Muchas veces hay cosas que no debemos decir. Palabras que debieron quedarse en nuestra garganta siempre. Palabras, que una vez que mencionas, no hay vuelta atrás, pues quedan marcadas en la memoria de la persona a quien se lo dijiste y entonces, nada vuelve a ser igual.
Yoongi sentía que había hablado demás, sentía que toda su euforia se había ido por la cañería, ahora lo que más deseaba era borrar sus palabras, mas ya era tarde.
Jimin había bajado la mirada y en un silencio denso, tanto que sentías que se podía cortar con el cuchillo, comenzó a morderse el labio, nervioso, asustado y sin saber que decir o hacer. Por suerte, para él, fue Yoongi quien rompió el silencio.
— Dije eso que uno no debe decir ¿verdad? — susurró mirando por la ventana del que era su cuarto.
Jimin apretó los labios y cerro los ojos tratando de relajarse.
— Perdóname, me deje llevar por la emoción del momento y hable de más — Yoongi intentó levantarse, pero Jimin, con mucha vergüenza, detuvo su mano.
— Espera — pidió con voz bajita y tímida —. Yoongi, no dijiste nada incorrecto o malo.
— Claro que lo hice, no te pido que lo olvides, porque es difícil olvidar algo así, pero...
— Me gustas — soltó el omega por fin levantando la mirada. Trabando sus ojos en los de Yoongi —. En verdad, mucho.
— Pero — adivinó el beta —. Tu tono de voz me dice que hay uno.
— Pero, tengo miedo y muchas dudas — confesó.
— Podrías decirme cuáles son --- pidió volviendo a sentarse a su lado.
— Desde que te conocí me gustaste, al principio fue solo una atracción, pero después hablamos, paso lo del bebé y entraste a mi vida como una estrella fugaz, a diferencia que te quedaste a mi lado --- Jimin apretó la mano que seguía contra la suya ---. Has sido tan atento conmigo, desde el principio, inclusive cuando solo tuvimos sexo, fuiste dulce y me hiciste sentir cómodo todo el tiempo. Después, vino la noticia de que tendríamos un bebé y en ese momento pudiste pedirme que me alejara de ti, que no volviera a dirigirte la palabra, inclusive pensé, que me dirías que no era tuyo o en el peor de los casos, me exigirías que me practicara un aborto.
--- No, yo jamás...
--- Lo sé, sé que jamás me obligarías a hacer algo que no quisiese --- le calló poniendo su mano libre en sus labios. Cuando estuvo seguro que el beta no hablaría, él continuó ---. Dejaste de hablarme por un tiempo y lo entendí, inclusive lo quería de esa manera. Pero, volviste a mí, convirtiéndote en mí ángel, no me dejaste caer, aun cuando yo fui un egoísta que no tomó en cuenta tus sentimientos. Eres un digno merecedor de ser su padre, Yoongi, que nunca te quede la menor duda de ello.
--- Lo sé, Jiminie, me los has repetido mucho este último mes --- le recordó ---. Todo este discurso es muy lindo, pero se que viene el rechazo.
Jimin se mordió y el labio, después de liberarlo, habló ---: Estás seguro que tus sentimientos son enteramente por mí y que no tiene que ver el hecho de que soy el padre de tu hija.
Yoongi juntó las cejas, mientras meditaba las palabras de Jimin. ¿Esa era su duda? Sin duda, el que Jimin cargara en su vientre a su primogénita le daba algunos puntos, pero, eso no era todo. A él le gustaba Jimin, no tenía duda de esa afirmación. Le gustaba por ser apasionado, dulce, fuerte, independiente, cálido, inteligente, sencillo, demonios, podía hacer una lista infinita de todas las razones del porqué le gustaba Park Jimin. Sin embargo, no quería presionar al omega, sabia que sus dudas se basaban en toda la enredada historia que compartían.
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¡Tendremos un bebé! (Yoonmin) (Omegaverse)
Roman pour AdolescentsPark Jimin es un omega de treinta años que esta listo para ser padre, sin embargo no tiene una pareja. ¡No importa! Él puede hacerlo solo. Antes de someterse a un tratamiento de inseminación conoce a alguien qué cambia su vida. ●Historia de capítu...