Living in a beautiful sin [Gguk Harem]

Capítulo 6

Al escuchar ese grito proveniente de la habitación de Kim Seokjin, Jeongguk corrió como alma que lleva el viento hacia dicho lugar. Encontrándose con la cama del mayor de los hermanos incendiada y al propietario parado en la puerta totalmente congelado.

Justo al lado de las llamas se encontraba Yoongi con una leve sonrisa dibujada en su rostro mientras observaba el panorama.

Jeongguk fue corriendo a por el extintor que se encontraba en la cocina de la casa, volvió y comenzó a llenar la cama con la espuma que soltaba dicho objeto. Cuando terminó, se dio la vuelta sujetando aún la bombona, y trató de averiguar si estaba enfadado o asustado. Después de eso se dispuso a hablar.

— ¿Qué ha pasado?

— ¿Es que acaso no es evidente? —respondió algo obvio el mayor de todos— Yoongi le ha prendido fuego a mi cama.

— Te avisé, Jin. Ahora no me vengas llorando y quejándote.

— Creía que tendrías un límite, pero ya veo que no. Seguramente un día de estos termines matándonos y te dé igual. —resopló el pelinegro.

«Mary, vete. Quiero hablar a solas con mi hermano. Creo que el pobre está sordo y no se entera cuando le hablo»

Fueron unas de las palabras que recordó el mayor de los hermanos antes de que la amenaza fuera hecha.

«Te he escuchado perfectamente, Yoongi»

«Si tanto te molesta que nuestros cuartos estén tan cerca, pide a alguno de nuestros otros hermanos que lo intercambie contigo»

«No voy a cambiar de habitación porque a ti no te salga de los cojones respetar las horas de dormir de los demás. Así que lo vengo a decirte es que hoy será el último día que venga a quejarme, porque a la próxima que tenga este problema te quemaré el cuarto»

Jin creyó que la amenaza de su hermano de un año menor era graciosa. Pensaba que ese gruñón sólo era capaz de hablar pero no de cumplir la gran mayoría de cosas que le decía.

Ahora sabía que no era precisamente porque no se atreviese, sino porque, aunque no lo pareciese, tenía autocontrol.

«Sí, tú ríete.
A ver quién ríe el último»

Y lo recordó desapareciendo por la puerta.

El castaño alzó la vista al techo preguntándose en su interior cuánto más tendría que aguantar.

En realidad no le importaba demasiado, pues haría lo que fuese por conseguir el dinero suficiente para que él y su familia vivieran en condiciones.

Justo en la puerta aparecieron de pronto Namjoon, Hoseok y Taehyung. Los cuales estaban algo confusos observando la cama del mayor de la casa.

— ¿Qué ha pasado? –preguntó esta vez el menor de los hermanos al castaño.

— Que Yoongi me ha quemado la cama. —respondió el pelinegro mientras lo fulminaba con la mirada.

— Woah... Nunca creí que lo dijeras en serio... —habló Taehyung sintiéndose aterrado por dentro al imaginar a su hermano haciéndole lo mismo a él— Me aseguraré de no molestarte otra vez, hermanito.

Después de hablar las cosas y conseguir que, milagrosamente, Yoongi pronunciase un "Bueno, puede que me haya pasado. Intentaré controlarme más la próxima vez" los siete se dirigieron a la tienda de muebles más cercana en busca de una cama que pudiese usar el mayor en los próximos días.