Mirandose

126 15 1
                                    

Asta se rio de forma ruidosa al ver como Noelle era alcanzada por uno de los globos de agua con los que jugaban Magna y Luck, la chica se ruborizo avergonzada por la forma en que su ropa se había humedecido pegándose a su figura, su modestia la domino por completo así que convoco su magia para golpear al chico sin magia, pero debido a que cerró los ojos termino bañando también al resto de sus compañeros, que corearon su nombre en medio de gritos, ya que el mago del rayo libero una pequeña chispa que fue conducida por el líquido electrocutando a todos, sonriendo ampliamente.

- Esto es tu culpa. – Se quejo la adolescente mientras restregaba el suelo del pasillo con fuerza, Yami acudió por el escándalo de la sala común y castigo a los tres involucrados, incluyéndola a pesar de sus protestas.

- ¡Fuiste tú la que mojo todo!

- Si no te hubieras reído de mí no lo habría hecho.

- Solo me reí porque te veías graciosa. – Comento acercándose con su propio balde y trapeador – Yo terminare.

- No. – Dijo después de estar tentada a aceptar su propuesta, ella hizo algo inapropiado en la base afectando a sus compañeros, el castigo fue suave comparado al de Magna y Luck en la jaula de las bestias mágicas – Puedo hacerlo.

Asta sonrió sin que ella lo mirara, antes habría sido imposible que la princesa ensuciara sus manos con trabajo manual, pero gracias a la forma de vida que llevaban en la base no le quedo otra opción que aprender, él estaba muy orgulloso de ella.

- Se van a maltratar tus manos. – Dijo con suavidad al agacharse a su lado y sostener su mano con la suya.

- No es nada, Asta. – Murmuro en voz baja mientras sus mejillas se sonrojaron – Además esto no es nada comparado a la pelea con el demonio.

- Lo sé. Fuiste increíble, tu magia es tan sorprendente, pudiste luchar contra Fana de uno a uno.

- Por supuesto que lo es. – Dijo en tono orgulloso antes de que se resbalara con el piso mojado y cayera sobre su pecho.

- ¿Estás bien? – Cuestiono preocupado ayudando a que se sentara.

- Sí.

Su rostro se ruborizo apenada por su torpeza, no quería que Asta la viera fallar en una tarea tan sencilla como secar su desastre, él solía hacer este tipo de trabajo sin ninguna complicación por lo que ella también debería poder hacerlo, viendo como parecía estar dándole demasiadas vueltas al asunto en su mente se agacho para besar su mejilla de forma juguetona, como respuesta al gesto ella dio un leve sobresalto girando su cabeza a ambos lados del pasillo para asegurarse de que no hubiera nadie a la vista, mantenían su relación en secreto por la timidez de Noelle, además ella también estaba luchando con las probables reacciones que tendrían sus hermanos si se enteraban, quizás la repudiarían.

- Terminare aquí para que podamos ir a dar un paseo ¿de acuerdo? – Asta ladeo el rostro ante la falta de respuesta, Noelle giro el rostro al darse cuenta de que se había quedado viendo el movimiento de sus labios.

- Esta bien.

Una vez que quedo todo limpio se cambiaron de ropa, avisaron que saldrían un rato a los miembros que estaban en la sala, todos sonrieron con complicidad, pero no dijeron nada para avergonzarlos, Yami incluso estaba pensando en conversar seriamente con ellos antes de que pasara algo que hiciera que Nozel lo colgara.

Se tomaron de la mano poco metros después de entrar en el bosque, Noelle todavia se avergonzaba cuando hacían ese pequeño gesto por lo que Asta comenzó a conversa para aligerar el ambiente, lo que funciono fácilmente empezaron a reírse mientras pensaban en el futuro después de terminar todo el conflicto.

- Ya verás apenas terminemos con todo seguiré reuniendo méritos y me convertiré pronto en el Rey Mago.

- Tienes que apresurarte para que podamos estar juntos.

- ¿Si no me convierto en el Rey Mago no estarás conmigo? – Apretó levemente sus manos unidas.

- No quise decirlo de esa manera. – Murmuro incomoda – Pero soy un miembro de la realeza, Asta. Hay ciertas expectativas que tengo que cumplir y ciertamente las decisiones que afecten a mi futuro o el de mi casa debe ser considerado por sus miembros.

- Entiendo, pero Noelle te amo por encima de cualquier cosa y luchare por ti. – Las palabras dolieron en su corazón porque él siempre estaba dispuesto a defenderla y animarla mientras que ella se mantenía en silencio por temor al qué dirán en la nobleza.

- A veces siento que no te merezco.

- ¿No es esa mi línea?

- No, no lo es. Eres una persona que cree firmemente en sus sueños, sin darle importancia a lo que los demás digan de ti, eres fuerte y valiente. –Noelle mantuvo su mirada en la suya – En cambio, yo no pude hacerles frente a mis hermanos hasta que llegaste a mi vida, te estoy agradecida por eso, no sería nadie sin ti.

- Estas equivocada, Noelle. Siempre has sido sorprendente solo necesitabas creer más en ti misma, solo te ayude como tú me ayudaste a mí.

- No me importa si te conviertes en Rey Mago o no, estaré contigo sin importar nada. – Su rostro se ruborizo al decir esas palabras.

Asta sonrió con afecto mientras recogía una flor para ofrecérsela, metió una mano en su bolsillo con una actitud relajada, ella le devolvió la sonrisa mientras levantaba la mano para recibirla, entonces sus miradas se encontraron, el ambiente se volvió ameno y los ojos rosados cayeron sobre los labios de su pareja, aquello no pasó desapercibido para el chico que además podía sentir el anhelo en el ki de ella, sus ojos se colocaron sobre su boca, la respiración se detuvo en sus pulmones mientras se acercaban el uno al otro para besarse como si una fuerza invisible los uniera indiscutiblemente.

Ellos se besaron tímidamente por primera vez aquel día.

Noelle tendría que usar todo su control para no contestar las preguntas de Vanessa sobre su evidente rubor. 

Cincuenta besos entre las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora