¿Saben quien es un pinche bipolar? México. ¿Porqué? Porque el dice que odia a España, pero, en este momento, estaba en la habitación del ibérico. Necesitaba del clásico consuelo paternal que el español siempre estaba dispuesto a darle. Así que ambos estaban sentados a la orilla de la cama.
ㅡ ¡'Apa! ㅡ lloraba a mares, como si de un adolescente con corazón roto se tratara ㅡ ¡No me dejan ver al amor de mi vida!
ㅡ Ya, ya, Nueva España, primero teneis que tranquilizaros ㅡ le dijo, dándole un pañuelo.
ㅡ E-es que no puedo. Yo quiero ver a mi lindo terrorista.
ㅡ Eso ya me lo dijiste varias veces, pero aún no me dices el porque no lo puedes ver.
México intentaba tranquilizarse, pero no hacía más que sollozar, como el dramático que es. En serio, digno de drama de telenovela, un clásico en su personalidad, dramatizar lo que sentía parecía ser su vocación.
ㅡ E-el hermano d-de mi t-terrorista n-no lo deja salir d-de la h-habitación ㅡ apenas y se le había entendido lo que había dicho.
Menos mal que España lo crió, así que si pudo entender los sollozos y lloriqueo de su chamaco, si, desarrolló una especie de habilidad para entender lo que cualquiera de sus hijos dice mientras estos lloran. El español dejo escapar un suspiro, lo que iba a decir no le convencía mucho, pero...
ㅡ Nueva España, os voy a ayudar.
ㅡ ¿Ayudar?
ㅡ Si. No me gusta verte llorar, así que, yo haré que Arabia Saudí salga de su habitación, para que vos logréis estar con tu... amor, aunque sea por unos minutos.
Las lágrimas se detuvieron, y en el rostro del mexicano se formó una enorme sonrisa. Abrazó al español con mucha fuerza.
ㅡ Gracias, gracias, gracias, gracias.
ㅡ No agradezcas, Nueva España ㅡ internamente España moría, pues le desagradaba la idea de que uno de sus hijos estuviese enamorado de un árabe.
Pero, lo ayudaría por esta vez, pues el español creía que solo era un capricho más del mexicano, que en unos días o quizá una semana se le olvidaría.
Mientras tanto, Emiratos buscaba algo bueno que ver en la televisión, mientras que Arabia Saudí estaba pidiendo servicio a la habitación (porque si, en aquel edificio de la ONU podían pedir comida o limpieza a su habitación) Ya llevaban rato sin salir del cuarto, más que nada porque el saudí sabía bien que cierto mexicano andaba por ahí, esperando el momento adecuado para hacerle cosas occidentales indebidas a su hermanito.
Tocaron a la puerta.
ㅡ ¿Tan rápido llegaron con la comida? ㅡ se preguntaron ambos al mismo tiempo.
Arabia Saudí abrió la puerta, encontrándose con España.
ㅡ Hola ㅡ saludó el español alegremente, tratando de contener sus sentimientos negativos hacia los árabes.
ㅡ Hola. ¿Qué pasó? Es raro que venga usted aquí.
ㅡ Sí, muy raro, es que, será mejor que salgas de la habitación.
A lo lejos, escondido tras una planta, estaba México, rezando para que el plan funcionará. Él no quería que les fuese a explotar algo en la cara.
ㅡ ¿Porqué tendría que salir de mi habitación? ㅡ el saudí se puso a la defensiva.
ㅡ Porque Israel le esta coqueteando a Estados Unidos. Es más, lo esta tratando de besar.
Con solo escuchar eso, Arabia Saudí se llenó de irá.
ㅡ ¡¿Donde están?!
ㅡ Ah... en el jardín.
El árabe salió de la habitación, 《en un momento regreso》, le dijo a su hermano menor, para después salir de la habitación.
El mexicano logró entrar a la habitación de su amado.
ㅡ ¡He venido a conquistarte! ㅡ fue lo primero que dijo estando adentro.
ㅡ ¡N-no te me acerques! ㅡ Emiratos se levantó de la cama, y tomó la lampara de la mesita de noche como arma.
ㅡ Vamos querido, dame una oportunidad ㅡ poco a poco se iba acercando más al emiratí.
El árabe daba pasos hacia atrás, hasta que termino por topar pared. Ya no le quedaba escapatoria, y eso lo aterraba.
ㅡ ¿Q-qué quieres de mi?
ㅡ Ya te lo dije guapo, quiero conquistarte ㅡ decía en un tono juguetón.
Lo único que los separaba era aquella lampara que Emiratos tenía. La cercanía hacía que las mejillas del emiratí comenzaran a tener un leve sonrojo, todo era tan extraño para él, ni siquiera sabía bien que hacer o como reaccionar ante aquella situación.
ㅡ Vamos, se que no podrías resistirte a mis encantos, juro que te trataría muy bien, como a un rey.
ㅡ H-hey, ya te lo he dicho, n-no buscó algo así en ti, ni siquiera nos conocemos lo suficiente para que me digas esas cosas.
ㅡ Tienes razón, en ese caso, acepta salir conmigo en una cita, los enamorados deben conocerse mejor ㅡ acarició suavemente la mejilla del emiratí.
Emiratos se puso extremadamente rojo, y terminó golpeando en la cabeza al mexicano con la lampara, provocando que en automático el latino cayera al suelo inconsciente y con una herida abierta en su cabeza.
En otro lugar, España se sentía un poco culpable, pues ahora estaba viendo como Arabia Saudí golpeaba a Israel. 《¡¿Cómo te atreves a coquetear con mi Estados Unidos?!》decía el saudí. Había tenido que inventarse una excusa para sacarlo de la habitación, y claro, nunca pensó que esa excusa terminaría con estas consecuencias.
ㅡ ¡¿Qué esta pasando aquí?! ㅡ llego ONU bastante molesto, pues lo habían despertado de su sueño de belleza.
ㅡ Spain le dijo a Saudi Arabia que Israel me estaba coqueteando ㅡ dijo el estadounidense sin mucho interés ㅡ But that's not true.
La imponente mirada de enojado de ONU se posicionó sobre el español, quien ya no sabía que hacer o decir para defenderse, era momento de enfrentar las peores consecuencias posibles.
ㅡ ¿Quieres decir que estoy perdiendo mi tiempo aquí golpeando a este judío? ㅡ preguntó el árabe.
ㅡ Sí.
Arabia Saudí pensó un poco, y fue cuando a la mente le vinó que debía estar cuidando a su hermano. 《¡Esto era una trampa!》Aventó a Israel y salió corriendo del lugar.
ㅡ ¡Arabia Saudí! ¡Espera!
El español iba a ir tras el, pero fue detenido por ONU, quien lo tomó del brazo.
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Poción de amor [México]
RandomLos pretendientes de México hicieron uso de una poción mágica de enamoramiento para poder conquistar al mexicano, pero, por culpa de sus desacuerdos, provocan que México quede enamorado de un país con el cual no tiene nada que ver.