Egoísmo Y Más Deseo

13.1K 987 188
                                    

Negrilla y cursiva: pensamiento

Solo negrilla: Tono de voz fuerte.

<< hola >>: recuerdo

X: persona/s sin importancia en la historia.

El día tan ansiado había llegado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día tan ansiado había llegado. Katsuki e Izuku habían logrado entrar a U.A, siendo el rubio el del primer puesto e Izuku de segundo.

Ahora ambos se encontraban caminando juntos a su destino. Lo más gracioso fue ver como casi el pecoso cae de cara, pero una chica castaña de mejillas rellenitas lo hizo flotar.

— Muchas gracias por la ayuda — habló el pecoso, dando una leve reverencia.

— No hay de que, soy Uraraka Ochako — se acomoda mejor su mochila — ¿Cuál es tu nombre?.

— Oh, soy Izuku Midoriya, mucho gusto, Uraraka — sonríe.

— Jeje... ¿Y tú eres?, Pregunto nerviosa, debido a la mirada del rubio.

— ... Tsk, vámonos deku, llegaremos tarde — agarra al peliverde de su mochila y empieza a caminar.

— ¿eh? Lo siento, ¡a kacchan no le gusta llegar tarde! — gritó, debido a que se iba alejando de la castaña —  kacchan eso fue grosero...

— No me importa...

Los dos chicos empezaron a caminar de manera más lenta, hablando sobre sus trajes de héroe que habían diseñado hasta que llegaron a su aula.

— ¡Bien!, ya sabes kacchan — lo mira con una sonrisa tranquila —  tienes que hacer amigos... ¿Ok?.

— Eso no sirve de nada... — decidió ignorarlo, no tenía interés en socializar demasiado, solo lo necesario — además te tengo a ti, no necesito nada mas.

Izuku lo miro serio. Una parte de él se sentía feliz, pero la otra no tanto. Quería que él rubio hiciera más amigos, después de todo, en la escuela media había dejado de socializar con los demás, y todo después de que Izuku se reveló contra todos.

— Bien... Pero vas a ver que harás buenos amigos — acarició la mejilla blanquecina de manera lenta y tierna, Katsuki solo se dejó hacer, le gustaba el tacto del pecoso — ya veras...  — aunque tal vez mis celos no sean de mucha ayuda.

Katsuki decidió volverlo a ignorar. Izuku soltó un largo suspiro, para seguido poner su mejor sonrisa, y así decidiendo entrar a aquella gran aula.

Su primera impresión fue agradable, aunque para el rubio fue indiferente. Ambos caminaron hacia dos pupitres vacíos, el rubio se sentó adelante y atrás de él estaba el pecoso.

— Nee kacchan~

— ¿Mnm? — voltea — que pasa d-.. Dek-

— Deku, es de-ku — deletreo — te dije que esta bien, no me molesta.

Izuku, Lo siento! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora