas?
— Hobi, creo que mejor no vas a la escuela hoy...no te ves bien, hermano.— Sugirió Jimin a su amigo al ver que este tenía la naríz roja y los ojos llorosos mientras tomaba desayuno con los demás chicos.
— No, no. Estoy bien, Mini. Le pedí a la señora Soo que me diera algo para el resfriado y creo que me sentiré mejor con eso... Mejor voy, porque si la señora Kang me ve aquí, fácil me manda a un cuarto a parte y me pone en cuarentena con tal de que no los contagie. Además, estamos próximos a los exámenes de mitad de año, necesito estar atento a las clases.
— Es cierto, necesitamos buenas calificaciones para que no perdamos la beca.— mencionó Yoongi.— Aún no entiendo cómo es que el caño se rompió... ¿No te diste cuenta cuando eso pasó, Hobi?— preguntó preocupado. El día de ayer, Hoseok les había contado una historia distinta de lo que en verdad había pasado. No quería que sus amigos se preocuparan y menos que vayan a enfrentar a Taehyung y su grupo. El castaño solo negó con la cabeza y la agachó para poder seguir comiendo y evitar el tema.— Te daré mi casaca para que no tengas tanto frío, es mejor que estés super abrigado hoy.
— Debes tener cuidado, Hobi. Me sorprende que el jefe no te haya apoyado en lo que te pasó...se supone que lo que pase contigo es también su responsabilidad.— mencionó Chan con el ceño fruncido.
— El no sabía de lo que pasó, se encontraba en su oficina y con mis hyungs tratamos de que no se diera cuenta de mi ausencia. Es algo que le puede pasar a cualquiera. Lamentablemente fue a mí esta vez, pero ya no se preocupen por eso chicos. Mejor coman, estamos tarde para la escuela.— Dijo Hoseok tratando de calmar a sus amigos. Todos asintieron y empezaron a comer.
— Jimin hyung. Cancelaron mis clases de tenis hoy, podemos aprovechar y salir a vender ¿Verdad?— preguntó Jeongin con una sonrisa mientras se llevaba un pedazo de su pan con mantequilla a la boca.
— Claro que sí, Jeonginie.— respondió el rubio con la misma sonrisa.
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— ¡Nam! — llamó Taehyung a su amigo que caminaba por los pasillos.
—¿Qué sucede?— Namjoon paró su andar para que su amigo lo alcanzara.
— ¿Crees que hoy les digan algo a esos chicos del orfanato?
— No lo sé. Ojalá que sí...o sino seguiré molestándolo.— Dijo Namjoon y continuó caminando por los pasillos junto con su amigo.— Él tiene que decir la verdad... ¿Sabes a qué hora llego ayer a la casa?
— No...
— A media noche, Tae. Mi madre ya estaba dormida y yo lo estaba esperando en la cocina... Cuando me vio y le pregunté dónde estaba ¿Sabes lo que me dijo?
— No, Nam. No lo sé, deja de preguntarme esas cosas y dime.— Se quejó su amigo con una sonrisa, logrando que el más alto riera por lo bajo, pero no duró por mucho, porque el dolor y fastidio que sentía a causa de su padre era más intenso.
— Que se quedó en la escuela revisando cosas... Es imposible que haga eso, porque hoy le pregunté al señor que cuida la escuela si es que vio a mi padre o su auto ayer en la noche, y me dijo que no, que salió a las cinco de la tarde de aquí. Encima se atreve a mentirme...— Namjoon abrió la puerta del salón de clase y se encaminó junto con su amigo a sus asientos de siempre. No habían muchos alumnos y como todas las mañanas aprovecharon y les guardaron sitio detrás de ellos a Seokjin y Jungkook.
— Tu madre merece saber la verdad amigo...espero que se lo diga ahora...— Taehyung colocó una mano en el hombro de su amigo y lo acercó a él, para darle apoyo.
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