Capítulo 19.

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El dolor que puedes soportar antes de desfallecer, usualmente es mayor al que has vivido siempre. Tan agudo y mortal que de un solo zarpazo como un lobo solitario, podría partirte en dos. Ahora la culpa me rodeaba, mientras seis pares de ojos me examinaban curiosos, decepcionados, quizá molestos.

Y como negarlo, era mi culpa. Ahora podía entender la razón por la cuál Woojin no podía volver... ¿Cómo podría explicarle al mundo su historia y ser escuchado? ¿Cómo podría ocultar a su pequeña de la vista pública? ¿Cómo podría evitar el odio inmensurable que vendría contra él después de esto?

En la vida de un idol, amar era un pecado... Uno tan grande que hacía temblar hasta a los mejores posicionados de la industria. Nunca entenderé porque debíamos dar una explicación, disculparnos por amar o no permitirnos enamorarnos por miedo a perder todo lo que habíamos logrado, por lo que entrenamos años; por lo que tanto luchamos.

Amar era un pecado. Por muy exagerado que la frase sonara, enamorarte estaba fuera de los límites, era imperdonable. Tanto así que cuando alguien era descubierto faltando a la primera regla pedía disculpas, por tan solo amar. Por ser dueños de su propio cuerpo, de sus sentimientos, de su ser.

Aún podía recordar el escándalo de Jihyo y como ella tuvo que dejar de lado todo sentimiento, porque algunas personas se sintieron dueños y les prohibieron amar. Recordé su llanto incontrolable, mientras contemplaba el anillo en manos de Daniel, anillo que debía rechazar por su sueño, por lo que luchó diez años.

Amar siendo nosotros era un pecado, tan imperdonable que incluso los que juraron amarte podrían darte la espalda, yo amé y ahora sufría las consecuencias de haber amado a través de los años. De no dejarlo ir, de no tragarme de una vez por todas la excusa de que jamás volvería.

Si tan solo hubiera sido valiente...

Si tan solo...

Si tan solo te hubiera podido dejar ir cuando aún podía...

Sin tan solo pudiera regresar el tiempo y no amarte tanto como lo hago...

Si tan solo ni hubiera sido un egoísta empedernido...

Si tan solo te hubieras despedido...

Si tan solo ella nunca hubiera llegado a tu vida...

Tal vez hoy seríamos felices...

Tal vez aún te tendría...

Tal vez...

Tal vez...

No.

Sonreí completamente roto al darme cuenta que los pensamientos que rodeaban mi cabeza eran tan egoístas como lo fui yo al inicio de toda esta pesadilla, de esta misión absurda que nunca dejé ir por miedo a perderlo por completo. A olvidar el amor que me consumió vivo de forma tan inolvidable y en tan poco tiempo.

Ahora lo entiendo, Woo. Debí dejarte ir cuando pude hacerlo...

— Channie... — La voz preocupada de Félix me sacó de el vacío  en el que caí durante algunos minutos.

Lágrimas descontroladas recorrían mis mejillas, el aire atascado en mis pulmones salió bruscamente formando un sollozo desgarrador y dolido. La mirada molesta de Lee Know se suavizó, ahora siendo una triste y preocupada. Innie se unió a mi en un llanto desolado, como si comprendiera a la perfección lo que sentía en ese instante. La culpa, la decepción, la tristeza. Félix tenía los ojos vidriosos de lágrimas intentando escaparse de sus bonitos ojos.

— No lo entiendo... — Pronunció Han. — Seguramente es una noticia falsa, hyung—. Dijo con seguridad mientras pasaba sus manos por mi espalda.

Lo siento Chris. (Woochan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora