Capítulo 21

1.1K 114 54
                                    

Kim Jimin había decidido permanecer cerca de allí a donde fuese su hermano pequeño, la extraña escena que había montado hacía un par de horas lo tenía pensativo. No había podido dejar de darle vueltas al asunto, fue entonces cuando vio cómo Taehyung se dirigía hacia donde Jeongguk había ido, siguiéndolo sigilosamente con la curiosidad al punto más alto.

— Jeonggukie —lo llamó con su tono de voz grave habitual. Pudo ver como Jeon se giraba y se ocultó a tiempo para que éste no pudiese alcanzar a verlo—, quisiera hablar contigo, ¿puedo?

El más joven no llegó a responder con palabras, sino que asintió al notar que su garganta no se había preparado para pronunciar algo a tiempo.

— ¿Podemos ir a tu habitación?

El maknae dudó un instante y no supo qué contestar a aquello.

— ¿No puede decirme aquí, hyung?

Jimin no podía escuchar muy bien desde donde se encontraba, por lo que maldijo varias veces en voz baja al no poder descifrar sobre qué estaban hablando.

— Preferiría que no. Mis hermanos podrían oír.

El silencio se hizo y se mantuvo allí por unos siete segundos en los que Gguk creyó que no podría mantenerlo fuera de su espacio por mucho tiempo, por lo que terminó accediendo dejando que Kim entrara antes mientras él se encargaba de mirar a sus espaldas por si alguno de los otros hermanos estaba por allí merodeando, pero no vio nada.

Pudo ver a Taehyung caminar hasta su cama y sentarse sin decir nada en lo que miraba en dirección al de menos edad que se encargó de dejar la puerta del cuarto cerrada.

— Bueno —colocó sus manos unidas tras su espalda en lo que se quedaba allí de pie. Sus instintos ahora le decían que no se fiase de ninguno de los hermanos y eso era justamente lo que estaba haciendo—, ¿qué era eso que tenía que decirme?

— ¿No vas a sentarte? —preguntó el otro tratando de parecer sorprendido, pero lo cierto era que únicamente se encontraba nervioso... Bueno y, tal vez, un poco molesto.

— No me apetece sentarme, hyung. Puede decirme lo que sea, lo escucharé desde aquí.

Quien estaba sentado sobre el colchón bajó la mirada a los pies del contrario, notando el estado de ánimo de éste.

— Parece como si me tuvieras miedo, Jeongguk...

— ¿Uhm? N-No, no es eso, hyung. Perdóneme si di a creer eso.

— Jeonggukie... Quizás tú no lo hayas notado, pero incluso empezaste a llamarme con más respeto ahora, antes parecías más cercano conmigo y ahora... Ahora no —Gguk tragó saliva, incómodo—. ¿Te pasa algo?

El chico de rostro más infantil negó de manera exagerada, logrando molestar incluso más al otro que lo miraba desde su asiento.

— No estás siendo nada sincero conmigo y eso no me gusta nada.

Las alargadas manos de Tae presionaron el colchón con la fuerza de su peso y se puso de pie para mirarlo de frente sin necesidad de verlo desde aquel ángulo incómodo.

El menor se había preparado física y mentalmente para un posible acercamiento no deseado del contrario, incluso sus piernas habían dado un paso atrás por el repentino movimiento.

Kim Jimin, que mantenía una de sus orejas pegada a la puerta, se impacientó en el instante que escuchó a su hermano decir aquello. La idea de tener que cargar con su hermano si éste supiera algo respecto a lo que Jeon y él hacían algunas noches, era completamente inaceptable y desafortunado, por no mencionar que si Taehyung lo amenazaba con decirle a sus demás hermanos sobre ello, él podría no estar en las mejores condiciones.

— Mierda. —musitó sin dejar de oír lo que hablaban en el interior de la habitación.

— Vamos, ¿no vas a decirme?

— ¿D-Decir qué? No sé qué quiere decir, hyung...

— No me vengas con eso de hyung y esa vocecita idiota —Esta vez su tono de voz se notó enfadado—. ¡Estoy enfadado, Jeonggukie!

Los ojos de corderito del más pequeño no dejaron de ver en la misma dirección. No sabía muy bien a qué se estaba refiriendo, pero comenzaba a tener varias ideas al respecto.

— ¡Lo sé todo! —exclamó.

— ¿T-Todo?

— ¡Sí, todo! —Volvió alzar la voz— ¡Sé que te follas a mi hermano Jimin!

Jeongguk abrió los ojos como platos y se lanzó a callar la boca del contrario para evitar que alguien en el exterior pudiese alcanzar a oír de qué se trataba su conversación.

— Hyung, cállese, por favor...

— ¡No, no voy a callarme! —Continuó una vez se deshizo de la mano que trataba callarlo— ¡Lo gritaré las veces que sean necesarias! ¡Es injusto porque yo soy el que mejor te ha tratado y a mí no me has dado ese tipo de beneficios!

De nuevo, el maknae no podía creer lo que escuchaba. ¿Qué se creían todos allí? ¿Qué era su puta particular? ¡Era demasiado indignante! Tenía ganas de golpear al contrario porque ya no era capaz de guardar tantos malos sentimientos en su interior, sentía que era el momento idóneo para liberar algo de esa tensión que había estado acumulando y le daría igual si luego los demás hermanos lo molían a palos por haber hecho daño a Tae. De hecho, él mismo ya se había propuesto comenzar a golpear el cuerpo ajeno cuando la puerta de su habitación se abrió a su espalda, dejándolo completamente helado y sin llegar a darle tiempo para girarse a recibir a la persona.

— Eres un hijo de puta —Jimin pasó al interior, apartando el delgado cuerpo de Jeongguk, y tomando al otro del cuello de su camiseta—. Deja de joder de una maldita vez.

Ambos hermanos comenzaron a empujarse y pelear, no llegando a hacerse demasiado daño por el momento.

— ¡Hyungs! Por favor, no peleéis...

— Esto es tu culpa —dijo Taehyung—, si no te hubieses dejado follar el culo por éste, yo no me sentiría ahora el más gilipollas del universo.

Jimin aprovechó para empujarlo con fuerza hasta dejarlo caer al suelo. Rió sarcástico tras sus palabras y lo miró con superioridad desde arriba.

— Siempre supe que tú también estabas interesado en tirártelo —Se cruzó de brazos al ver que su hermano no trataba de incorporarse—, eres muy evidente, Tae.

El nombrado frunció el ceño y trató de levantarse en un rápido movimiento, pero Jimin se lo impidió propinándole una patada en el pecho.

— No intentes levantarte o voy a romperte la maldita cara.

— ¡Hyung! ¡Deje de hacerle daño!

No es que a Jeongguk le importase realmente que esos dos saliesen heridos, solo que a él lo asustaban mucho ese tipo de situaciones tan agresivas.

— Tú cállate, Jeon. Es él quien quiere pelea, gritando cosas que no le incumben en lo absoluto. Sí, me lo follo —confesó al fin—, ¿qué pasa? ¿Algún problema?

La mirada del mediano de los tres gritaba una y otra vez que sí había un problema con eso. Él estaba dolido de alguna forma porque a pesar de que aquel chico era el primero que trabajaba para ellos al cual no había tratado como una mierda, ese mocoso le había llegado a llamar la atención hasta el punto de no encontrarle demasiado interés en hacerle la vida imposible, cosa que había cambiado al enterarse de la relación que éste mantenía con su hermano.

— Hyung, por favor, no diga nada de esto —habló Jeon bajando la cabeza y situándose a un lado de Jimin—. No sé qué puede llegar a pasar si todos se enterasen...

Taehyung se mantuvo en silencio un buen rato, dejando a Jimin y a Jeongguk bastante confusos, hasta que creyó dar con una ‘especie de solución’ que jamás llegaría a convencer a Jimin.

— No diré nada si yo también puedo follármelo.

Living in a beautiful sin [Gguk Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora