Beso Perfecto (NebraxZora)

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Un beso tan apasionado, tan perfecto, que después de separarse, ninguna persona puede abrir los ojos durante unos momentos.

- No puedo creer que estemos en esta aldea. – Murmuro Nebra de malhumor mientras miraba con desdén la habitación doble que alquilaron.

- ¿Prefieres dormir a la intemperie con esta tormenta? – Cuestiono el pelirrojo dejándose caer sobre la cama de la derecha – Al menos aquí podemos descansar.

- Mejor que en el piso supongo. – Nebra extendió una sábana sobre las mantas – ¿Por qué pediste esta habitación?

- ¿Querías que pidiera la matrimonial? – Pregunto incorporándose con una sonrisa divertida.

- Me has hecho teñir el cabello y cambiar de ropa para ir de incognito, nadie se daría cuenta de que compartimos la misma cama. – Señalo su cabello rubio y su ropa compuesta de una falda celeste hasta debajo de la rodilla y una blusa blanca sin mangas.

- Nunca pensé que te gustaría tanto dormir conmigo. – Esta vez su voz tenía un matiz más dulce que bromista, ella se sonrojo desviando su mirada hacia una pared mientras se cruzaba de brazos – Ven, me siento halagado de eso.

Nebra mantuvo su puchero sentándose en la cama de la izquierda, no estaba muy contenta, esperaba poder aprovechar la oportunidad de convivir con su amante sin preocupaciones y él había escogido una habitación con camas separadas, Zora suspiro no esperaba que ella se pusiera con esta actitud simplemente porque no dormirían en una misma cama.

- Hay un baño que podemos compartir. – Menciono después de levantarse para inspeccionar dicha habitación – Prepararé la bañera.

Nebra se mantuvo en un silencio obstinado, Zora sonrió divertido por su berrinche por lo que se entretuvo un rato en el interior, la bañera era lo suficientemente grande como para que entraran los dos, regreso al cuarto para encontrar una esencia que compro para la ocasión, una vez que obtuvo la temperatura ideal se giró para llamarla, descubriendo que ella estaba mirando con curiosidad antes de girar el rostro, soltó una risita antes de empezar a desnudarse en el umbral, podía sentir su mirada siguiendo sus movimientos.

- ¿Solo vas a ver o te unirás a mí?

- ¿Qué? – Tartamudeo sonrojándose.

- Es lo bastante grande como para que los dos podamos bañarnos juntos. – Explico terminando de sacar sus pantalones por sus piernas – Querías que pasáramos tiempo juntos.

- No veas.

- Tú estás viendo. – Antes de que empezara a replicar levanto las manos en señal de rendición para simplemente meterse en el agua caliente, escucho sus pasos hasta que estuvieron a su lado. – ¿Te ayudo?

- Sí. – Ella mantenía una toalla contra su cuerpo con su rostro ruborizado, Zora encontraba extraño ver su cabello rubio suelto cayendo sobre su cara.

- ¿Estás bien? – Le pregunto una vez la ayudo acomodarse en el otro extremo de la bañera quedando frente a frente.

- Es muy pequeño. – Balbuceo sintiendo como sus piernas se tocaban.

- Por supuesto, me sorprende que tengan en primer lugar. – Zora hizo un gesto de su mano para que se acercara. – ¿Te vas a quedar tan lejos?

- Todavía estoy molesta. – Nebra refunfuño cruzando sus brazos sobre su pecho.

- Eres muy rencorosa. – Estiro su mano para sujetar las suyas y atraerla a pesar de sus quejas, la termino colocando sobre su regazo pasando sus manos en su cintura y dejando que apoyara las suyas sobre sus hombros, ella termino por inclinarse para besarlo en los labios relajándose en el momento, sus pieles en contacto, el calor del agua y el vapor flotando a su alrededor, lo que inicio con suavidad, apenas un toque de sus labios se volvió más intenso a medida que la diminuta distancia entre ellos desaparecía, sus besos cada vez más apasionados, las manos masculinas acariciando su espalda mientras las de ella se enroscaban en su cabello, era simplemente perfecto, mantuvieron sus ojos cerrados con sus frentes apoyadas contra la otra, saboreando el instante de amor, separándose para respirar tratando de calmar sus corazones desbocados – Te amo. – Susurro unos minutos después de silencio.

- También te amo.

Nebra estaba completamente ruborizada mientras se colocaba su pijama luego de secarse, su cabello goteaba sobre su espalda hasta que una toalla cayó sobre su cabeza y con movimientos suaves trataba de secarlo, finalmente fue dejaba sobre sus hombros mientras los labios de su pareja besaban su sien con cariño.

- ¿Puedo cepillarte el cabello? – Ella asintió.

A pesar de que no tenía su color natural Zora disfrutaba pasar las hebras por sus manos, mientras el acicalamiento relajaba a la mujer, usualmente cuando compartían misiones esto se convirtió en un momento intimo e imperdible, solía finalizar siempre con un beso en su frente.

- ¿Ves que si pudimos dormir juntos? – Pregunto en un tono de broma mientras la tenía abrazada por la espalda, Nebra se había negado a recostarse con él en la cama individual por pensar en la incomodidad, pero él luego de perseverar consiguió que se acostara.

- Vamos a despertar con un dolor en el cuerpo por la mala postura.

- La pobre anciana. – Se burlo Zora reteniéndola cuando intento pararse – Sé buena, simplemente tenemos que dormirnos. – Susurro en su oído lanzando un escalofrió por su cuerpo – O podemos no dormir.

- ¡Pervertido! – Chillo al sentir el movimiento que la dejo recostada sobre su espalda con él elevándose sobre ella. 

Cincuenta besos entre las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora