Capítulo 3.

529 74 8
                                    

Marqué por milésima vez al móvil de Woojin, sin obtener respuesta otra vez. Mis lágrimas me rodaban por las mejillas y solté un sollozo, no era posible... Esto no podía ser cierto.

—Ya, Hyung... Déjalo ir—. Minho intentó tomar mi teléfono para impedir que volviera a llamarle.

—No, si va a dejarnos... Tendrá que decirme a la cara.

—Tienes que tranquilizarte, seguro esto es un error... Woojin hyung no puede dejarnos... No así—. Changbin fue el que hablo esta vez, mientras Félix era acariciado por el mencionado.

Sostuve el puente de mi nariz y suspiré alejando el teléfono de mi. Todos me observaron con tristeza, Jisung se acercó a mi extendiendo sus brazos para colocarlos a mi alrededor.

—Vamos... No me dejes esperando—. Solté una risa  que se rompió lentamente por mis lágrimas traicioneras, sollocé.

—Channie, no, por favor—. Jeongin me miró con angustia e intentó impedir sus lágrimas más no pudo...

Me sentí culpable por haber vuelto a quebrar su calma... Todos se abalanzaron sobre mi para darme un poco de consuelo y quizá también buscando para ellos. Aclaré mi garganta...

—Vamos a ver una película, ¿Sí?—Ellos me miraron extrañados.—Necesitamos distraernos un poco y tengo más de alguna comedia romántica que saqué del cajón de Changbin.

—¿Qué tú qué?— El color del rostro del mencionado se tornó de un rojo intenso.

—Quién diría que el Hyung Darks sería todo un romántico—. Dijo Hyunjin alzando las cejas en un movimiento divertido.

—Está practicando para cuando se case conmigo—. Minho fue quien habló ganándose miradas asesinas de Jisung y Félix.

—Changbin Hyung, es mío—. Dijo Félix alzando la voz mientras lo abrazaba por detrás para reafirmar su comentario.

—¡Estoy aquí, puedo escucharlos!— intentó cubrirse el rostro sin pedir a Félix que lo soltara.

—Yo quiero ver un Aegyo de Changbin Hyung  ahora mismo—. Soltó Jinsung divertido.

—¡Oh, no mis ojos no pueden mirando tanta desgracia junta!— Seuming soltaba quejidos de dolor fingidos.

—Yo voto porque se tire por ventana—. El Maknae sonrió con maldad tierna en su rostro.

Esa tarde reí y aunque sea por un rato tranquilicé mis ansias,  el ver a todos los niños sentados en el sillón compartiendo caricias y abrazos... Era lo que necesitaba para recuperar un poco de mi.

—Me siento como la tercera rueda—. Dije a Seuming que miraba atentamente la película mientras yo ponía mi atención en las terribles parejitas.

—Ahora sabes como me siento, hyung—. Soltó una sonrisa divertida. —Aunque a veces me gustaría tener a alguien también.

—¿Insinuas que tú y yo?— Su cara dulce cambió a una de terror profundo.

—¡Hyung!— Dijo y estampó una almohada en mi rostro.

—¡Solo bromeaba, Minnie!—Solté  una risotada bajo la mirada extrañada de todos que no tuvieron más remedio que reír con nosotros.

[...]

Me desperté a mitad de la noche por el sonido de mi móvil que insistía en llamar mi atención, me senté en la cama para tomarlo en mis manos y hacer un esfuerzo sobrenatural para impedir que la luz me cegara. Mi corazón subió de golpe a mi garganta al ver el identificador...

"Woojin-ah".

Salí hacia un ventanal en donde podía darme algo de aire fresco, suspiré un par de veces... Y deslice para contestar.

—¿Hola?—No hubo respuesta.— ¿Woojin-ah?—Del otro lado únicamente se escuchó silencio.—Háblame, necesito escuchar tu voz... Háblame.

Me sentí un idiota al saber que mi voz se rompía aún sin quererlo y que esta sería una más a las veces que había llorado por esta situación tan difícil, mordí mi labio inferior y espere su respuesta durante unos segundos. La llamada fue cortada por el  mismo.

—¿Ocurre algo, Hyung?— Un adormilado Hyunjin me miraba.

—¿Eh?

—¿Estás bien? Digo, estás aquí a mitad de la noche y... Hace frío—. Él frotaba sus brazos y fue la primera vez que sentí como el frío se colaba por mis prendas, decidí no decir nada...

—No, no te preocupes, vuelve a dormir, Hyunjin, estoy bien.

Lo observé regresar a su habitación a pasos perezosos dejándome a mi solo con todos mis pensamientos, esos que amenazaban con comerme vivo, ¿Porqué no dijo nada? ¿Fue únicamente para escuchar mi voz? Negué rápidamente ante la idea; me recosté en la cama y cubrí mi cuerpo con las sábanas recordando como se sentía su calor...

Flashback.

—¿No puedes dormir?—Preguntó en un susurro casi inaudible para no despertar a nadie.

—¿Cómo lo supiste?—Bromeé un poco, él se encogió de hombros.

—Intuición, Chris, intuición—. Sonreí ante mi nombre entre sus labios.

—Me gusta como suena—. Me observó confundido mientras se sentaba en la orilla de la cama—. Mi nombre en tus labios, me gusta como suena.

—Creo que me equivoqué, estás medio dormido aún—. Sonrió mostrándose dulce.

—Estoy muy despierto, hyung.

—Lo dudo.

—¿Lo dudas o lo ignoras?— Este juego se estaba volviendo habitual entre nosotros, quién podría lograr más del otro y por alguna extraña razón siempre sentía estar perdiendo.

—No ignoro nada, Chris... Tú sabes que yo también lo siento—. Escondí mi rostro entre las sábanas intentando librarme de ese sentimiento tan abrumante.

—Ven aquí.

—Estoy aquí.

—Así no...—Tiré un poco de su camiseta de pijama—Recuestate conmigo, Hyung.

—¿Qué voy a hacer contigo?—Dijo dejando su calzado a un lado para apartar las sábanas y recostarse conmigo.

—Solo quédate...

La habitación se llenó de un silencio cómodo, coloqué mi rostro en su pecho para escuchar su corazón desbocado y que me sirviera como canción de cuna... Había descubierto que su corazón me hacía sentir tanta calma que a pesar del insomnio podía dormir. Él me apretó un poco más y soltó un suspiro.

—Chris—. Levanté mi rostro para mirarlo, cuando lo hice sentí sus labios sobre los míos en un beso lento en donde él llevaba la voz cantante, diciéndome sin palabras todo lo que necesitaba—. Promete que podemos quedarnos así para siempre.


Asentí, porque en verdad lo deseaba, intenté continuar ese beso tan ansiado, más él  me detuvo con su rostro ansioso por una respuesta real.

—Lo prometo—. Volví a asentir con frenesí para volver a besarlo de forma desesperada—. Te quiero.

—Te quiero—. Respondió y yo...

Le creí.

Fin del flashback.

Lo siento Chris. (Woochan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora