Final

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Hospital

Habían conseguido obtener una habitación de hospital; los humanos no sabían como debían tratar a México, por lo que nada más estaba en ese lugar para que lo tuvieran monitoreado.
Todos estaban preocupados, en especial Haití, quien pensaba que había puesto algo mal en la poción. "¿Y si muere?" Pasó esa pregunta por su cabeza.

ㅡDiganme, solo le pusieron una gota, ¿verdad?ㅡ preguntó el haitiano.

ㅡSí, solo le puse una gotaㅡ mencionó el canadiense.

ㅡOye, yo también le puse una gotaㅡ dijo el ruso.

ㅡ¿Qué? Yo también le puse una gotaㅡ habló el alemán.

Al saberse eso, todos ataron los cabos. Le habían dado más de una gota, era por eso que tuvo un desmayo como reacción; todo esto significaba que el mexicano habría perdido la capacidad de amar.

ㅡ¿De que gotas hablan? ¿Ustedes tienen algo que ver con esto?ㅡ dijo Emiratos, quien escuchó la conversación.

Todos se miraron entre si, era momento de decirle la verdad, pero nadie quería hacerlo.

ㅡDicelo tú, eres su hermanoㅡ susurró el estadounidense al saudí.

Arabia Saudí suspiro, "vamos afuera" le dijo al emiratí. Con el ceñi fruncido, Emiratos aceptó y ambos árabes fueron a las afueras del hospital para poder hablar.
El mayor estaba un tanto nervioso sobre cual sería la reacción de su hermano.

ㅡ¿Y bien? ¿A que se referían?ㅡ preguntó impaciente Emiratos.

ㅡEsto será difícil de escuchar, pero te juro que es la verdadㅡ tomó un poco de aire antes de comenzar a explicarㅡ México no te ama de verdad, nunca lo hizo. Todos esos sentimientos que desarrollo por ti fueron causados por una poción de amor. Se suponía que él se enamoraría de alguien más, no de ti.

ㅡNo, eso no puede ser verdad. ¡No!

ㅡClaro que lo es. Si no fuera por esa poción de amor el jamás se habría fijado en ti.

ㅡ¡Me estás mintiendo! Él... ¡él si me ama!

ㅡEmiratos, por favor reacciona, ¿realmente creed que un occidental como él se fijaría en un árabe cómo tú?

ㅡ...yo...ㅡ se quedó callado.

ㅡ¿Ves? Todo fue por un estúpido error.

ㅡEntonces... ¿esa fiesta que organizaron era para que? ¿Para deshacer lo que hicieron?

ㅡSí. El plan era darle una poción anti amor, pero... se pasaron más de la cuenta y por eso reaccionó así.

Emiratos sintió un nudo en la garganta, pequeñas lágrimas comenzaron a llenar sus ojos. Quería llorar, quería golpear a los demás por lo que habían hecho; se sentía estúpido por haberse ilusionado, se sentía traicionado porqué al parecer todos sabían menos él.

ㅡDicen que ya desperto, ¿quieres entrar a verlo?ㅡ mencionó el saudí.

ㅡ¿Él sabe de la poción que le dieron?

ㅡNo.

ㅡEntonces entraré a verlo para explicarle lo que pasó.

Ambos entraron nuevamente.

Cuando llegaron a la habitación se dieron cuenta de que Haití ya le estaba explicando toda la situación a México. El mexicano no parecía reaccionar, solo estaba serio escuchando la explicación del haitianio, de vez en cuando les daba una pequeña mirada al harem quienes estaban con la cabeza baja sintiendose apenados.
Al parecer, el latino no recordaba nada de la relación que había tenido con Emiratos, todo recuerdo fue borrado de su mente; aunque el emiratí le mostró fotos de todas sus citas y momentos, el moreno seguía sin tener un recuerdo. Pero, lo peor para el mexicano era sentir un vacío en el pecho, sentía que le faltaba algo.

ㅡLamento todo lo que te pasó Méxicoㅡ dijo Haití para finalizar.

ㅡNi siquiera sé que decir. Bueno, primero, Emiratosㅡ volteó a ver al mencionadoㅡ Lamento no recordar nada, y perdón si ahora no siento nada por ti.

El árabe solo asintió y con voz rota le respondió: "no te preocupes", para después salir de la habitación siendo seguido por su hermano.

ㅡEn cuanto a ustedesㅡ ahora se dirijió hacia el haremㅡ Espero que estén contentos. Jugaron conmigo, con mos sentimientos. Y ahora, por su estúpido capricho ya no podré amar.

Ninguno respondió a eso, solo mantuvieron la cabeza baja. Sabían que una disculpa no serviría de nada, pues el daño ya estaba hecho.

Dos meses después

La alarma sonó, era la canción favorita del mexicano, pero ahora no le provocaba sentimiento alguno a este mismo. Solo apagó la alarma y se levantó, se quedó sentado en la orilla de la cama, viendo en el suelo fotos de cosas que anteriormente amaba, como sus lugares turisticos, sus patrimonios de la humanidad y hasta fotos y pinturas de sus padres.

Se levantó finalmente de la cama, tomó una ducha, se puso ropa que antes le gustaba, al verse al espejo nuevamente no sintió un placer o gusto por lo que llevaba puesto.
Al momento del desayuno, su comida no parecía tener sabor; ese amor, esa pación por la cocina ya no estaba.

Se sentía un cascaron vacío. Estaba harto de que la felicidad ya no le llegará, estaba cansado de que solo el enojo y la tristeza se apoderará de él.

El amor se había ido de su vida. No le quedaba de otra más que vivir así...

Poción de amor [México] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora