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0 horas antes...

-GRECO, AQUÍ CONWAY, ¿ME RECIBE? ENVÍE SU 10-20 -repetía Conway sin parar- AGENTE GRECO, AQUÍ CONWAY, ¿ME RECIBE? ENVÍA TU PUT0 10-20 H0STIA.

-Ya han activado la alerta roja, toda la malla está reunida, no hay nadie por las calles -informó Volkov irrumpiendo en el despacho de Conway, donde también estaban Dan y Fred, en el ordenador tecleando algo.

-GRECO, AQUÍ CON... -Fred interrumpió.

-J0DER, CONWAY, ¿NO SE DA CUENTA QUE NO LE RECIBE? ¡J0DER, LA MAFIA LO TIENE, LO TIENE, H0STIA, ¿NO LO ENTIENDES?! -gritó girándose para mirar al superintendente a la cara. A Conway le sorprendió ver a Fred con los ojos hinchados.

(...)

-¿El plan es segilr ocultando que eles gay? -dijo Xiaomi.

-No es ocultar, simplemente es no decirlo. ¿Acaso los hetero le dicen a la gente que lo son? -le respondió Nadando.

-No, pelo no veo nada de malo en deciles a ellos que estamos saliendo -dijo Xiaomi, mirando por la ventana del conductor.

-Yun, no te enfades. Es solo hasta cuando las cosas estén más calmadas... Cuando lo estén te juro que se lo decimos -dijo Nadando acercándose a Xiaomi.

-¿Te avelgüenzas de salil conmigo, Almando? -preguntó entonces Xiaomi, girándose a Nadando y con la voz rota.

-¿Qué? -preguntó Nadando.

-Que si te avelgüenzas de salil conmigo -repitió Xiaomi.

-Por supuesto que no -dijo Nadando- ¿Porqué piensas eso de mi?

Xiaomi mantuvo silencio y giró la cabeza hacia otra parte. Nadando entonces se acercó a él y le giró la cabeza para que le mirase a los ojos.

-Yun, me considero la persona más afortunada del mundo saliendo contigo, no sé ni cómo puedo gustarte, pero tú a mi me gustas mucho, y no podría avergonzarme por estar saliendo contigo, de hecho espero que esta movida se acabe cuanto antes y poder ir a una discoteca contigo, únicamente para poder decirles a todos que eres mi chico -dijo Nadando, y después suspiró.

Xiaomi se levantó la máscara y Nadando hizo igual, dejando ver los rostros de Yun y Armando. Ambos se acercaron y se besaron.

-Qué incómodo haber dicho eso cuando tenemos a un policía secuestrado en la parte de atrás -dijo Nadando, y Xiaomi empezó a reír.

-"Ya está todo listo, venid a la ubicación y llamad a los nuevos" -dijo Diablo por radio.

-Lecibido, vamos pala allá. No olvidéis vuestlas posiciones -dijo Xiaomi.

El chino condujo hasta el sitio acordado, donde bajaron del vehículo, sacaron al policía inconsciente y lo dejaron en el suelo.

(...)

-Fred, ¿porqué no sales un rato a tomar el aire? -sugiere Dan.

Nadie dice nada, nadie mueve un pelo. Dan mira a Volkov y después a Conway, para después hacer un gesto con la cabeza, como diciéndoles "¿No vais a hacer nada?"

-Ven, Fred. Acompañame -pide Conway. Fred se separa del ordenador y va hacia el superintendente, desganado- Vamos a comprar café en la máquina y salimos a las escaleras a que tomes el aire.

No era una pregunta. Conway tenía especial cariño a Fred y a Dan, nunca dejaría que les pasase nada a esos agentes. De hecho, daría su vida por ellos.

Tal y como había dicho Conway, pagó dos cafés latte y salieron a las escaleras de comisaría, donde se encontraban varios agentes vigilando, y la calle estaba desierta.

Normal, estamos en alerta roja -pensó Fred.

-¿Y ahora qué? ¿Cómo vamos a encontrar a Greco? -preguntó Fred, ya mucho más calmado.

-Ahora toca esperar. La mafia no coge policías por diversión, los coge por algo, siempre -explicó el superintendente y le dio un sorbo a su café latte- Querrán dinero, o poder, o que soltemos a algún preso. Siempre querrán algo.

-Ya... ¿Y estarás dispuesto a darles ese algo? -preguntó Fred mirando fijamente a su superior.

-Depende de qué pidan. No haré nada que os ponga en peligro a Dan y a ti. Ni a nadie de la malla. Greco entra en ese pack -explicó- El plan es que todos salgamos vivos.

-Ajá. ¿Y cuánto van a tardar en ponerse en contacto? -pregunta Fred.

-Espero que no demasiado. A propósito, ¿porqué estás tan afectado por Greco? -preguntó Conway, que nunca había visto así a Fred antes por nadie.

-No lo sé. Es una persona que me entiende, además de Hora... Además de Dan -dice Fred- Es la única persona (además de Dan, que es mi hermano) que conozco a la que protegería con mi vida, si fuese necesario. ¿Me entiendes?

Jack Conway lo entendía lo entendía mejor que nadie. Y sabía muy bien lo que es el agobio de querer proteger a alguien que está en peligro pero no poder hacer nada. Lo sabía muy bien. La mayoría de veces salía mal, había visto cientos de compañeros, amigos, hermanos morir enfrente de su cara. Y eso le quemaba por dentro.

Y era precisamente por eso por lo que no iba a dejar a Fred y a Dan ponerse en peligro. Nunca lo permitiría. No podía verlos morir, a ellos no.

-Sí, entiendo. Sé cómo te sientes -fue sincero Conway- Mira, yo he visto caer a mucha gente. A demasiada. Vi morir a muchas personas le la malla, vi morir a compañeros, amigos de la guerra. Vi morir a mi mujer... Julia.

Jack Conway no era un hombre de sentimientos. A ver, si lo era, pero no de mostrarlos. Jack Conway tenía un pasado difícil de recordar. No en el sentido de que no se acordase, él lo recordaba absolutamente todo, era difícil porque dolía demasiado. Los recuerdos eran como ácido, entraban en su organismo y lo quemaban todo, sin excepción, por dentro. Su interior ardía de dolor.

-Lo siento, viejo... -dijo Fred, acercándose a Conway. Estaba ofreciendo un abrazo.

No sabría explicar porqué, pero Conway olvidó que le había llamado "viejo", y olvidó que no era un hombre de sentimientos. Por un momento dejó a un lado la persona que aparentaba ser y abrazó a Fred.

-Deberíamos volver ya -dijo Fred.

-Que no salga nada de aquí -dijeron casi al unísono.

Se miraron y asintieron. Entraron a comisaría esquivando a los policías que cubrían la entrada, y volvieron al trabajo. Estuvieron pensando en una forma más rápida de contactar con la mafia, oero la solución llegó antes de lo que pensaban.

El Iphone de Fred vibraba sobre el escritorio del superintendente, con la palabra "Nadando" en la pantalla.

Fred, que ya no tenía características claras de haber estado llorando, descolgó la llamada.

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Aquí os traigo el capítulo diez. A partir de ahora disfrutad el mambo (o lloradlo, mejor dicho)

-Cu4tro :) <3

Horacio Pérez. Los héroes también caen. (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora