Capítulo 10

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Terminé de ordenar mí habitación y vaya que el tiempo pasaba rápido, solo me quedaba una hora para cambiarme e ir a la casa de Rick. 

Era hora de amarme, puesto que abrí el placard y saque el vestido más elegante de día que tenía, estaba entre dos uno rojo y otro violeta pero decidí ir por la segunda opción, lo dejé sobre la cama e ingresé a bañarme, al salir me vestí y me maquillé con un labial rojo sutil, no muy llamativo y me peine dejando un mechón cayendo por mí mejilla y el pelo en una coleta ondulado.

¡ Ahora sí estaba lista para salir !

<< ¿Si sabes que vas a la casa de tu amigo, verdad?>> 

<< Solo digo porque te vestiste para el infarto>> - acusaba mí mente- calla de una vez.

- ¡si! sé dónde voy y también sé que no puedo permitirme estar cabizbaja, debo aumentar mí autoestima y amor propio, vengo pensándolo hace rato, solo que no encontraba el motivo hasta hoy. 

Al llegar vi como la mandíbula de los tres caía abruptamente - creo que le llaman "Gravedad"- no paraban de mirarme con sus ojos destellando brillos.

- ¿Qué les pasa? ¿ Se encuentran bien? 

- ¡Rach...! - decía Rick 

- Estas... - continúo mí amiga

- ¡ Preciosa, realmente PRE CIO SA !- finaliza Rubí.

- Por favor, adelante, nos espera una tarde bella y reflexiva- decía Rick, mientras yo lo miraba desconcertada pues él lucía muy guapo con un traje gris acorde su cuerpo y se había colocado una fragancia exquisita "Acqua di Gio" de Armani, que hacía alterar involuntariamente a mis hormonas...

Rebbeca y Rubí nos miraban atónitas pues ellas se habían puesto muy cómodas, estaban vestidas de sport y por la cara de Rebbe creo que le asombró vernos así.

Ingresamos a la mansión y en sus pisos podrías reflejar tu cara de lo pulidos que estaban, tomamos asiento en el living y Samantha la chica que había comenzado a trabajar para los Rice, se acercó sutilmente.

- ¿ Desean que les traiga algo en especial Señor? - dijo dirigiéndose a Rick.

- Sam por favor tráenos té, el mío con muy poco endulzante y ya no me llames señor, sabes que no me gusta- le dijo Rick con voz dulce a Samantha.

- Esta bien se... Joven. Enseguida vuelvo - respondió para luego retirarse a hacer sus labores.

Rick

Samantha había ido a hacer nuestro Té y yo todavía seguía anonadado, no podía creer que la maravilla de mujer que tenía frente a mí sea mí amiga.

<< y tu que pensabas hablarle de autoestima>> 

- sigo pensando que debemos hablarlo así que calla, ordené a mí cerebro -

- woow pero si estás guapísima - le dije a Rach sin disimulo- y Rebb junto a Rubí giraron la cabeza cual protagonista de el exorcista. 

-U... ustedes también están guapísimas no me miren así- dije temeroso - y comenzaron a reír.

- jajajaja, ¡debiste ver tu cara!.

- tranquilo sabemos que te trae loco -dijeron Rebb y Rubí al unísono en voz baja cerca mío. 

- ¡Amiga! ¿Y  a ti qué bicho te ha picado para tal elegancia? - preguntó curiosa Rubí mientras giraba a Rachel.

- El de el amor propio - respondió ésta sin tapujos - es que me he tirado al abandono por muchos meses, culpa de la depresión en la que caí por el incidente ocurrido y hoy desperté decidiendo qué se debía terminar.

- Casualmente, la cita de ayer que se pasó para hoy debido a que alguien durmió de más, era para eso - le comenté.

- ¿Para qué? - me dijo desentendiendose.

- Para hacerte ver lo valiosa que eres para mí... - mí cara de ruborizo- Y para las chicas - continúe para disimular- para que veas que una mujer como tú, tiene mucho potencial y una belleza inconmensurable- terminé la oración afirmando una gran verdad.

- Tú no vales por lo de aquí - y señale su cuerpo- que si bien es perfecto... No va al caso de la explicación. 

-Tu vales por lo de aquí - le señaló Rebbe el corazón - 

- Acompañado un poco por lo de aquí- dijo Rubí tocándose la sien haciendo referencia a su mente.

- Amiga, Roger no supo valorar el diamante en bruto que eres.- Dijo Rebbeca

- Eres una joya preciosa, invaluable- dijo Rubí.

- y no permitiremos que sigas creyendo las mentiras de terceros o las que tu propia mente te hace creer en ocasiones- dije abrazándola - Cuenta con nosotros siempre, y oye... Me alegra que justo hoy decidieras comenzar a amarte, nos ahorraste el sermón - todos comenzamos a reír -.

Samantha llegó con las infusiones un poco tarde- después de mucha charla y mucha risa Rubí se había ido junto a Rebbeca, solo Rachel recibió su infusión con cara de agradecimiento - pero no la juzgaría, por lo menos no hoy, ya que era su primer día aquí y tenía una cena por demás interesante con la chica de mis sueños. - eso si ella acepta claro está-

  Dirigí mí mirada hacia Rachel, estaba sentada como toda una dama bebiendo el té.

- Mmm... Realmente es riquísimo - le dijo a la chica encargada del Servicio

-Es una infusión de frutilla, señorita, da gusto que le agrade - respondió la muchacha para luego continuar con los quehaceres 

- Rach... ¿Quieres quedarte a cenar?

- No quiero molestar - me dijo un tanto avergonzada.

- No te preocupes, tu no molestas - le dí un cálido abrazo - ¿Entonces te quedas? - dije mirándola fijamente.

- Esta bien me quedaré, pero ayudaré a Sam, la pobre como que no se halla todavía - Decía mientras sonreía y se dirigía hacia la cocina.

                            

<<Esto estaba pasando realmente... ¿El niño rico me estaba invitando a cenar?>>

>> Si, realmente está pasando, ese quien te flechó con su mirada el primer día cuando ensució tu blusa, ese mismito te está invitando a cenar en su mansión.

Me dirigía a la cocina para ayudar a Samantha con la cena, era el primer día de la pobre en la mansión y ya había fallado, no quería que falle nuevamente y por eso la echaran -por lo poco que sabía, los padres de Rick eran súper exigentes cuando se trataba del servicio -.

- ¡ Hola Sam ! Si me permites quisiera ayudarte con la cena esta noche ¿Me dejas?

- ¡Oh Señorita! No tendría que tomarse estás molestias por favor - decía avergonzada, mientras lloraba debido a que había comenzado a picar la cebolla.

- Tranquila para mí no es molestia, es todo un placer poder cocinarle a Rick-lo digo y me ruborizo aún sin quererlo - empezaré a ayudarte, seguiré picando, tu ve y adelanta pasos.

Realmente... ¿Estás vacía? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora