Capítulo 17

1.4K 152 19
                                    

— ¿Estás seguro de que hará esto?

— Nam, la cuestión no es si lo hará o no —curvó sus labios en un intento de sonrisa macabra—, sino qué dejará que le hagamos a él.

Kim Namjoon mantuvo ese gesto de alegría en su cara, aun pensando en que su hermano era alguien a quien no parecía importarle nada, ni por el hecho de que el chico fuese menor ni por el de hacer algo como eso. A él no le importaba hacer daño a alguien, pero tenía sus propios límites, o al menos eso creía porque había terminado arrastrándose hasta la habitación de Jeongguk en su compañía.

— Pero te advierto que su culo es el paraíso.

«❦ ❦ ❦»

— ¡¿Qué?!

El grito del menor logró agradar al de más edad en la habitación, encogiéndose de hombros como si no acabase de decir una burrada.

— Hyung, no pienso hacer eso.

Frunció sus cejas, inclinándolas y dándoles a entender que lo que querían sus mayores no era algo que estaría dispuesto a aceptar.

— No sabes lo que dices, Jeon —Yoongi se incorporó mirándolo muy seriamente a los ojos—. ¿Crees que Jimin va a dejarte tan fácilmente? Vas a necesitar mi ayuda tarde o temprano y si no haces lo que te digo, no vas a obtener una pizca de ella.

Namjoon observaba en silencio cómo su hermano mayor se las apañaba para convencer al menor. No quería decir nada, al fin y al cabo por mucho que se imaginase lo que estaba ocurriendo, no lo sabía todo.

— Te estoy hablando muy en serio, Jeongguk. Podría darte unas cuantas razones por las cuales sé que vas a necesitarme, pero prefiero que tú mismo aceptes tenerme de tu lado, porque te voy a decir una cosa, mocoso, y es que si alguien puede ayudarte a librarte de Jimin, ese alguien soy yo.

El menor negó lentamente.

— No entiende. Yo mismo hice un trato con él. Necesito el dinero y él...

— Oh, así que es eso. ¿Él va a pagarte por tener sexo contigo? —Su sonrisa se hizo visible en sus delgados labios— ¿Es que acaso te gusta? ¿Por qué decidiste elegirlo a él?

El joven Jeon no sabía qué responder a todo aquello. No entendía porqué era tan importante y qué le incumbía a Kim Yoongi lo que hiciera o dejase de hacer, a fin de cuentas, ellos ya le habían demostrado que iba a tener que buscarse la vida por él mismo en aquella casa y si le surgió la invitación de Jimin a cambio de una buena suma de dinero y él la aceptó, pues así había ocurrido.

— ¿Sabes cómo se le llama a alguien que se vende por dinero?

— ¡Cállese! ¡No lo entiende! ¡No entiende nada!

Yoongi se mantuvo en silencio unos cortos segundos, mirando al menor con serenidad.

— ¿Qué es lo que no entiendo? ¿Qué te gusta andar de puta?

— Yo no soy eso...

Los ojos del chico castaño se llenaron de lágrimas por cómo se estaba volviendo la situación. ¿Por qué no lo dejaban tranquilo ni aunque fuera un instante? Él sólo quería llegar a su habitación para llamar a su madre y poder charlas por unas horas, la extrañaba.

— ¿Entonces qué eres?

— Yo sólo quiero ayudar a mi madre... Estoy aquí porque necesito el dinero para ella.

Yoongi y Namjoon se dedicaron una mirada de desconcierto y volvieron a mirar al niño.

— Eso no es de mi incumbencia. Yo sólo te estoy advirtiendo sobre mi hermano. Quizás creas que te estoy mintiendo por echarte un polvo, pero sólo me aprovecho porque te has metido en la cama con el peor al que podías mostrarle el culo.

— Jeongguk, en eso mi hermano tiene razón. —habló ahora Namjoon y ahora sí llegó a preocuparse.

— Créeme, niño. No soy un santo, pero no soy conocido por mentir precisamente. No tengo ningún temor a decir exactamente lo que pienso.

— Y... ¿por qué no debí exactamente aceptar la propuesta de Jimin hyung?

Kim Yoongi sonrió antes de volver a abrir la boca para hablar.

— Mi hermano suele ser muy obsesivo cuando alguien le interesa en el ámbito sexual, sólo voy a decirte eso. No tengo porqué detallarte lo que ha hecho anteriormente con otras chicas y chicos. ¿Te basta eso?

Jeon Jeongguk se dejó caer sobre el colchón, quedando tumbado boca arriba mientras era observado por los dos hombres allí. Sentía que había vuelto a cometer un error y todo por haberse dejado llevar por lo mucho que le interesaba el dinero y también por desaparecer cuanto antes de allí.

— Igualmente yo me iría nada más conseguir la suma que necesito...

— Mira, haz lo que quieras, enano, pero no me tengas esperando como un idiota. Si no vas a querer mi ayuda, perfecto, pero luego no me vengas llorando.

Se puso en pie viendo cómo esperaba a que su hermano lo siguiera y siendo vistos por el menor que ya no sabía qué debía hacer al respecto. Sabía que fiarse de los hermanos había sido un error que ya había cometido pero ¿quién era el más peligroso? Ya no sabía qué le convenía más.

— Hyung... —pronunció y ambos hombres se detuvieron antes de abrir la puerta— Es que si acepto, voy a morir de cansancio.

— Habértelo pensado mejor antes de aceptar ser la puta de Jimin —El chico de pelo mentolado y raíces negras se giró para mirarlo—. ¿Cuánto te ha exigido rendir?

Jeongguk bajó la cabeza antes de dar una respuesta.

— Él quería pasar a verme todas las noches, pero logré que lo dejáramos en una noche sí y otra no.

— Para ser un novato en el sexo, pareces haberle cogido bien el gusto.

— No diga eso... Yo ni siquiera quiero.

Yoongi rodó los ojos y se volvió en dirección al menor mientras Namjoon se quedaba en silencio frente a la puerta pero de espaldas a ella.

— Yo ya te dije que vendría siempre que se me antojase. No voy a ponerte un horario exclusivo como Jimin, pero sí que vendré cuando me apetezca, lo que sí puedo hacerte el favor de no venir los días que mi hermano te hace la visita, así te ahorro que comience con sus celos de tenerte exclusivamente para él, pero nada más.

Jeongguk asintió sin decir nada.

— ¿Y cuántas... veces serían?

— No hay un número exacto. Si una semana quiero tres días, pues tres; si otra semana no me apetece nada, pues no apareceré; y si sólo me apetece una pues sólo te haré una visita. ¿Hay trato o no?

— Sólo con una condición. —Se atrevió a decir el menor.

— ¿Perdón? No hay condiciones. Yo soy el que te está ofreciendo ayuda.

— Por favor... Es importante. Dadme un par de horas y haré lo que me pidáis. Hoy después de mucho tiempo, voy a hablar con mi madre... la extraño.

El de los ojos más pequeños se lo pensó un momento y terminó accediendo a la condición del menor, claro estaba porque al final él salía ganando.

— Está bien. Dos horas, ni un minuto más. Si te tardas, no tendré ningún problema en comenzar con tu madre al teléfono.

— Vale, hyung. Gracias.

——————————————/////———

Finalmente estoy aquí de vuelta, creí que actualizaría este sábado atrás, pero al final me ha llevado un par de días más.
Espero os estéis cuidando mucho por allí y, como siempre, que sigáis leyéndome y disfrutando de lo que os traigo, aunque sea muy de vez en cuando.

¡Os quiero demasiado!

Living in a beautiful sin [Gguk Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora