Capítulo 4

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Jimin se había levantado de mal humor esa mañana.

La noche anterior había podido escuchar cómo su único hermano menor se levantaba de su cama y salía de la habitación.

Era raro porque no era común en Taehyung despertarse a medianoche. Y si es que lo hacía, solía ser para ir al baño. Pero ellos tenían uno que compartían, y él no había entrado precisamente en la puerta de éste, sino que simplemente salió de allí.

Tras unos segundos en los que se debatía entre seguirlo o no, decidió hacerlo por mera curiosidad.

Cuando sus ojos se clavaron en la figura alta y oscura, por la escasa luz de la noche, pudo apreciar que llevaba algo consigo. Algo pesado al parecer. Pero no sabía distinguir de qué se trataba.

Entonces lo vio pararse frente a la puerta del cuarto de invitados, donde dormía Jeon Jeongguk, y empujar ésta dejando pasar un poco de la luz que provenía de aquel sitio. Fue en el momento en el que pudo darse cuenta de lo que su hermano llevaba encima, era un saco de dormir.

Frunció el ceño ante tal descubrimiento.

Pensaba dormir allí con el menor.

¿Qué se le pasaba a ese enano por la cabeza? ¿Por qué estaba tan empeñado en hacerlo enfadar? ¿Es que acaso no podía simplemente dejarse llevar y actuar con el nuevo como con todas las mujeres que habían pasado por el mismo trabajo?

No. Él tenía que tratar diferente al chico. Él tenía que ser el especial para el menor. Y eso no iba a quedar así. Al menos no si él podía cambiarlo.

«❦ ❦ ❦»

Kim Jimin caminaba por el largo pasillo, yendo en dirección a la cocina.

Era el primero en despertar, sin contar al pequeño de la casa, que se había levantado temprano para hacer las tareas de ésta y preparar el desayuno a sus mayores, antes de que éstos despertaran.

— Buenos días, Jeongguk—saludó el chico de cabellos rosados—. ¿Qué tal has dormido? Espero que bien. Supongo que mi hermano se encargó de ello.

El menor se asustó al oír la voz de Jimin. No se esperaba que alguien más estuviese tan cerca. Pero lo que más le había impactado fueron las palabras que utilizó el mayor para hablarle.

— B-Buenos días, J-Jiminie —respondió con algo de miedo ante una situación en la que no sabía cómo actuar—. He dormido bien... ¿y tú?

— ¿No vas a decirme más nada? —habló ahora más cerca de lo que a Jeongguk le hubiese gustado— Por ejemplo, ¿cómo sé que Taehyung ha dormido contigo?

— Hyung —Giró un poco su cabeza para mirarlo—. Sólo quería asegurarse de que yo estaba bien...

— Ya... Ese es el problema, pequeño —dijo bastante cerca de su oído—. ¿Acaso te hice algo tan malo para que mi hermano tuviese que hacer algo así?

— No... No es eso...

— ¿Entonces qué es?

Gguk se quedó en silencio sin ser capaz de responder a aquella pregunta.

¿Qué podía decirle?

Daba igual lo que su cabeza eligiese para decir, le daba la impresión de que el peli-rosa no aceptaría nada de lo que saliese de sus labios.

El mayor no recibió respuesta alguna por lo que se vio obligado a actuar.

— Estoy muy enfadado, Jeongguk —dijo sin apartarse del cuerpo del contrario—. Mucho. Y vas a tener que compensar el haberme hecho enfadar, pequeño. ¿Entiendes?

Living in a beautiful sin [Gguk Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora