(1 ) Mi historia

222 7 3
                                    

Busqué en mi placard mi blusa preferida blanca, me cepillé los dientes y subí al auto donde me esperaban mis padres.

-Jule, el cinturón- Me recordó mi madre amablemente, mientras que mi padre me dedicaba una cálida sonrisa.

Pero todo ocurrió demasiado rápido. Un camión a una terrible velocidad se dirigía hacia nosotros, y jamás olvidaré el pánico en la mirada de mis padres.

-¡Nooo!- Grité entre lágrimas.

-Mi cielo, ¿Estás bien?- Preguntó una dulce voz desde la puerta de mi habitación. En ella se asomaba Ana, Vivo con ella desde aquel episodio.

Mi tía es una mujer alta, esbelta, de cabello rojizo y ondulado le llega hasta la cintura. Irradia simpatía y carisma, siempre admiré su paciencia, ya que es maestra jardinera hace cuatro años.

-Sí tia, fué otra pesadilla- Le informé tratando de recobrar el aire.

-¡Mi pobre chiquita! -Chilló besándome la frente, acto seguido se fué, dejandome sola en mi habitación.

Ella sabíaa que me gustaba estar sola cada vez que esto me pasaba. Sí, soñaba con ellos casi siempre.

Me levanté de la cama sin ganas, miré por la ventana y... ahí estaba la casa en la cual me crié hasta los ocho años, miles de recuerdos se proyectaron en mi cabeza. Sin darme cuenta, una lágrima cayó por mi mejilla y la sequé rápidamente ¡Odiaba sentirme débil!

Me bañé relajando cada músculo de mi cuerpo, me cambié y bajé a desayunar.

-Mi vida, ahí te dejé el desayuno preparado -Canturreó mi tía apurada y se marchó.

Comí una tostada, tomé el té, agarré mi bolso y esperé a Daniel, lo conozco desde los dos años .Sus padres fueron muy amigos de los mios desde que iban al secundario, por lo que crecimos juntos. Es un chico realmente apuesto, de cabello negro, alto, de ojos celestes y cabe destacar que con muy buen físico ya que ama jugar al fútbol. Todavía no entiendo como soporta mis cambios de humor.

Me sumergí en mis pensamientos, hasta que el sonido del timbre me bajó de ellos y salí corriendo al encuentro con mi mejor amigo.

-¡Daniel!- Saludé feliz.

-Hola Jule - Contestó, dándome un beso en la mejilla.

Caminamos hacia el colegio mientras hablábamos de su equipo, de la novela que miraba su abuela y muchas cosas más. Él vive hace un largo tiempo con su abuela, ya que sus padres viajaban mucho por temas laborales.

Al llegar, tuvimos clase de matemáticas, materia que sinceramente no va conmigo. La hora se me hizo eterna hasta que por fin sonó el glorioso timbre del recreo.

-¿Te gustaría ir a verme a un partido el Sábado?- Preguntó buscando dinero en su mochila para comer algo en la cafetería.

-Oh, emm, hablo con...- No pude terminar de hablar ya que la señorita "Miss Universo" se le colgó, tomándolo con sus largos brazos.

¿Acaso no le enseñaron a no interrumpir conversaciones?

-Hola Jenny - Dijo con timidez.

-¡Hola bonito mio!- contestó.
Un momento...¡¡¡La muy maldita lo esta besando!!!
¡Maldita lame perros!
¿Es en serio?. ¿No se me pudo ocurrir un insulto mejor?

La verdad es que mi subconsciente no ayudaba mucho.

Oh si, lo admito, me gusta Daniel y Mucho.

AtrápameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora