Capítulo 20

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La sala era un desastre, había jarrones rotos en el suelo. Los muebles estaban ligeramente movidos de su lugar, había vidrios rotos de la ventana en el suelo, en fin, cualquiera pensaría que paso un huracán por allí. Y, a pesar de eso, el turco estaba muy tranquilo en el sillón, cómo si su sala no hubiese sido destrozada.

ㅡ ¿Ya terminaste de destruir mi sala y romper mis pertenencias? ㅡ preguntó Turquía en tono monótono.

Mientras, Arabia Saudí permanecía de rodillas en el suelo, teniendo una respiración pesada (quizá por el esfuerzo, o porqué estaba muy enojado). El árabe levantó ligeramente la mirada para ver cara a cara al otro. "Lo siento", fue lo único que el saudí pudo decir, sintiéndose muy apenado de lo ocurrido.

ㅡ Bueno, una disculpa no arregla nada, pero, supongo que deberé aceptarla. Era obvio que reaccionarías de esa manera.

Supongo que se deben de preguntar que es lo que ha pasado. La respuesta es simple, el saudí vio la publicación del mexicano, obviamente se molesto bastante al ver a su hermano más fiel y querido con aquel moreno atrevido.

ㅡ Bueno, hiciste todo lo que estaba en tus manos ㅡ el euroasiático se levantó de su asiento y se acercó al árabe, poniendo de rodillas a su lado ㅡ Emiratos ya eligió estar con México, lo único que te queda es apoyarlo, él necesitará tu apoyo.

ㅡ Supongo que... tienes razón, quizá debería ㅡ el saudí se vio interrumpido por el sonido de su celular. Una llamada del estadounidense.

Una llamada que cambiaría las cosas.

Mientras aquello pasaba, México y Emiratos disfrutaban de una caminata por el parque, o mejor dicho, disfrutaban de un tiempo en pareja donde el latino trataba de no caerse con los patines puestos y el árabe lo seguía muy de cerca para asegurarse de que no fuese a caerse. Se veían muy tiernos a decir verdad, la pasaban bien a pesar de las miradas extrañas de la gente al ver a un árabe mostrándose así de feliz.

ㅡ ¿Seguro no necesitas ayuda? ㅡ preguntó entre risas el emiratí.

ㅡ Seguro, yo podré con estás cosas ㅡ respondió en tono distraído, estaba más concentrado en no caerse.

ㅡ No tengas pena de pedir ayuda, patinar es difícil.

ㅡ Amor, te aseguro que t-todo está bi ㅡ no pudo terminar su frase, una pequeña piedra se atravesó en su camino, quedándose atorada en las ruedas de uno de los patines. Terminó con la cara estampada en el suelo.

Alarmado, Emiratos se detuvo y se puso de rodillas para ayudar a su pareja. Levantó al mexicano poco a poco, solo para inmediatamente asustarse al ver la nariz del latino llena de sangre. A pesar de que México trató de calmar a su novio durante el camino al hospital, el emiratí no pudo (las heridas que tenía el latino le traían malos recuerdos)

Cuando finalmente llegaron al hospital, los dos tuvieron que atenderse, México debido a sus heridas, y Emiratos debido a que le dio una crisis nerviosa.

Sí, podemos concluir que su primera cita no salió como esperaban, pero, al menos pudieron estar juntos la mayor parte del tiempo.

Poción de amor [México] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora