Capítulo 5.

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Cinco años más tarde.

Muchas cosas habían pasado...

Hace tres años ganamos una demanda contra JYP Entertainment, ya hartos de todo abuso impuesto por la empresa sin razón alguna. Cinco años habían pasado desde la partida de Woojin, nadie supo nada de él desde entonces. Pequeños avistamientos nos ofrecían pistas de donde podría estar y con quien pero nada era concreto.

Sabía que los chicos habían querido que diera un cierre a todo esto, pero no podía... No después de enterarnos que JYP fue el culpable de su salida. Cuando pudimos salir del yugo de JYP conformamos una nueva agencia, libre de abusos de poder y donde cada idol pudiera ser el mismo.

Conformamos, zkz Entertainment.

El sonido de unos imponentes zapatos de tacón resonaba por todo el despacho. A pasos apresurados Verónica Wang entró a mi oficina con papeles y una portátil que dejó caer sin cuidado alguno en mi escritorio.

—¿Qué diablos, Verónica? — Ella boqueaba en busca de aire como si hubiese corrido una maratón.

—Ahora recuerdo porque nunca pude ser idol—. Dijo mientras se daba aire con las manos. —Mierda, hasta estoy mareada—. Soltó una risilla tonta.

Me paré de mi asiento para buscar un poco de agua antes de que Verónica muriera, serví un poco en un vaso de vidrio y extendí mi mano para que ella arrebatara el vaso y lo bebiera de un solo trago.

—¿Mejor?— Ella asintió y se dejó caer en uno de los asientos frente a mi escritorio.

—Tengo algo que mostrarte—. Dijo para abrir la portátil y colocar un vídeo.

—¿Qué es eso?— Ella rodó los ojos e hizo una señal de silencio.

En la pantalla aparecía él... Woojin atravesando una de las calles de Corea con calma, como si no hubiese pasado el tiempo. Era él...

—Sé que me pediste dejar de investigar, pero un día después apareció este vídeo en mi correo—. Dijo ella mientras se mordía las uñas.

—¿Es él realmente?— Ella asintió con una sonrisa brillante.

—Cuando este vídeo apareció, tomé unos días de vacación y me dirigí a comprobar si era Kim Woojin y no una patraña como las últimas veces—.

—Verónica esto es...

—Conseguí la dirección de donde trabaja, Bang, no me vengas ahora con mierdas y ve a por él —. Dijo extendiendo un papel arrugado.

—Voy a pensarlo—. Dije colocando el papel a un lado.

—Espero que tomes la decisión correcta, Bang—. Sonrió y pellizcó mis mejillas.

Y se fue dejándome hecho un nudo de sensaciones y sentimientos encontrados.

[...]

—Hyung, ¿Qué opinas?— Dijo Félix extendiendo dos trozos de tela de el exacto mismo color.

—Es lo mismo, Lix—. Él negó con efusividad.

—Blanco hueso y Blanco crema—. Dijo apuntando a cada uno.

—Amor, es lo mismo—. Dijo un fastidiado Binnie, pasando los brazos por la cintura de su futuro esposo.

—¡Es tu boda, maldita sea!—Gritó mientras hacía un puchero. —Al menos podrías fingir que te interesa—.

—Claro que me interesa, Bokkie—. Dijo mientras luchaba por seguir abrazado a él.—Voy a casarme con el amor de mi vida—. Los movimientos de Félix por zafarse del agarre cesaron al instante.

—¿Podemos adelantar la boda?— Changbin y yo lo miramos con caras confundidas. —Quiero casarme ahora mismo—.

—Chicos—. Gritó Minho apenas entrando. —Podrían dejar por un minuto de pensar en meterse la lengua, es asqueroso.

—No dice lo mismo cuando Jisung está aquí —. Dijo un inocente IN para luego huir de los golpes de Minho.

—Puedo confirmarlo—. Jisung habló mientras se acercaba a Minho.

Seungmin los miraba asqueado, mientras Jeongin se escondía entre los brazos de un Hyunjin que no parecía quejarse de tener al Maknae tan pegado a él.

Compartimos una tarde divertida,  entre risas y anécdotas. Saqué mi teléfono de mi bolsillo para verificar una información dudosa que estaba brindando Jisung cuando el papel con la dirección del trabajo de Woojin cayó al suelo. Dejándome recordar la razón de mi dolor.

—Juro que nunca dije eso—. Jisung reía mientras se excusaba.

—¡Muestranos, Hyung!— gritó el Maknae.

—¿Ocurre algo, Channie?— dijo Minho mientras tocaba mi hombro.

—Esto... Es la dirección de un lugar donde Woojin frecuenta—. El  silencio inundó la habitación.

—¿Hablas en serio?— Hyunjin parecía hasta un poco más pálido.

—Verónica consiguió ubicarlo hace unos días, durante sus vacaciones ella confirmó que era él—.

—Esa es mucha información para procesar—. Seungmin buscaba un lugar para sentarse.

—Deberías ir a verlo, Hyung—. Bin fue el primero que habló.

—Tiene razón, así al menos podemos reunirnos un rato o que sé yo... JYP ya no puede privarte de buscarlo—. Dijo Jisung mientras apoyaba a Bin.

—Igual pensaba buscarlo para que pudiera asistir a la boda de Changbin y yo... Él fue uno de los primeros en darse cuenta y en apoyarnos. Quiero que esté presente—. Changbin asintió mientras apretaba a Félix que estaba sentado sobre su regazo.

—Creo que lo haré... Voy a buscarlo—. Los chicos me miraron con sonrisas radiantes en el rostro.

Estaríamos bien... Podría asegurarlo.

[...]

Los ocho habíamos decidido viajar para distintas razones, unos debían visitar a su familia como Minho, Han que conocería a los familiares de su novio, Seungmin que simplemente quería viajar,  Changbin y Félix arreglar detalles de la boda que tenían a este último con los vellos de punta, IN no quería quedarse solo y un ofendido Hyunjin que planeaba quedarse con él pero el Maknae insistió en venir.

—Todo saldrá bien, Hyung—. Dijo IN mientras me abrazaba.

—Eso espero, eso espero—. Dije correspondiendo el abrazo del más pequeño que aún teniendo veinticuatro años seguía siendo un bebé.

Luego de dirigirnos al hotel y dejar mis pertenencias, tomé una ducha fría para despejarme y dormí un rato mientras se hacía de mañana. Cuando por fin los rayos del sol me levantaron eran las doce en punto.

Tomé un taxi que me dio unas cuantas vueltas hasta llegar al lugar indicado, una escuela de canto y baile que era bastante exitosa en este tiempo. Iba a verlo... Después de cinco años vería a Woojin otra vez...

No tenía idea de como afrontarlo.

Lo siento Chris. (Woochan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora