No Todo Suele Ser Color Rosa

7K 683 146
                                    

Negrilla y cursiva: pensamiento

Solo negrilla: Tono de voz fuerte.

<< hola >>: recuerdo

X: persona/s sin importancia en la historia.

— ¡Izuku, Por favor!, hey mírame, en serio lo lamento, te juro que yo no lo hice, ¡él me obligó! — su grito era desesperado, llamaba la atención de todo el que estuviera cerca de esos dos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Izuku, Por favor!, hey mírame, en serio lo lamento, te juro que yo no lo hice, ¡él me obligó! — su grito era desesperado, llamaba la atención de todo el que estuviera cerca de esos dos.

— I-Izuku, por favor, te lo ruego...

El de mayor estatura detuvo su andar, suspiro una última vez antes de voltear y mirar fijamente al chico rubio que lloraba detrás suyo.

— ¿Me ruegas?, pareciera que eso es lo único que sabes hacer bien, rogar, llorar, pedir disculpas, nada más — su mirada era neutral, ninguna expresión facial que mostrará su nivel de ira, lo único que lo delataba era su tono de voz.

— Ugh... — camino hasta estar frente a frente con el peliverde. Se aferro a aquella camisa blanca perfectamente planchada — Bien, esta bien, eso es lo único que hago, solo se rogar y llorar y-y nada mas... Soy un inútil, lo sé pero, por favor perdóname.

Habían algunas personas viendo aquella escena, unos sentían lastima, otros algo de gracia y algunos simplemente lo ignoraban para no meterse en problemas.

— Mierda, Katsuki — lo agarro de su brazo y se lo llevó a rastras, Katsuki solo se dejó hacer mientras trataba de calmar su llanto.

[...]

— I-izu... Duele... Ah!...

— Cierra la boca, Katsuki — subió su mano hasta la boca del contrario, callando los sonidos que este soltaba.

— Mngh!... Nmhn...

En la habitación se oía el constante choque de pieles, el ambiente era caliente, pero tenso a la vez. Katsuki lloraba y se aferraba a las sábanas, rogando porque después de esto el mayor lo perdonará. Izuku solo arremetía contra la suave piel, dejando la marca de su mano en la delgada cintura.

— I... Ku...

Al escuchar la voz del rubio le dio otra nalgada, penetrando con más fuerza y golpeando su punto débil. Katsuki volvió a hundir su rostro en la almohada, resignándose a hablar.

[...]

Despertó con la luz del sol golpeando directamente a su rostro, parpadeó varias veces antes de divisar el durmiente rostro del peliverde. Su expresión era relajada, tranquila, completamente diferente a la de hace unas horas, ¿Por qué tuvo que suceder eso?.

Prometió no hacerlo otra vez, no gritarle frente a medio mundo, no usar su quirk y lastimarlo. ¿En qué diablos estaba pensando?, oh cierto, en nada. Se dejó llevar por sus celos, nuevamente, y en vez de conversarlo decidió hacer una escenita en medio del comedor, y de paso un maldito extra lo había besado justo en frente de Izuku, sin razón alguna. El chico apareció, y lo beso, como si se conocieran de toda la vida.

Izuku, Lo siento! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora