Amantes • JJK +18 [COMPLETA]

Capítulo 28: Luciérnagas

Canción del capítulo: Adele - Lovesong

Esta canción queda mucho con la historia.

Advertencia: Posible intento de lemon.

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JiHyo estaba fuera del restaurante sintiendo la brisa de la noche, JaeYoon se había emocionado al verla y la presentó a SongHa, la niña era adorable, no lo negaría, sabía que esos dos niños no tenían idea de los problemas de sus padres. Había estado hablando por horas con la señora Jung planteándose muchas cosas así misma, creció en una familia normal, tuvo una vida normal hasta que apareció JungKook en su vida, siempre supo que el embarazo fue muy pronto en sus vidas pero haber tenido a JaeYoon era algo de lo que nunca se arrepentiría.

Incluso el mismo JungKook se lo había dicho, era una buena madre pero como esposa ya no era lo mismo. Respiró profundo cerrando sus ojos dejando que el viento revolviera su cabello, ¿En qué momento su matrimonio se rompió por completo? ¡Oh, sí! En el momento que ella decidió engañarlo y él igual, JiHyo no sentía ningún tipo de afecto hacia EunWoo, nunca lo sintió, era atractivo, sí, pero sólo podía usarlo para satisfacer sus deseos carnales.

"El sexo no lo es todo en la vida ni en una relación, muchacha, te lo repetiré de nuevo, eso puedes conseguirlo en cualquier lugar pero una relación estable no la encontrarás en todos lados"

Repitió las palabras de la señora Jung en su cabeza, no dudaba de sus emociones, pero...¿Acaso no seguía sintiendo algo por JungKook ocultando su nombre a EunWoo? No, ¿Qué clase de amor es ese? Las veces que EunWoo la hizo suya comenzaron a pesar en su pecho.

—Sí, estoy engañándote desde hace seis meses, la chica que viste en el vídeo es la mujer que me trae loco por ella y por la que suspiro cada noche—la soltó retrocediendo. JiHyo estaba roja de la ira— ¿Ahora me darás el divorcio?

Sonrió con malicia levantándose.

— Me alegra que te diviertas con ella pero no eres el único en tener diversión con alguien más.

— ¿Qué?

—Estoy engañándote desde hace seis meses también, JungKook—se echó a reír—¿Ahora quién ríe más?

—Eres una porquería, JiHyo—tomó una bocanada de aire—Los dos somos una porquería—pasó sus manos por su cabello rojizo—¿Qué demonios estoy haciendo?

— ¿Omma?—la chica volteó mirando al niño de cabello oscuro— ¿Por qué estás aquí sola?

JiHyo le sonrió dulcemente ofreciéndole su mano.

— ¿Quieres caminar con mami un rato?

JaeYoon asintió tomando su mano, caminaron despacio por aquella calle tranquila alejándose del restaurante. El niño sentía que algo le pasaba a su madre.

— ¿Estás triste porque appa no está?

—Estoy pensativa.

— ¿Hice algo malo?

—Claro que no, cielo, no has hecho nada malo—se detuvo agachándose colocándose a su altura. Tomó sus manos queriendo preguntarle directamente—En realidad...quisiera preguntarte algo, ¿Puedes ser honesto conmigo al responder?

JaeYoon asintió mirando con atención a la pelirroja.

— ¿Alguna vez te has sentido abandonado por mí?

— ¿Abandonado?

—Sé que no todo el tiempo estoy contigo, sé que no todo el tiempo estamos contigo, pero hemos hecho nuestro mejor intento para demostrarte cuanto te amamos y lo importante que eres para nosotros—sonrió un poco—JaeYoon, ¿Eres un niño feliz?

JaeYoon no supo porque su madre preguntaba aquello, sólo había una cosa importante para él.

—Soy feliz cuando tú y appa están conmigo—respondió—Si ustedes son felices yo también lo soy.

JiHyo sintió un nudo en la garganta, abrazó al niño besando su mejilla y él también la abrazó fuertemente.

—Me gusta ser tu madre.

JaeYoon sonrió.

—Y a mí me gusta ser tu hijo, omma.

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Había una cicatriz en el abdomen de WooMi, era la marca que había dejado aquella bala tres años atrás, JungKook depositó un delicado beso en ella estando sobre el cuerpo desnudo de la chica, luego de la cena habían compartido besos y caricias llegando a la cama mientras se deshacían de la ropa, el pelinegro subió a sus labios dejando un camino de besos dulces que la hacían sentir amada, WooMi acarició sus mejillas mirando sus ojos brillantes como las luciérnagas que brillaban afuera, la habitación estaba a oscuras pero no necesitaban luz para lo que venía.

JungKook admiró aquel rostro femenino recordando la primera vez que la vio, siempre pensó que Jung WooMi era hermosa, no necesitaba que usara tacones o kilos de maquillaje, ella era hermosa naturalmente. El cabello castaño de ella caía sobre la almohada, acarició su labio inferior con su pulgar besándola suavemente acomodándose entre sus piernas, hace tres años habían estado en esa situación y hace tres años el final fue caótico, esta vez las cosas serían diferentes, serían mejores.

Porque ambos lucharían por lo que tenían. No necesitaban pensarlo ni hablar más de ello.

El beso fue interrumpido cuando JungKook necesitó colocarse el preservativo, WooMi lo ayudó un poco teniendo cuidado de no romperlo, él lo colocó en su miembro más que despierto introduciéndose en ella sin prisa llenándola de besos haciéndola suspirar. WooMi deslizó su mano por aquel brazo tatuado colocando una de sus piernas en la cintura del pelinegro, cuando tocó aquel punto débil para ella gimió haciéndoselo saber, volvieron a besarse compartiendo un largo beso lento, JungKook la embistió de manera dulce siendo más placentero y satisfactorio para ambos, tomó las manos de ella entrelazándolas con sus dedos, siguió moviéndose apoyando su frente con la de ella.

Ambos mantenían sus ojos cerrados dejándose llevar por la pasión, dulzura y sensación del momento. Los gemidos provenían de ambos sin ser escandalosos, JungKook mantuvo el mismo ritmo incluso cuando las piernas de ella temblaron al alcanzar el orgasmo, unas estocadas más y él también llegó al punto alto respirando tan agitado como ella. Liberó sus manos permitiendo que ella abrazara su cuello jugando con su cabello.

Se miraron a los ojos que seguían demostrando la pasión y el deseo que sentían por el otro.

—Te amo—susurró ella. No se cansarían de decírselo al otro—Te extrañé mucho.

—También te extrañé—depositó un beso en sus labios—Y también te amo—volvió a besarla una vez más.