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Eran las dos en punto de la tarde de un miércoles

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Eran las dos en punto de la tarde de un miércoles. Soobin estaba en su despacho, recogiendo los documentos en los que había estado trabajando para preparar su próxima reunión cuando sonó el teléfono.

—Alguien le llama por teléfono, señor Choi, dice que es urgente

A Soobin le dieron escalofríos. Penso que seria su esposo, pero Yeonjun nunca lo llamaba al despacho. ¿Habría ocurrido algún accidente con alguien?, se preguntó con alarma. ¿Le habría ocurrido algo a sus hijos?

—Pásemela —le pidió a su secretaria.

Cuando recibió la llamada, había considerado tantas posibilidades que se desconcertó cuando no oyó la voz de Yeonjun sino la de su madre.
Sacudió la cabeza y dijo:

—Empieza otra vez, mamá. Me temo que no he entendido una sola palabra.

Al cabo de unos minutos, estaba en su coche, pisando el acelerador en direccióna su casa

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Al cabo de unos minutos, estaba en su coche, pisando el acelerador en dirección
a su casa. Su madre le abrió la puerta.

—Está ahí dentro —le dijo SunHee con gesto de preocupación y con signos de haber llorado—. Está muy enfadado, Soobin —añadió susurrando.

Soobin hizo un gesto de dolor al abrir la puerta del salón y ver a Yeonjun sentado en una esquina del sofá. Tenía el rostro enterrado en un cojín y no paraba de sollozar. Se acercó a el con cuidado. Se quitó la corbata antes de intentar tocarlo, le temblaron las manos.

— Yeonjun —susurró agachándose y apoyando la mano en su hombro.

—Vete —dijo el sin dejar de sollozar.

Soobin frunció el ceño, desconcertado y temeroso. Nunca lo había visto así, tan destrozado que ni siquiera podía decirle lo que le ocurría.

Permaneció allí, acariciándole los hombros con ternura mientras se preguntaba qué podía haberlo llevado a aquel estado. Pensó en Han Ji-sung y se le hizo un nudo en el estómago. Si aquel canalla le había hecho daño a Yeonjun cuando se estaba recuperando del daño que él mismo le había ocasionado ...

— Yeonjun ... —dijo aproximándose y acariciándole el pelo. Se sorprendió al comprobar que estaba húmedo. ¿Cuánto tiempo llevaba así?—. Por Dios Santo. Háblame, dime qué ocurre.

 Un Marito Infedele • SoojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora