Dorso de la mano (Astelle)

109 13 0
                                    

Noelle amaba a los Toros Negros, profundamente, eran lo mejor que le pasara en la vida, se acostumbró muy rápido a su estilo de vida con ellos, por lo que había cosas buenas y malas de vivir con una gran cantidad de personas que circulaban normalmente por sus espacios comunes, si bien todos tenían sus propias habitaciones solían transcurrir gran parte de su tiempo en la sala, ya fuera bromeando, llenando reportes, comiendo, hablando o entrenando en el caso de Asta, por eso mismo, la joven pareja de novios tenían dificultades para pasar tiempo juntos en soledad.

Sobre todo, desde que Yami se enteró de la relación, comenzó a rondarlos cada vez que estaban juntos y su presencia comenzaba a inquietarlos al punto de que ni siquiera podían tomarse de la mano sin sentirse observados.

Esto estresaba particularmente a Noelle, ya había sido difícil confesarle sus sentimientos al chico después de la guerra, fue torpe, confusa y poco directa, incluso se sorprendió de que fuera capaz de entenderla, para su alivio él sonrió diciéndole que sus sentimientos eran correspondidos.

Noelle estaba en el cielo.

- ¿A dónde van?

Aunque ahora mismo podrían estar en el infierno.

- Vamos a darle comida a las bestias. – Contesto Asta levantando el cubo con los restos de comida y una expresión totalmente inocente.

- ¿Y por qué tienen que ir los dos?

- Pero somos cuatro. – Indico Asta señalando a Nero sobre la cabeza de Noelle y a Liebe sobre la suya.

- De acuerdo. – Dijo cruzando los brazos sobre su pecho.

- Estoy cansada de esto, me pone nerviosa. – Comento Noelle mientras llegaban al sótano – Siento que estamos haciendo algo malo.

- Quizás está preocupado. – Dijo Nero con su voz de pájaro.

- ¿De qué?

- Tú hermano.

- ¿Del Hermano Mayor Nozel? ¿Por qué?

- Eres su hermana menor, viviendo en el mismo lugar que tu pareja. – Explico volando de su cabeza para tomar forma humana – Además sabes que hay un protocolo para el cortejo de un miembro de la realeza, supongo que Yami está preocupado de que ocurra algo y tu hermano lo culpe.

- No entiendo que podría pasar. – Nero suspiro.

- Yami debe pensar que ustedes tendrán sexo, y que eso traería consecuencias. – La pareja se ruborizo intensamente completamente apenados – Es lo único que se me ocurre.

- ¿Por qué pensaría eso?

- ¡Qué vergüenza!

Sus miradas se encontraron para luego girarse avergonzados, ellos no estaban pensando en nada de eso por el momento, solo querían tomarse de las manos o besarse, besos pequeños.

- Es una teoría acertada. – Natch apareció desde las sombras dedicándoles una sonrisa – Tener a un par de adolescentes en una relación bajo el mismo techo inquietaría a cualquier adulto.

- ¡Pero nosotros no vamos hacer nada de eso! – Chilló Noelle.

- Por ahora, no me malentiendan no es nada malo, es el proceso natural de evolución en una relación, simplemente Yami es un idiota y tiene miedo de que ustedes hagan una tontería y terminen con una complicación mayor. – Natch les dedico una mirada tranquila – Es una preocupación sensata, pero creo que lo mejor sería hablar directamente con ustedes en vez de solo perseguirlos por la base, pero Yami es un cretino.

- ¿Viniste a darnos una charla tú, Vice Capitán? – Pregunto Asta.

- Vine advertirle y a darles algunas reglas. – Contesto levantando el dedo índice de su mano derecha – Primero está permitido que se tomen de las manos, segundo los besos están permitidos siempre que sean en lugares visibles, totalmente prohibido en zonas cubiertas por la ropa, tercero los abrazos también están permitidos, cuarto el sexo está totalmente prohibido.

- No vamos hacer nada. – Aseguraron los dos.

- A cambio de que mantengan esas reglas hablaré con Yami para que les de su espacio.

- No vamos hacer nada así, Vice Capitán. – Aseguro Noelle con el rubor pintando su rostro – Somos muy jóvenes, y ni siquiera hemos podido besarnos.

- Sabes la posición en la que te encuentras como miembro de la realeza, Noelle, debes ser precavida.

- Lo sé.

- Bien en ese caso, ustedes dos vengan conmigo. – Les indico a Nero que volvió a su forma de pájaro y a Liebe – Mantendré a Yami ocupado durante un rato, tiene muchos informes que revisar.

Se quedaron de pie uno al lado del otro, con una inmensa incomodidad entre ellos, Asta se giró hacia la bestias que gemían esperando su comida, comenzó a lanzar los pedazos de carne hacia el interior, donde lo devoraban rápidamente, Noelle había ocultado su rostro entre sus manos intentando calmar su acelerado corazón, estaba demasiado avergonzada, claro que sabía sobre el sexo, formaba parte de su educación real, los contratos matrimoniales tenían clausulas específicas para determinar la cantidad de veces esperable, la cantidad de descendientes y la forma de evitarlos, los bastardos eran una terrible mancha para la familia real.

Ahora no tenía el valor para mirar al chico a los ojos, demasiado apenada y con pensamientos incomodos.

- Noelle

- ¿Sí?

- ¿Qué te parece si vamos a Hage?

- ¿A Hage?

- Sí, podemos descansar un día allá, jugar con los niños, estar con la Hermana Lily y el Padre Orsi, pasaremos un tiempo tranquilo. – Le ofreció su mano que ella tomo con vacilación – Es extraño estar aquí con el Capitán vigilándonos.

- Estaría bien.

Asta llevo su mano hasta sus labios donde dejo un beso en su dorso, el gesto hizo saltar su corazón de emoción, los libros de cortejo que había leído lo describían como "elegante y lleno de caballerosidad", y al mismo tiempo significaba adoración.

- Esto fue muy vergonzoso, toda la conversación con el Vice Capitán. – Se quejo Noelle un poco más relajada.

- No entiendo porque el Capitán Yami no hablo con nosotros primero en vez de estar mirándonos, ahora me siento intimidado.

- Yo también, además ahora no podría mirarlo a los ojos porque sé que piensa que estamos haciendo cosas.

- Pero no tiene que preocuparse por eso, iremos poco a poco, solo estar contigo me hace feliz. – Dijo Asta con una sonrisa extensa y cálida.

- Yo también soy feliz contigo.

Escucharon pasos provenir de la escalera así que se soltaron de las manos rápidamente, Yami apareció con una expresión que tendría un niño regañado, Asta se percató de que estaba incomodo por su ki.

- Creo que les debo una disculpa, mocosos. Puede que haya estado interrumpiendo en su relación de manera invasiva, es solo que se lo que es ser un adolescente y estar enamorado, las hormonas y todas esas cosas hacen que olvides como pensar razonablemente.

- Eso no va a pasar con nosotros, Capitán.

- Sí, soy de la realeza, nos educan sobre muchas cosas y evitar a los bastardos es una de las reglas más importantes.

- Entonces ya te dieron la charla ¿no?

- Sí, por favor no hablemos de eso.

- Confiare en ustedes. – Tomo un cigarrillo que encendió para luego darle una calada – Y tu enano si Nozel se molesta conmigo por tu culpa, te matare.

- ¡No haremos nada!

- Bien, los dejare entonces, Natch no deja de molestarme con el papeleo.

Noelle bufo con muy poca gracia antes de girarse y dejar un beso suave y rápido en los labios del chico que parpadeo sorprendido, ella se ruborizo evadiendo su mirada.

- ¿Noelle? – Cuestiono cuando ella salió corriendo.

- Apresúrate para que vayamos a Hage. – Fue lo único que escucho antes de verla desaparecer escalera arriba, confundido, pero con una sonrisa tonta decidió seguirla, si así se sentía un beso la verdad es que quería muchos más. 

Cincuenta besos entre las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora