Capítulo 15

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Kim Jimin se había venido en el interior de Jeongguk, dejándose caer unos segundos sobre el cuerpo más delgado y pequeño volviendo a recuperarse al instante para seguir con los movimientos de arriba abajo alrededor del pene de Jeon.

— Quizás deba utilizar mi boca para que te corras antes. —Desvió la vista al más pequeño que yacía aún tumbado, tratando de controlar lo que aquella mano estaba causándole a su cuerpo.

— Hyung... —vocalizó él, pero el mayor ni siquiera le prestó atención, sino que metió el miembro de menor tamaño del chico, succionando y lamiendo como si fuera el más experimentado en ello— ¡Cui... dado!

Quién tenía su boca ocupada recibió una oleada amarga, aferrándose a aquel miembro que estaba eyaculando en el interior de su cavidad bucal.

El de menor edad se sorprendió mucho de su propio cuerpo, casi más de lo que le asombró que el mayor se hubiese tomado las molestias en proporcionarle placer a su cuerpo.

Los gemidos del más pequeño se oyeron, a pesar de que había dado todo su esfuerzo para no dejarse oír, cosa que a Kim le encantó y lo demostró con una grata sonrisa en su rostro al mismo tiempo sacaba el pequeño falo de su boca.

Jimin se relamió los labios y fue hasta dónde la cabeza de Jeongguk descansaba, quedándose a un lado de él observándolo con los labios separados e intentando recuperar el aliento.

— De nada. —pronunciaron los gruesos labios de quien tenía sus cabellos teñidos de rosa, logrando que los ojos oscuros contrarios lo mirasen con atención ahora.

Sus cuerpos desnudos permanecieron junto al otro, hasta que el mayor de edad se levantó de la cama para recoger sus prendas y colocárselas en lo que echaba un vistazo a lo tranquilo que había quedado el chico.

— Me pasaré luego para darte el dinero que hemos acordado. 530.224 wons, ¿cierto?

Jeon asintió y Jimin sonrió al verlo de aquella manera, aún sin ser capaz de vocalizar palabra y tan conmocionado por lo ocurrido.

— Ya estoy deseando hacértelo de nuevo bajo los chorros de agua.

Terminó de ponerse la prenda de la parte superior de su cuerpo y salió de la habitación sin decir nada más.

«❦ ❦ ❦»

Esa misma noche, Jeongguk se encontraba con un dolor de trasero insoportable. Se había pasado todo el tiempo tratando de disimular su dolor, lo cual parecía estar funcionando, menos para dos de los chicos que lo miraban en silencio sin poder borrar las sonrisas de sus rostros.

— ¿Qué cenaremos hoy, Gguk? —Yoongi realizó aquella pregunta interesado en saber de qué forma lo miraría el menor después de lo sucedido entre ambos— ¿Has preparado ya algo?

El menor allí negó, incómodo, dándole a entender que no le apetecía ni dirigirle la palabra. Apenas lo miró unos segundos para luego buscar la mirada de cualquiera de los otros.

Taehyung, quien había sido el último en llegar al salón para estar con todos sus hermanos, se percató de lo extraño que estaba el maknae. Si era cierto que él no solía ser muy hablador, pero notaba cierto aura de intimidación.

¿Había pasado algo nuevo con sus hermanos cuando él no había estado delante?

— Podrías preparar kimbap. —Le aconsejó el mayor de los hermanos, siendo aquello lo primero en lo que pensó.

— Ya, pero no sé hacer eso.

Los ojos del chico, que se encargaba de todo en aquella casa, miraron con cara de cachorrito a Jin, cruzándose, sin querer, con la filosa mirada de Jimin, a quién parecía caérsele la baba.

— ¿Y mandu? —participó ahora Kim Namjoon— Creo que hay ingredientes para hacerlo.

— Está bien. Eso sí puedo hacerlo.

El silencio se hizo y las piernas delgadas del chico caminaron en dirección a la cocina, no volviendo a ser molestado por ninguno de los hermanos.

— ¿Qué le pasa a Jeonggukie? —Se interesó Taehyung, oyendo un bufido por parte de uno de los de más edad.

— Yo lo veo bastante bien —respondió Hoseok, encantado por esa reacción tan sumisa en el pequeño—. No sé vosotros, pero estoy seguro de que vamos a disfrutar más de este niño que de ninguna otra chica a la que le hayamos jodido la vida.

— Estoy contigo, Hobi. —habló ahora Yoongi, mostrándole una siniestra sonrisa que ocultaba la verdad en sus palabras.

— No lo sabes tú bien, hyung.

Jimin fue el último que participó, para justo después mostrarse a Jin poniéndose en pie y brindando con su bebida en la mano, alzando esta al aire, para que los demás lo siguieran.

— Por la increíble idea de mamá al haber elegido a este niño de interino.

Todos levantaron su vaso y brindaron con el de mayor edad, incluido el menor de la familia que aún no sabía muy bien cómo procesar todo aquello.

Cada uno de ellos se esparció por algún lugar del salón, quedándose los tres mayores de la casa sentados en sus respectivas sillas, siendo ellos los únicos que no se movieron.

— Hey, Hobi —Se oyó al segundo más viejo llamar la atención del tercero, mientras Jin los miraba con atención—. Ven un momento.

El contrario cambió de asiento, quedando al lado de Yoongi, mostrando interés por lo que el otro tenía que decirle.

— ¿Qué sucede, Yoongi? —El nombrado miró hacia ambos lados, viendo al curioso de su hyung viéndolos en silencio.

— Contigo no va, Jin. No pongas la oreja.

El mayor arrastró la silla al levantarse y soltó unas palabras hirientes al contrario para luego retirarse de allí siendo observado por los crueles ojos, asegurándose de que no alcanzaba a oír nada de lo que diría.

Hoseok se mantuvo en silencio, en espera de que su hermano lo mirase, y volvió a realizar la misma pregunta.

— ¿Qué sucede?

— ¿Pensarías muy mal de mí si me hubiese follado al niño? —dijo en un tono de voz aceptable para que sólo ellos dos pudieran oírlo— Quizás se me haya ido de las manos, pero lo he disfrutado mucho, Hoseok.

Hobi lo estaba mirando con los ojos muy abiertos, quedando bastante impresionado no sólo de lo que había hecho, sino de la casualidad de que tanto uno como el otro habían mostrado interés sexual al menor.

— Nunca había metido mi polla en un chico pero me ha encantado, debo admitirlo. —sonrió al mismo tiempo se encogía de hombros en un gesto relajado.

El menor lo miró unos segundos más, bajando la vista justo antes de soltarle aquello que iba a decirle para justo después de eso dejar a su mayor sin nada más que decir por unos largos segundos.

— Yo me corrí en su cara.

Living in a beautiful sin [Gguk Harem]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora