Capítulo 8

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Los integrantes del harem del mexicano se encontraban en un McDonals, ahí estaban discutiendo algunas formas de alejar al emiratí.

ㅡ ¿Y si lo secuestro y lo mando a Siberia a trabajar hasta que muera por el frío o el hambre? ㅡ propuso el ruso para después darle un sorbo a la Pepsi que estaba tomando.

ㅡ Are you crazy? No haremos algo así ㅡ el estadounidense mientras agarraba su sexta hamburguesa ㅡ Yo pienso que todos deberíamos invadirlo poniendo de excusa que ahí tiene sede el Estado Islámico. Así, no solo lo alejaremos de Mexico, sino también tendremos free oil.

ㅡ ¿Te le caíste a Inglaterra cuando era pequeño o qué? Eres muy estúpido ㅡ le reclamó Escocia ㅡ Lo que hay que hacer es alejar a ese árabe de México sin levantar sospechas, buscar la excusa perfecta.

ㅡ Puedo crear una rebelión interna en el país de Emirates, lo que provocaría que solo centre su atención en su situación y se olvide de Mexique ㅡ propuso Canadá, como si lo que había dicho fuese lo más normal del mundo.

ㅡ No ㅡ respondieron todos.

Se quedaron un momento en silencio, tratando de pensar en un plan que no implicará utilizar fuerza bruta o alguna invasión.

Pero nada se les venía a la cabeza.

No había algo que ellos pudieran hacer.

ㅡ Well, vamos invadirlo.

ㅡ ¡Que no vamos a invadirlo!

Mientras tanto, en otro lugar.

Emiratos estaba en su casa tomando café mientras revisaba cosas de su economía, cuando le llegó un mensaje de cierto país latino.

México : Oye. Acabo de llegar a un aeropuerto de aquí, pero como todo está escrito con letra de doctor, pues no entiendo ni madres. ¿Puedes venir por mi?

Después de ese mensaje, el mexicano también le había mandado su ubicación; el emiratí casi se ahogaba con su café, ¿por qué el mexicano no le avisó que iba a venir? Bueno, ahora sabía lo que México había sentido cuando él llego de visita inesperada a su país. Emiratos dejo sus cosas y salió casi corriendo, tomando las llaves de uno de sus autos más lujosos (pues quería llegar mostrandole al mexicano una de sus tantas cosas caras).

Fue a máxima velocidad, era bueno que no hubiese tráfico en esa zona, así podía llegar aún más rápido. Mientras, se iba preparando mentalmente para no volver a sonrojarse o algo así cuando llegara con el latino.

Por otro lado; México se encontraba en el estacionamiento del aeropuerto, buscando algún indicio del emiratí, pero, le era imposible.

ㅡ Pero si estoy bien pendejo, debí hacerle caso a esa parte de mi que decía "avísale que vas a ir"; pero no, el pendejo de yo quería llegar como "visita sorpresa"ㅡ suspiró pesadamente ㅡ Ay Quetzalcóatl, ¿por qué nací tan pero tan pendejo?

De pronto, escuchó a un auto derrapar, levantó la mirada y vio un auto realmente lujoso (aún más lujoso de los que de por si ya estaban en el lugar)
Aquel auto fue hacia a el, hizo algunas maniobras, de tal forma que cuando llegó hacia el mexicano, el auto quedo del lado del copiloto a vista del latino.

Los vidrios bajaron y México pudo ver al emiratí, quien traía puestos unas gafas oscuras.
Emiratos abrió la cajuela y el mexicano se apresuró a guardar sus maletas para después subir al carro del lado del copiloto.

ㅡ Wey... ¡este auto es la mera verga! ¡Está bien cabrón! ㅡ sus ojos estaban "iluminados" y mostraban la admiración hacia el vehículo.

ㅡ ¿T-te gusta?ㅡ un ligero sonrojo y una sonrisa nerviosa era lo que mostraba el rostro del árabe.

ㅡ ¡Sí! Nunca había visto un auto así, bueno si, pero solo en fotografías. ¡Está bien chido! ㅡ el mexicano parecía niño pequeño y eso le parecía tierno al emiratí.

ㅡ Y si este te gusta, espera a ver los demás que tengo ㅡ comenzó a manejar hacia su hogar.

ㅡ ¿Tienes más?ㅡ realmente se mostraba muy emocionado.

ㅡ Sí. No me gusta presumir, pero, tengo 52 modelos diferentes de autos, planeo comprarme otro antes de que acabe el año, y mi hermano me dijo que también me va a regalar uno para la celebración occidental cristiana esa... ¿cómo se llama...? ¡Para Navidad!, si, eso.

ㅡ Eso es chido. Yo solo tengo un bochito, y ese ya está chafeando. Además, entonces si te dan cosas buenas para Navidad; a mi solo me dan calcetas, suéteres feos, y dinero, pero no pasa de los 50 pesos ㅡ suspiró ㅡLo único que gano en Navidad es la deuda de la luz y unos kilos extra.

Eso hizo pensar un poco a Emiratos, tal vez sería bueno darle un regalo al mexicano similar a los regalos que él recibe.

ㅡ Hablando de Navidad, planeo hacer una fiesta, ¿te gustaría ir? Claro, si no puedes por algún asunto cultural o religioso lo entenderé.

ㅡ Eh... y-yo... claro que puedo ir, ¡si! Puedo ir. L-lo puedo tomar como una... lección para entender más a los occidentales ㅡ le emocionaba la idea de ir, era agradable estar con el mexicano, y supuso que en una fiesta sería mejor, pues había escuchado que México hacía fiestas muy divertidas.

ㅡ Esperaré con ansias verte allí.

Emiratos se sonrojo un poco al escuchar eso.

Poción de amor [México] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora