Capitulo 14 - Empiezo a desear

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Narra Miranda

Estaba muy feliz de que por fin podria ver la luz del sol. Estoy segura de que ya estaba amarila como las sabanas de la cama.

Smith fue a hacer la cena y yo me quede acostada, como siempre

- Hey, asquerosa- me interrumpio la voz de Zayn

Alze la miranda y el estaba hay parado, con sabanas en sus manos

- Ten esto, colocalas

- Yo creo que deberia haber alguien que las Coloque por mi- refunfuñé

- ¿Disculpa? - se acerco a mi - ¿es que crees que estas en un hotel?

Me intimide y me escondi en la esquina de la cama, viendolo.

- Mirate, pareces una asquerosa cucaracha a punto de ser aplastada

- Te equivocas - lo rete - no te tengo nada de miedo, imbecil

Alzo la ceja y se acerco aun mas, me tomo de la mano con fuerza e hizo que quedaramos frente a frente y a centrimetos. Estaba muy, pero muy nerviosa. Su mirada me intimida y su expresion inmovil me daba escolofrios

- Deberias tenerme miedo

- Ja, ¿por que?- Rei

- Por que soy capaz de lo que sea, para hacer sufrir a tu padre- se acerco mas.

- ¿Nunca me diras que hizo mal mi papa?

- No, pero conformate con saber que es un mequetrefe

Intente soltarme, mostrando molestia por su comentario, pero el parecia no entender que lo Odiaba y queria que me soltara

No dejaba de mirarme y yo a el tampoco, no queria que viera lo intimidaba que estaba, pero creo que no funcionaba.

- ¿Podrias soltarme? - suplique

- ¿Acaso te incomodo?

- No, pero tu aliento es asqueroso y me mareo

Alzo la ceja y enseguida me arrepenti de decir eso. Zayn me pego bruscamente a el, tomandome por el cabello y me beso. Me beso con fuerza y aunque me resisti al principio, no pude resistirme. Su beso era salvaje, intenso y muy sensual. Sus manos estaban recorriendo mi cuello y luego mi espalda, mientras que las mias se quedaron tocando su lacio cabello.

De pronto me solto y se aparto

- Y dime ¿en serio huele tan mal?- pregunto limpiandose la boca

- ¿Por que me besaste?- dije algo molesta

- Por que lo deseabas... y ahora sabes que te encanta mi aliento- giño el ojo y salio de la habitacion

Maldito, el sabia que su aliento era delicioso y me lo restrego en la cara besandome. Y me habia gustado ese beso, sin duda queria mas de el.

Sindrome de EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora