(15) incomodidad.

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No sé que hora era,ni tenía intenciones de levantarme sólo sé ,que un embriagador y delicioso perfume de hombre , invadía mis fosas nasales. Traté de estirarme, pero sentí una presión en mi cadera, abrí los ojos alarmada , miré a mi lado y vi... ¡A Adam! Durmiendo en boxer, en cuero y abrazándome, leves imágenes vinieron recordándome lo de anoche. La cabeza me dolía horrores de la resaca. Escuché un impacto en la ventana , saqué su brazo con cuidado de no despertarlo y abrí la ventana, algo cayó dentro, vi que era una piedrita asomé la cabeza y visualicé a Daniel. Le indiqué con la mano que me espere y bajé a su encuentro.
-Buen dia princesa, traje ...- No terminó la frase que abrió los ojos como platos mirando detrás mio.
Que no sea lo que estoy pensando.
Giré la cabeza siguiendo su mirada y ¡Si señores Adam se encontraba detrás mio , despeinado, semi
desnudo y con una sonrisa pícara!.
-¿ Qué hace este acá? Y desnudo? - escupió Daniel furioso .
-Decime que no tuviste sexo con este tarado , porque lo castro- . Al parecer mi querido amigo quería hacerme un desayuno sorpresa.
Abrí y cerré la boca , pero las palabras no salían al no saber que responder.
-¡Juliet me dejaste agotado anoche!- Dijo Adam dándome una ¿nalgada?.
-Quita tus sucias manos de mi amiga- ordenó Dani apuntándolo con el dedo.
-No...no es lo que pensás - logré decir.
-Vos y yo tenemos una charla pendiente- Dijo luego de un suspiro. Pude notar decepción en su mirada, sin dejarme responder dió la vuelta y se fué.
- ¿ Qué carajo se te pasa por la cabeza?- pregunté furiosa cerrando de un portazo.
- Ese idiota sigue enamorado de vos- Dijo mirándome con sus ojos marrones, ya me estaba acostumbrando el cambio de color y sin saber porque se producía.
-¡ Eso no te incumbe!- contesté fuera de mis casillas.
- ¡No se ni porque te besé! Ni siquiera me gustás- Gritó.
No se porque pero al escuchar eso sentí un dolor insoportable en el pecho y sin decir más se fue, me dejó ahí, parada con mi dolor...
Miré la hora y eran las 9 de la mañana por lo que a duras penas volví a la cama y me dejé llevar por el sueño.

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