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–No puedo creerlo. Pensé que saliendo de esa escuela nos libraríamos de gente idiota. Ahora resulta que tenemos que lidiar con esos pendejos.– Dijo Yoongi mientras caminaba en círculos por todo el dormitorio.

– Yo no entiendo. Jeongin ¿En dónde quedó la dignidad? ¿Por qué recogiste la polera?– preguntó Seungmin.

– Cuando se mueran de frío y no tengan qué más ponerse me lo agradecerán. Después de todo, ya no le pertenece, él la donó. Si no lo usa Jimin, la usaré yo...es muy bonita.– respondió Jeongin mientras acariciaba la polera blanca en sus manos.

– Está bien Innie, puedes quedártela. No quiero nada que venga de esos idiotas...pero no la uses en la escuela. No quiero que te molesten por eso.– Advirtió Jimin y el menor asintió.– ¿Dónde está Hobi?– preguntó.

– Dijo que quería ir a vender brazaletes en la plaza, para despejarse del mal día.– respondió Yoongi.

– Deberíamos hacer lo mismo... Cuéntennos chicos ¿Cómo les fue a ustedes?– preguntó el rubio sentándose en la cama de Jeongin.

– Muy bien a decir verdad. Los chicos nos trataron bien y Beomgyu fue muy carismático con nosotros.– respondió Jeongin.

– Nos dijeron que habían clubes a los que nos podíamos meter si queríamos. Claro que tienes que pasar por ciertas pruebas, pero no creo que sea tan difícil.– dijo Seungmin con entusiasmo.

– ¿Ya sabes a qué grupo ingresar?– preguntó Yoongi.

– Tal vez el de ajedrez...– respondió Seungmin.

– Tal vez entre al de tenis de mesa...nunca he jugado eso, pero no creo que sea tan difícil.– Dijo Jeongin entre risas.– ¿Ustedes no van a ingresar a alguno?

– Sí. Felix es parte del grupo de contemporáneo y me dijo que podía hacer una audición para entrar... Y en el caso de Yoongi...quiere entrar al equipo de basquetbol.–dijo Jimin con tono de burla, contagiando a los dos menores.

– Sí, voy a entrar al equipo. No se burlen, los pequeños jugamos mejor que los altos, eso todo el mundo lo sabe.– Dijo Yoongi con seriedad pero sus amigos siguieron riéndose, cosa que lo hartó y lanzó una almohada hacia donde estaban ellos.– Basta, no se burlen.– dijo entre risas.

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– Muchas gracias por su compra, espero le guste el regalo a su amiga.– dijo Hoseok con gentileza hacia un comprador y este le agradeció de vuelta. Ya era tarde y decidió recoger todas sus cosas y guardarlas en su maleta para por fin poder regresar al orfanato. Estaba algo desanimado por cómo había empezado su semana, niños mimados molestando a sus amigos y uno de ellos rompiéndole el celular. No podía creer lo perversas que podían llegar a ser las personas. Antes de salir de la plaza, decidió entrar a una pequeña galería en busca de un viejo amigo.

– No puede ser ¿Acaso es Hobs?– Preguntó con entusiasmo un chico castaño detrás de su puesto, haciendo que Hoseok sonría.– ¿Cómo estás, bro? Escuché que ya no irán a nuestra escuela. Los vamos a extrañar.

– Sí, perdón por no avisar, pero nosotros también nos enteramos a último minuto. Igualmente...Saben que podemos salir de vez en cuando, ¿No?– preguntó y el castaño asintió con una sonrisa.– ¿Cómo va la tienda, Jackson? ¿Cómo está tu papá?

– Está bien, gracias por preguntar y con respecto a la tienda... Cada vez vienen más personas a comprar fundas de teléfono o cosas para su celular.

– Me alegro mucho...de hecho, vine aquí porque necesitaba tu ayuda.–El castaño sacó su celular del bolsillo y se lo mostró a su amigo, que al ver lo rota que tenía la pantalla no pudo evitar abrir los ojos en par en par.– Por favor Jack, dime que tiene arreglo...

When You Love Someone(BTS & SKZ, Kookmin Au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora