Un beso que dura tanto que comparten la respiración. (NxZ)

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Después de su primer beso coincidieron en que no dirían nada, simplemente barrerían aquel momento bajo la alfombra, como un error ocasionado por un subidón de adrenalina, lamentablemente su promesa no duro demasiado.

- No...

- ¿Segura?

- Me odias.

- ¿Por qué crees eso?

- ¿Tal vez porque soy un miembro de la realeza?

- Es un buen motivo.

Sonrió maliciosamente mientras se inclinaba a besar nuevamente sus labios, inclinándose sobre su cuerpo para poder cubrirla, sus manos se apoyaron sobre sus mejillas mientras las de ella se movían acariciando sus costados hasta reposar finalmente en su cuello, había un magnetismo entre ellos indudable.

Tal vez porque ella era una princesa ególatra.

Quizás porque él era un chico malo.

- ¿Qué sucede? – Susurro al ver que algunas lágrimas en sus ojos.

- No es nada. – Respondió apoyando su frente contra su hombro, usando sus manos para retirar la humedad de su rostro – Me pregunto por qué me gustas.

- No pienses en eso.

- No es tan fácil, no todos tienen la cabeza vacía como tú.

- Entonces déjame distraer tu mente preocupada. – Propuso pasando uno de sus brazos por su cintura para apretarla más hacia su cuerpo, ignorando el insulto.

- No quiero ser lastimada – Las palabras escaparon de sus labios antes de que pudiera detenerlas, los besos en su rostro se detuvieron en ese momento, su respiración todavía estaba agitada, su piel ruborizada por el encuentro.

- ¿Piensas que voy hacerte daño?

- No lo sé.

Un silencio se instauro entre ellos mientras más lagrimas se acumulaban en sus ojos, Zora suspiro comprendiendo su tren de pensamiento, ambos podrían hacerse daño con facilidad, era el riesgo de confiar en otro ser humano, no le gustaba, al menos hasta hace unos meses prefería la compañía de una piedra antes que la de otra persona, pero después de todo lo sucedido y su incorporación completa al escuadrón sentía que podía ser más flexible, sobre todo porque por una broma cruel del destino ella le gustaba.

Sus besos parecían no cumplir el objetivo que quería así que simplemente se dejó caer en una silla cercana antes de tomarla del brazo y sentarla sobre sus piernas, la postura avergonzó a Nebra inmensamente por lo que cubrió su rostro con sus manos si bien no intento alejarse, Zora apoyo su mano sobre su espalda empezando a dar caricias tranquilizadoras.

- No puedes saber si alguien va o no a lastimarte, después de todo somos humanos, podemos cometer errores y dañar a otros sin intención. Yo lo hago con intención. – Mantuvo un tono de voz moderado a pesar de que sus últimas palabras sonaban bromistas – Por ejemplo, si somos honestos yo tendría mayor probabilidad de salir herido.

- ¿Tu?

- Por supuesto. Tienes dos hermanos que intentarían matarme si supieran que estoy besando a su hermana. – Respondió dejando un beso en su oreja que la sobresalto – Existe algo entre nosotros, que puede ser beneficioso o no para ambos, pero si estas segura de que no deseas continuar con esto no volveré a tocarte nunca. Respetare tu decisión.

- Prefiero no pensar demasiado en estos momentos. – Acomodo su postura para pasar sus brazos por encima de sus hombros, entrelazando sus manos detrás de su cuello – Quiero intentarlo.

- Cambie de opinión: Mejor no.

- ¿Por qué? – Pregunto extrañada poniendo distancia entre sus rostros.

- Te has vuelto loca, definitivamente. – Se rio dedicándole una mirada tranquila – Me gustas lo suficiente como para besarte, pero quisiera hacerlo más que una o dos veces.

- ¿Quieres algo más? Yo también. – Susurro con una emoción tan intensa que su corazón se saltó un latido.

- Eres un peligro. – Negó con la cabeza divertido de que ella lo sedujera sin intentarlo, sus ojos se oscurecieron con un deseo franco, tendría que tener cuidado – Vas a querer que todo sea un secreto.

- Por lo menos algún tiempo, sí. Mientras vemos a donde va esto, si podemos aguantarnos lo suficiente como para tener algo establecido.

Sonriendo con satisfacción se inclinó para tomar sus labios en un beso apasionando, entusiasmado por la aventura que iniciaba luego de varios encuentros fugaces, no rompieron el contacto hasta que les falto el aire, momento en el cual se separaron levemente, sus labios todavia en contacto compartiendo el aire entre ellos, jadeos se escuchaban en la habitación, sonrisas débiles se posaron en sus rostros. 

Cincuenta besos entre las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora