Living in a beautiful sin [Gguk Harem]

Capítulo 2

La puerta fue abierta por completo, dejando pasar al chico de cabellos castaños y ojos oscuros brillantes con un par de maletas de mano.

Jin se fijó en ese detalle y, sin dudarlo, abrió la boca para preguntarle.

— ¿No traes muy poco equipaje? —dijo extrañado aún desde la puerta.

— Sí —respondió el chico girándose a mirarlo—. Iré luego a recoger más cosas. Me han avisado hoy de este trabajo y me ha pillado un poco de imprevisto, por lo que no he podido prepararlo todo a tiempo...

El recién llegado miró extrañado a uno de los chicos que se había acercado a él, quitándole de las manos lo que llevaba encima.

— Vamos, que te digo dónde queda tu habitación —habló el de cabello rosa, animándolo a seguirlo. Jeongguk tan sólo asintió en silencio, mientras ambos eran perseguidos por el resto de la familia—. Aquí es. —dijo una vez se detuvo frente al cuarto donde habían dormido tantas otras personas.

— Tendrás que cambiar las sábanas —habló ahora Taehyung—. Justo hoy se fue nuestra anterior interna y no creo que hubiese tenido previsto que iba a auto-despedirse tras unas horas de hacer la cama.

A Jeongguk eso lo asustó.

¿Se había ido ella por su cuenta?

¿Sería porque había encontrado un trabajo mejor o...?

— Puedes entrar —participó en la conversación el chico de pelo morado—. No vamos a comerte.

El chico sonrió tras decir eso.

Era increíble lo bien que llegaban a comportarse cuando alguien nuevo llegaba a aquella casa, pero a partir de la primera noche las cosas ya iban siendo bastante diferentes.

El joven que supuestamente era el mayor allí, entró maravillado por tal hermosa y amplia habitación.

No podía creerse que dormiría en aquel lugar a partir de ahora.

El lugar estaba increíblemente bien iluminado, dejando pasar los rayos de sol a través de los cristales de dos enormes ventanales, los cuales estaban sobre la cama doble en la que se acostaría cada noche. Ésta tenía pinta de ser muy cómoda, y no dudó un segundo en sentarse al borde del colchón para probarla.

Los chicos lo observaron con atención, en lo que Jimin se adentraba con él para dejar sus pertenencias sobre donde estaba sentado el contrario.

— Gracias. —articuló el chico con cara de inocencia.

— ¿Te parece cómoda? —Hoseok parecía interesado en los actos del nuevo y decidió hablar él también— Puedes ser sincero.

Jeon asintió con una tímida sonrisa, para acto seguido levantarse avergonzado por haber olvidado por unos cortos segundos que ellos seguían allí.

— Es muy cómoda.

Todos sonrieron amables. Hasta que el segundo mayor de los hermanos Kim tuvo que abrir la boca para hablar.

— ¿No eres muy joven para quedarte a cargo de nosotros?

— Tengo veintisiete años... —dijo haciendo una pausa para que éste le dijese su nombre.

Al chico que le gustaba que lo llamasen Suga sonrió divertido por lo que parecía ser una maldita broma.

— Tú no tienes veintisiete años —Negó Yoongi muy seguro de ello—. Mi nombre es Yoongi —Se presentó—. Así que recuérdalo muy bien antes de decir una tontería, porque soy el que menos tolera las mentiras aquí.