El Día

2

NIELS

El martes, mi hermanastra me vino a buscar al instituto.

Engla y yo nos conocimos hacía 3 años y desde entonces, tenemos una relación bastante rara.
Ninguno sabíamos lo que era estar enamorado, hasta que nos dimos cuenta que nuestro vínculo iba mucho más allá de ser hermanos.
En el centro ya corrían rumores de todo tipo, pero nunca la habían visto en persona.
Se esperaban a una friki, que escuchaba música heavy y para nada atractiva. Pero, se toparon con una mujer de 22 años, de pelo negro, unas curvas impresionantes y una sonrisa que enamoraba.

Cuando llegué a ella, todos  estaban observándonos.
Pero, no les iba a dar el gusto de ver más a mi novia, así que nos fuimos.

Nos había costado mucho comenzar a salir, porque nuestros padres (su madre y mi padre) son ultra religiosos y esto era pecado. Sorprendentemente, no les sorprendió del todo. Solo tardaron 3 meses en darnos su aprobación.
3 meses en los que, me había dado cuenta de que me había complicado la vida para nada. Porque, cuando por fin conseguí lo que ya quería, cuando todo jugaba a mi favor, me enamoré de otra chica.
Elin, la hermana melliza de Gisli y la prima de Brenda.
Yo sabía que  sentía lo mismo. Y por eso, me había metido en un lio muy grande.
Durante todo el camino a casa, me di cuenta de que, amaba a dos chicas y que en ninguno de los casos, iba a acabar con las dos a la vez.
El miércoles, en la entrada todos se me quedaron mirando. Incluso mi mejor amigo Angus.
A primera hora teníamos Educación Física y fuimos al gimnasio.
Me encerré en el baño para que dejaran de mirarme como si fuera el nuevo del instituto.
“Viste a la hermanastra de Niels?” le preguntó Esben a Gisli.
Los gemelos de diferente sangre estuvieron hablando durante unos eternos 10 minutos sobre lo buena que estaba mi novia y lo mucho que les gustaría tirársela. En esos momentos solo quería que viniera Kaira a salvarme, aunque era el baño de chicos, tenía los suficientes huevos para sacarme de ahí y pasar todo el día pegada a mí como una lapa.
Es la única amiga verdadera que he tenido y supongo, que tendré. Las mujeres de Trondheim solo quieren a los chicos como Gisli, los que somos un poco diferentes  pasamos totalmente desapercibidos.
Salí del baño porque ya estaba cansado de escuchar a esos dos.
Llevaba un pantalón de deporte gris, una sudadera negra sin ningún tipo de estampado y una bandana que evitaba que mi pelo pelirrojo me tapara la visión.
Aunque Kaira no me vino a rescatar, estaba esperándome en un banco. Cuando me vio salir, se acercó corriendo.
“Niels!!!!!!” me dijo antes de abrazarme como un koala.
Como era normal, al no tener sangre nórdica corriendo por sus venas, era la chica más bajita del instituto.
Pero eso a ella no le incomodaba, era capaz de matar a alguien solo para proteger a los suyos.
La clase de Educación Física transcurrió con total normalidad. Después, nos volvía a tocar Matemáticas. Entré el primero en clase y me senté al final del todo. Seguidamente, se sentaron todos los HAVET.
“Te crees que vamos a dejarte solo?” me dijo Hans.
Hans es el más alto con diferencia.  Sorprendentemente es el novio de Lena y sorprendentemente es de nuestro grupo.
No somos los frikis del instituto, somos los “satánicos” aunque realmente creo que no saben de lo que hablan.
A la hora del recreo, todos estaban cuchicheando sobre mí y al final, los VINUL vinieron  a hablar conmigo. Menos mal, que Kaira me vigilaba desde la lejanía y vino a defenderme cuando los VINUL vinieron a por mí.
“Cuánto le pagas?” “Es imposible que ella esté con alguien como tú” “Si algún día quiere conocer a un hombre de verdad, dile que me busque” “Me da mucha pena” Y este tipo de comentarios me lanzaron los machitos mientras me detallaban como se acostarían con ella.
“Veréis VINUL, no sé si sabréis lo que es el amor” les dijo Kaira “El amor real digo eh, más que nada lo digo porque no creo que ninguna chica se haya acercado a vosotros para algo que no esté relacionado con el sexo”
Todos se le quedaron mirando sorprendidos y los entiendo, yo también me sorprendí cuando la conocí. Nadie se espera que alguien que mide un metro y medio tenga tanta mala ostia.
Pero así es Kaira.
Cuando los VINUL se cansaron de poner caras serias para intimidarla, se fueron.
A pesar de todo lo que me pasó ese día, no fue un día malo.
Cuando llegué a casa, estaban mi novia y su madre. Comimos y después ella y yo nos pasamos toda la tarde jugando a videojuegos.
El viernes nos tocaba irnos a esa maldita casa para encerrarnos con estúpidos, pero estaba convencido que algo bueno sacaría de ahí.