Capítulo 6

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- ¿ Te sientes bien? -Me pregunto Rick algo preocupado

- N...no dije Temblorosa- algo que era totalmente cierto, esa situación me incomodaba muchísimo, pero debía afrontarla- pero por favor déjame con este sujeto a solas, necesita decirme algo y quiero saber con qué me saldrá esta vez.

- ¿Pero quién es? - Cuestionó intrigado.

- Luego te cuento, te lo prometo- le dije esbozando una sonrisa

- Esta bien esperare- esperar y esperar solo eso debía hacer << Calma Rick >>

Mientras tanto, a un costado del bar, estábamos Roger y yo. 

El llevaba puesto una campera de cuero negra, debajo la camisa roja que tanto me gustaba y sus tenis preferidos.

En cambio yo me había vestido para el infarto - como cada vez que salgo -  unas bucaneras Negras con un vestido plateado escote en V, mí pelo estaba con algunos bucles que me había hecho Reb y llevaba mis aretes favoritos

- Fue una casualidad encontrarte, ahora se que vienes aquí vendremos más seguido - dijo sarcásticamente -

- ¡ No se te vaya a ocurrir! Este es nuestro lugar de distracción desde ese día en que te encontré con regata allí, ya sabes... - Dije incómoda y molesta -

- ¡ ja ! Eres ingeniosa con los apodos, con respecto a eso te aparte justamente para pedirte perdón por todo el daño que te he hecho, tu siempre fuiste una buena compañera pero yo me comporte como un imbécil. Me había enamorado de Renata y no sabía cómo decírtelo.

- y haciendo el asqueroso con ella, en tu cama a plena luz del día  era una buena manera de develar el misterio ¿Verdad? - Dije notablemente dolida.

- Lo siento mala mía, discúlpame por ... - Justo cuando iba a soltar lo que parecía una sincera disculpa, aparece en escena Rebbeca hecha un demonio y sin más fue a echarle el caballo encima. 

- ¡ Que haces tu aquí malnacido, Ya me tienes hasta el queque ! Escucha y no te hagas el pato... llévate a la zorra de tu novia contigo y márchate antes de que mí paciencia se agote - pronunciaba en un ataque de nervios Reb, no se exactamente que le pasó, aunque podía imaginarlo, ya saben, Ella, Rubí... bueno ¿para qué explicar más no ? Lo cierto era que  parecía que un torbellino había pasado por su cabeza -

- Ya maldita loca déjame, está bien , solo pasaba por aquí a tomar algo con mí novia y cuando vi a Rachel vine con bandera blanca en alto a pedir perdón -. Le decía el sujeto a Rebeca mientras esta lo empujaba sin poder moverlo del lugar, pues la contextura física del hombre era grande.

Rubí observaba desde la barra con desagrado como el sujeto en cuestión había llamado loca a su novia, pero nada podía hacer más que intentar calmar las aguas - pues estaba en horario laboral - Señorita Rebeca - le dijo muy dulcemente para atraer su atención y sacarla de aquel mal trago.

- Ahorita voy a ayudarte Ru - le respondió calmadamente, mientras se dirigió hacia el bastardo por última vez.

- ¡ Vete Roger, vete! Y no molestes más a mí hermana - ahora sí con esto dicho dio media vuelta y se marchó a ayudar a su novia, dejándome nuevamente con él.

-¿Sabes qué Güey? Te disculpo, no por ti, ni por ella, si no por respeto a mí persona y mi integridad -continué diciéndole - Pues necesito cerrar este capítulo en mí vida, necesito sanar y para eso los necesito fuera de ella, así que aquí ambos mueren para mí. 

- Está bien, nos alejaremos si eso quieres- dijo convencido.

- Una solita cosa más - me dirigí a Renata, sí lo sé dije bien su nombre, quedamos frente a frente y le dije

Realmente... ¿Estás vacía? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora