Capítulo 8

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Antes que nada quería deciros que por x problemas, continuaré escribiendo esta historia en solitario, como siempre debí hacer, nunca aprendo en que para esto de escribir con alguien debería elegir a personas que realmente vayan a seguir con ello y no vayan a dejarme tirada a mitad de camino o cosas así, so... sólo era para decir eso, y también algo más importante. Y es que estoy pasando por una etapa un poco complicada, tengo algunos problemas y quizás esto haga que ralentice mi frecuencia en subir capítulos (aunque más de lo que he estado tardando creo que sería imposible) pero bueno, quería avisaros por si acaso.

Ahora os dejo de molestar con mis cosas y os pongo lo interesante, que es el siguiente capítulo de esta historia.
Muchas gracias, como siempre, a todos los que me leéis y a todos los que me dejáis vuestros comentarios y votos, sois un gran apoyo para mí.♥︎

«❦ ❦ ❦»

"Ahora, chúpamela"

Fueron las palabras que resonaron una y otra vez en su cabeza.

¿Qué le estaba pasando?

En un solo día había conseguido que dos de los jóvenes para los que trabajaba hubiesen hecho con él lo que quisieron. Y él no había podido hacer nada para evitarlo.

— Vamos, ¿a qué esperas? —De nuevo la voz de Jimin se hizo audible en su mente— Abre la boca y métetela entera.

Jeongguk seguía mirándolo desde dónde se encontraba, en el suelo arrodillado, suplicándole con la mirada que no lo hiciera. Que lo dejara huir de aquella situación tan desagradable.

Pero, para su desgracia, Jimin no iba a permitir aquello. Estaba furioso porque su hermano había disfrutado de ese pequeño y él moría por cualquier contacto físico con el menor. Y ahora iba a tenerlo sí o sí.

El chico de cabellos castaños volvió a sentirse igual de indefenso que en la situación que tuvo antes con el otro hermano. No paraba de repetir las mismas palabras en su cabeza "Por favor, que llamen a la puerta" "Que alguien interrumpa este momento"

Estaba demasiado asustado como para prestar atención al mayor, el cual se cansó de esperar y se dispuso a sujetar los cabellos ajenos para que empezase de una maldita vez con su labor. Entonces, Jeon volvió a repetir en un hilo de voz que lo dejara pasar y que le compensaría de alguna forma.

— La única forma en la que quiero que me compenses ahora mismo es esta. Así que deja de hablar y chupa. Cuanto antes lo hagas, antes te irás. —respondió el de cabellos rosados en un tono imponente. Aunque hubiese dicho que se diese prisa, por dentro, lo único que quería era que ese momento a punto de comenzar no terminase.

— Lo siento... —fue lo que alcanzó a oír el mayor en labios ajenos.

El más inocente observaba en silencio el miembro duro del contrario, el cual tenía que llevarse a la boca por petición del mayor.

No quería hacerlo. Sentía náuseas y notaba cómo todo su cuerpo se tensaba impidiéndole hacer o pensar algo coherente.

— ¿No sabes cómo empezar? ¿Quieres que te ayude? —habló el peli-rosa con maldad en el tono de voz— Puedo hacerlo si quieres. Pero te acabaré rompiendo la boca.

Al oír aquello, Jeongguk tragó en seco.

Lo que dijo el chico lo hizo reaccionar, acercando su cara a la excitada entrepierna de Kim Jimin.

Separó sus labios en un movimiento que para el de más edad fue desesperadamente lento y casi se la introduce en la cavidad bucal. Sólo que el segundo menor de los Kim se lo impidió apartando su cabeza.

Living in a beautiful sin [Gguk Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora