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Otra semana más se restaba de la cuenta regresiva, parecía rápido, pero Jimin sentía que todo iba demasiado lento, se moría de ganas por tener a su bebé entre sus brazos.

A sus dieciocho semanas estaba por llegar a la mitad de su meta, eso lo emocionaba pues no había tenido complicaciones de ningún tipo y eso era algo bueno. Aunque todavía quedaba un camino que recorrer, él se mostraba positivo.

Era sábado y se había puesto una ropa cómoda para su control. Ya había llamado a Hye-jin para explicarle la situación y que no quería que su acompañante supiera de su embarazo complicado, ella lo entendió y como su deber era con Jimin, aceptó de inmediato.

Su teléfono vibró y lo tomó, se trataba de Jungkook, pues ya estaba esperando por él. Se tomó su tiempo para bajar, sabia que iba con tiempo de sobra, ya que el menor conocía la impuntualidad del omega decidió presionarlo desde media hora antes.

Llegó y esperaba ver a su amigo en la recepción, al no verlo salió salió hasta la calle y se encontró con un auto de color negro en qué estaba montado su amigo.

- Wow, que lindo - sinceró Jimin al ver el auto nuevecito.

- Lo sé - dijo el alfa con el pecho lleno de orgullo.

- ¿De dónde lo sacaste? - preguntó y se sentó en el copiloto.

- Con Tae lo compramos - se encogió de hombros y sonrió avergonzado.

- Y siguen negando que ya están viviendo juntos - rodó los ojo el omega.

- Eso aún no es del todo cierto, nos falta mucho para encontrar un lugar amplio para ambos.

- Ya, entiendo - el omega le miró -. Estoy muy feliz por ambos, pero más por ti. Fui testigo por dos años del amor tan grande que le tienes a ese chico.

Jungkook solo hizo un pequeño sonido para indicarle que lo estaba escuchando, pero la verdad estaba muy apenado para verle a la cara.

No había mucho tráfico, por lo que, el camino fue rápido y tranquilo. Llegaron al hospital y pasaron a los consistorios, justamente dónde lo atenderían a él. Como aún iban temprano, les tocó esperar unos minutos su turno.

Mientras, el alfa mensajeaba con su omega, quién no había podido ir por un trabajo importante en el museo donde trabajaba. Por su lado, Jimin ojeaba algunas revistas especiales para omegas hombres que encontró en la cómoda sala de espera. Leía algunos consejos y de vez en cuando acariciaba su vientre.
Sintió algo así como un pequeño retortijon en el estómago, ya lo había sentido desde hace una semana y ahora se intensificaba. Bueno ese movimiento al parecer era su pequeño bebé. Aún no era tan grande como para que otros lo sintieran, pero sí para que Jimin lo hiciera.

Sonrió cuando sintió varias pataditas. Sin querer sus pensamientos viajaron a Yoongi, se preguntaba si en algún momento el beta quisiera tocar su pancita.

- Señor Jimin, ya pueden pasar - llamó la secretaria amablemente.

Se levantaron de los asientos y Jimin memorizó el nombre de la revista para buscarla después.

- Buenos días, por favor tome asiento, mientras peso y mido a Jimin - pidió la alfa amablemente. Jungkook hizo caso y se sentó en las sillas frente al escritorio.

- ¿Cómo se ha sentido, Jimin? - preguntó llenando su ficha con los datos que marcaba la báscula.

- Bien, nada de náuseas, ni vómitos, de ves en cuando me siento un poco mareado, pero no es nada grave - contó recordando su último mes -. Aunque sigo con muchos antojos, mis pies están algo hinchados y estoy muy sensible.

¡Tendremos un bebé! (Yoonmin) (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora