(3) Adam

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-Jule, ¿Estás bien? ¡Respirá por favor y calmate!- aquella voz me sonaba familiar, empecé a tomar aire, abrí los ojos y era Adam.

Asentí.

-¿Pero qué?...¿Cómo me encontraste?-

-Eso no importa- Lo noté dolorido, y en un pestañeo fugaz, cayó al suelo retorciéndose del dolor.

-¡Adam!- grité arrodillándome y tomándolo en mis brazos.

-Solo...Solo pensá en algo lindo que hayas vivido. No preguntes por qué- Agregó antes de que pudiera hablar.

Tomé su mano, y pensé en el día de mi cumpleaños, junto a mis padres.

Al correr los minutos, ya me estaba mirando con tranquilidad.

¿Qué carajos estaba pasando?

-¿Me podés explicar que fué lo que pasó?- Pregunté una vez que se incorporó.

-Te prometo que más adelante te lo voy a explicar- Pasó su brazo por mis hombros colocándome su campera y me acompañó a casa.

-Mañana me gustaría que vengas conmigo a Todessi -Me dijo mirándome fijamente con sus ojazos verdes.
Un momento...cuando lo conocí, tenia ojos grises. Algo raro estaba pasando o yo me estaba volviendo completamente LOCA.

Me distraje al escuchar gritos desde la calle.

-Adiós chicas ¡Nos vemos luego! - saludaba Ana bajando del taxi.

Todas le devolvieron el saludo con un coro lo que hizo que Adam y yo soltemos una risita.

-Hola soy Ana, la tía de Juliet, ¿Qué tul?- dijo dándole la mano.

¿Es en serio? ¿Qué tul? Oh no ya sabía como venía la cosa, nunca había traído un chico a casa, por lo que se iba a comportar completamente rara.
-Un gusto, soy Adam -contestó él con una encantadora sonrisa.

-Bueno, mañana te espero y vamos a Todessi - Traté de evitar que mi tía siga hablando, él me dedicó una sonrisa al notar mi incomodidad.

-Descansá y cuidate nos vemos mañana- Contestó guiñándome un ojo y pasando su mano por su cabello.

-Tenés mi número, cualquier cosa llamame- agregó.

-¿Tu número?, ¿ Cuándo lo anoté?- No contestó y soltó una risotada.

-Oh vamos, no sean amargos, miremos una película- Nos dijo mi tía. Había olvidado su presencia al estar tan encandilada por la sonrisa de Adam.

-Hoy tengo que volver a casa, pero mañana si me invitan, vengo con gusto -

-Claro que sí muchacho, estás invitado- contestó contenta.

Mierda.

-¡Adiós chicas!- Me sonrojé cuando besó mi mejilla y le devolví su campera.
-Es realmente guapo- me dijo mi tía dándome un suave codazo. Lo que hizo que me sonrojara aún más.
Tenía muchas preguntas para hacerle a Adam... El cambio de color en sus ojos, cuando me pidió que pensara en algo bueno, su número anotado en mi celular y muchas cosas más.
Algo me decía que este chico tenía un gran secreto .

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