México y Emiratos regresaban a casa; ya estaba oscuro, ambos estaban demasiado cansados por haber recorrido tantas atracciones turísticas.
El día había sido tan divertido para los dos, inclusive se podría decir que les dolía la cara de tanto haber sonreído.ㅡ ¡Eso estuvo bien chingón! Todas esas atracciones, cielos, en algunas casi se me paraba el corazón por la altura o la velocidad, pero, después pinche descarga bien cabrona de adrenalina ㅡ contaba el mexicano mientras se sentaba en el sillón.
ㅡ Veo que sí te gusto todo.
ㅡ ¿Gustarme? ¡Me encantó! Hace tanto que no me divertía así. Muchas gracias por haberme llevado ㅡ sin pensarlo dos veces, el mexicano abrazó al emiratí a modo de agradecimiento.
Las mejillas del árabe se sonrojaron por completo, sintió su rostro arder y su corazón acelerarse debido a aquel gesto de cariño.
Con algo de miedo y nervios, correspondió el abrazo, sintiendo una calidez que hace mucho no experimentaba.Todo parecía ser un pequeño y bello momento para ambos.
Pero solo lo parecía.ㅡ ¡Emiratos! ㅡ escucharon de repente, proviniendo de afuera el llamado ㅡ ¡Emiratos Árabes Unidos! ¡Abre la puerta en este mismo instante! ¡Sé que estás con ese occidental!
Ambos sintieron nervios, eran prácticamente hombres muertos.
Era una situación tan ridícula y extraña. El mexicano se encontraba en un maletero de uno de los tantos coches que habían; al parecer no había mejor escondite que ese.
Sentía su corazón acelerarse teniendo el miedo presente de ser encontrado por el hermano del emiratí y recibir otra golpiza (que probablemente lo dejaría medio muerto)Por otro lado, Emiratos trataba de mil maneras tranquilizar a su hermano con palabras, diciéndole que se encontraba solo en casa, que no había necesidad de encontrar a alguien más.
ㅡ Vamos hermano, ¿no crees que estás exagerando todo esto? Ya te dije que no hay nadie aquí.
ㅡ No me quieras engañar Emiratos, se muy bien que por aquí en alguna parte debes de tener escondido a ese occidental molesto.
ㅡ No lo tengo, y si lo tuviera ¿qué tiene de malo? Solo es mi amigo.
ㅡ Pero ese "amigo" tuyo quiere algo más serio contigo.
ㅡ ¿Y eso qué? No se supone que tu me habías dicho hace mucho tiempo que, a pesar de que nuestras leyes digan lo contrario, ser gay no es un problema.
ㅡ Ser gay no es el problema, el problema es él.
ㅡ ¿Por qué es él problema?
Mientras ellos discutían; en la parte de atrás de la casa estaban cierto de grupo tratando de igual manera de buscar a México. Ellos habían sido quienes avisaron a Arabia Saudí que el mexicano se encontraba allí, y ellos mismos también habían mentido al saudí, le dijeron supuestas razones por las cuales el latino sería una "mala influencia" para el emiratí.
Así es, mancharían la reputación de México con tal de hacer que lo alejaran lo más posible de Emiratos; era juego sucio, pero ellos se justificaban diciendo que sería lo mejor para el mexicano y el emiratí.
ㅡ Sigo pensando que nos hemos pasado de la raya con lo que dijimos sobre Mexique; el no es malo ㅡ mencionó el canadiense.
ㅡ No es malo, pero tuvimos que hacerlo. No había otra manera "pacifica" para separarlos ㅡ respondió Alemania.
ㅡ Besides, piénsalo bien hermano, tampoco es como si ellos hubiesen podido conectar bien ㅡ dijo el estadounidense.
ㅡ Odio decir esto, pero el cerdo capitalista tiene razón, no hubiesen podido llevarse bien; nosotros solo hemos adelantado su inevitable separación ㅡ prosiguió Rusia.
Canadá suspiró pesadamente, a pesar de que amara a México y quisiera separarlo de Emiratos, el creía que había sido una muy mala idea haber dicho todas aquellas cosas malas sobre el mexicano
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Poción de amor [México]
AléatoireLos pretendientes de México hicieron uso de una poción mágica de enamoramiento para poder conquistar al mexicano, pero, por culpa de sus desacuerdos, provocan que México quede enamorado de un país con el cual no tiene nada que ver.