Capítulo 11.

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Entré al apartamento que compartía con los chicos, era grande así que todos decidimos quedarnos en el mismo. Encontré a mi paso envoltorios de dulces, vasos con jugo a medio tomar, una caja de pizza y la tv prendida. Minho estaba tendido en el sofá con Han recostado sobre él, Seunming al igual que I.N. estaban  sobre una manta tendida en el suelo y Hyunjin estaba en un sofá individual con una manta encima que lo delataba...

Se había dormido mientras hacía un drama, sonreí al pensarlo. Suspiré y a pesar del cansancio, recogí las cosas para luego lavar los platos, con sumo cuidado de no ser escuchado.

—IN, vamos a la cama, ¿Sí?— dije despertando cuidadosamente al Maknae que extendió sus brazos hacia mi.

—Tengo mucho sueño, Channie-Hyung—. Susurró.

—Lo sé, pequeño, ve a la cama—.

Lo guié con pasos lentos hacia la habitación que compartía con Hyunjin, para dejarlo en la cama, lo cubrí con su manta favorita y salí en busca de mis otros miembros.

Han estaba más o menos despierto haciendo formas en el pecho de Minho, batallando por no volver a dormirse.

—Ve a la cama, Han-ah—. Pasó por mi lado únicamente en calcetines.—Han-ah, espera...— Me miró —. Por favor, no olvides lavar tus pies.

Me dedicó una mueca repleta de enojo y se dirigió a la habitación que compartía con Minho, este último solo se levantó y fue tras Han sin necesidad de yo decir nada. Alegando entre susurros que de pronto  sentía frío.

Seungmin no puso mucho impedimento, como si de un robot se tratara se levantó, cepilló sus dientes y fue a la cama. Maldije internamente no recordar a los demás chicos de lavar sus dientes, era una muy mala madre... Reí ante mis pensamientos. 

Recordé por un momento esos días en donde tanto Woojin como yo eramos considerados "los padres de stray kids". Habían sido muy buenos tiempos, tiempos que al menos hoy... No volverían.

—Jinnie-ah—. Dije en un susurro.

—Innie, sabía que no podías estar sin mi mucho tiempo—. Dijo con una sonrisa adormilada en su rostro para mirarme.

Hizo un movimiento brusco, que lo dejó en el suelo con la manta sobre su cabeza. Mientras se revolvía de bajo de ella, rodé los ojos al saber que era sin duda todo un Señor Dramas.

—Ve a la cama, Jinnie—. Quité la sábana de su cara.   Él negó varias veces para hacer un puchero.

—No voy a dormir con ese desalmado de I N hasta que me pida una disculpa—. Fingió sollozos, para cubrir nuevamente su rostro y tirarse al suelo hecho una bolita.

—A la cama, ahora—. Dije con la poca autoridad que tenía sobre él, empezó a patalear y emitir sonidos extraños.

—Está bien—. Se levantó aún con la sábana envuelta y se adentró en su habitación.

Me dirigí a la cocina para hacer un café y espabilar mis sentidos, si bien no tenía sueño, sentía el cansancio que se colaba en todos y cada uno de mis huesos. Puse el agua en una preciosa olla color blanco que uno de los chicos me regaló para mi cumpleaños, creyendo que sería una buena broma sin saber que días antes me debatía si comprar o no una olla nueva, puse unas cucharadas de café en mi taza de frozen.

—Rayos—. Solté cuando el agua hirviendo hizo un poco de contacto con mi piel.

Puse azúcar y me dirigí a la habitación que compartía con Seunming, mientras avanzaba escuché ruidos extraños y todo en mi se puso alerta.

Lo siento Chris. (Woochan).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora