Capítulo 13

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Kim Jimin mostró su más sincera sonrisa al ver al menor frente a él con su cuerpo tembloroso y su mano aún congelada sujetando el pomo de la puerta. El mayor desvió la vista hacia allí y apartó su mano en cuanto entró a la habitación. Cerró la puerta él mismo y volvió a dirigirse a Jeongguk.

—    Bueno, Jeonggukie... Creo que tú y yo tenemos mucho de lo que hablar —Su tono de voz sonó más tranquilo de lo que planeó y se felicitó a sí mismo por el increíble control que había tenido para ello—. Ven, sentémonos.

La diestra de Kim atrapó la muñeca del contrario sin ejercer fuerza bruta y lo guió hasta la cama para que ambos se sentaran, uno al lado del otro.

El menor lo observó en silencio juzgando las acciones del mayor, preparándose para lo que fuera que le iba a decir.

—    ¿De qué quiere hablar, hyung? —Aquella pregunta fue realizada con un hilo de voz. Su tono fue tan delicado y bajo que Jimin ni siquiera pudo mostrar su enfado.

—    Verás, pequeño... —comenzó a decir— Mi hermano Jin me ha contado que te encontró frente a la puerta de Yoongi.

El peli-rosa no se perdió el detalle del más joven tragando saliva incómodo.

—    Y bueno... No es que eso sea algo extraño, ¿no? —Jeongguk negó con la cabeza y Jimin asintió dándole la razón— Pero —volvió a hablar—, ¿sabes lo que sí es raro?

El más joven se quedó paralizado unos largos segundos sin saber qué debía responder, hasta que se limitó a negar con la cabeza.

—    Lo asustado que has salido de allí.

Los filosos ojos de Jimin mostraron su total atención a Jeon quien intentaba zafarse de la vista del de más edad sin llegar a lograrlo.

—    Jeongguk... —lo volvió a tomar de la muñeca— ¿podrías decirme que sucedió allí dentro?

—    ¿Q-qué sucedió? —Su voz sonó más alterada en el instante en que su brazo fue sujetado— No ocurrió nada malo, hyung... Es sólo... —Sus ojos intentaron no volverse un mar de lágrimas mientras se enfrentaba a la mirada juzgadora del contrario— que no sé lidiar con Yoongi hyung... Es muy complicado y me habla mal...

El segundo menor de los Kim se relajó visiblemente soltando al más pequeño sin apartar la vista de él.

—    ¿Estás seguro de que es sólo eso? —le preguntó.

—    ¿Q-qué otra cosa sería? —Se hizo el inocente como si no supiese hacia qué camino iban las palabras de Jimin.

El mayor río con un aire de diversión y miró al más joven obscenamente.

—    Como si no supieras a qué me estoy refiriendo —soltó sin más observando cómo la incomodidad del menor se iba haciendo más notoria—. Pero si de verdad no sabes de qué estoy hablando, puedo hacerte una demostración...

—    Mm... —negó el chico en respuesta— No es necesario, hyung.

Jeongguk intentó mantener la calma. Sabía que si respondía de una forma demasiado directa, Jimin iba a hacer con él lo que le diera la gana, y aunque también podía hacerlo teniendo cuidado con las palabras que pronunciaba, prefería ser algo más precavido y al menos procurar librarse.

—    ¿Y si quiero hacerlo igual?

Jeon no lo miró. Se quedó en silencio sin ni siquiera mover un músculo.

Podía notar la penetrante mirada del mayor atravesándolo por segundos y no sabía si lo más correcto era hacer contacto visual o no.

—    No sé porqué eres tan distante conmigo, Jeonggukie... Soy con el que mejor podrías llevarte si me das un poco de... —El peli-rosa lo miró de arriba a abajo y se relamió los labios con descaro— tu bonito cuerpo... Podría incluso olvidar algunas cosas que mis hermanos pueden tener previstas para ti.

Living in a beautiful sin [Gguk Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora