Quiero Experimentar Con Tu Cuerpo

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Negrilla y cursiva: kmo

Solo negrilla: Tono de voz fuerte.

<< hola >>: recuerdo

X: persona/s sin importancia en la historia.

Izuku respiraba agitado, el choque de pieles resonaba en el lugar, junto con los constantes gemidos y maldiciones que soltaba katsuki

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Izuku respiraba agitado, el choque de pieles resonaba en el lugar, junto con los constantes gemidos y maldiciones que soltaba katsuki.

Trataba de hacerlo callar con su mano, pero el rubio lamia y mordía, haciendo que lo suelte y este aproveche para enrollar sus brazos en su cuello y así soltar gemido tras gemido cerca de su oreja.

Katsuki estaba disfrutando ver las expresiones de Izuku. Los gruñidos, jadeos y el fuerte agarre en sus caderas sólo lo estimulaba más, deseando que el pecoso lo poseerá, ya sea por gusto o por necesidad.

Y todo esto había comenzado porque el había golpeado e insultado a Izuku en medio de la cafetería, por celos, lo que lo volvía más ridículo, según Izuku.

Era obvio que Izuku se enojo por su "actitud infantil"; y como dejó de hablarle o entrenar con el, katsuki hizo lo que alguien normal no haría. Le ofreció sexo en el almacén de objetos para entrenamiento, justo en horario de clases. Izuku al principio lo miró con cara de pocos amigos, pero luego cayó en las provocaciones que le daba katsuki, terminando ahora en esta situación.

Habían iniciado a tener sexo unas semanas atrás, cuando a katsuki le dieron otros ataques de celos más intensos. Una cosa llevó a la otra y terminaron cogiendo como conejos en la habitación de Izuku. Después de eso no pudieron parar.

A Izuku le gustaba hacerlo con katsuki, pero sentía que faltaba algo, y como buen curioso que es, decidió buscar en Internet. Mala idea. Ahí empezó a desarrollar ciertos fetiches y deseos extraños, queriendo hacerle todo eso al rubio, solo que no encontraba la manera de pedírselo sin que este lo mandara al diablo. Así que decidió esperar a que el rubio tuviera otro ataque de celos para así poder cumplir uno de sus tantos deseos.

Pero empieza a dudar de poder lograr eso con su poco auto control, y cree que nadie puede culparlo si se trata de katsuki. Ya que es alguien que con solo una sonrisa te cautiva.

Ahora volvamos a la situación actual. Izuku dejando marcas por todo el pecho de katsuki mientras este se masturba con una mano, y la otra se sostiene de uno de los brazos del pecoso. Izuku sonrió al ver la mirada perdida que tenía katsuki, estaba tan acostumbrado a ver una mirada llena de arrogancia y superioridad, que verlo rogando y llorando por más fue algo que alteró todo sus sentidos.

En cambio katsuki estuvo fascinado cuando vio la faceta ruda y atrevida de Izuku al momento de hacerlo, creyó que sería alguien atento, soso, demasiado amable para su gusto, pero fue totalmente lo opuesto. Lo poseía de manera tan salvaje que llegaba a dar miedo, para después pasar a sentir un placer abrumador que hacía cosquillear sus cinco sentidos.

Izuku, Lo siento! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora