Capitulo 3- Mi Pesadilla

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Narra Miranda

Cuando desperte, estaba en un auto que iba a muy alta velocidad yo estaba atada de pies y manos, vendada y amordazada. El auto iba por una via rocosa, sentia los golpes en cada hueco que caia. Estaba mareada, me dolia La cabeza, mi respiracion estaba agitada y sentia como las lagrimas bajaban por mi rostro sin poder detenerse.

De pronto se detuvo el auto, senti que abrieron la puerta y alguien bajo del auto. Senti los pasos y note que era una carretera

"Smith abre la puerta" exclamo la voz de un hombre.

Abrieron la puerta y alguien me halo por el brazo, lastimandome. Comenze a ver a todos lados en busca de luz a pesar de que mis ojos estaban vendados. Caminamos al menos 20 minutos, bajo el inclemente sol.

"Detente" - dijo el hombre que supongo se llamaba Smith

"Por favor, dejenme ir" dije entre lagrimas.

"Has silencio, antes que yo mismo te calle"

Senti un escalofrio por todo el cuerpo, su voz era digna de temor habia maldad en ella. Entramos a un sotano, era oscuro y olia a humedad

"Donde Estoy?" - dije a media voz

Nadie contesto. De pronto me sentaron y me ataron de la silla. Estaba realmente asustada, sudando y llorando.

"Smith ve por agua" ordeno el hombre

Estaba temblando, tenia tanto miedo de morir y sin saber por que. Senti sus asperas manos en mi rostro, el retiro la venda de mis ojos y nos encontramos frente a frente. Tenia que ser una broma, pense, este hombre no era normal. Tenia rasgos ARABES y rostro de Dios griego, no habia defectos en sus ojos y su cuerpo era muy atletico. Pero aun asi, inspiraba temor y lo Odiaba por tenerme aqui, en estas condiciones. Mis lagrimas no se hicieron esperar cuando se fue. ¿Quien era ese hombre? ¿Que queria de mi?

Ambos entraron a la habitacion y el señor de al menos 50 años me dio agua. Bebi al menos dos sorbos mientras ambos me veian fijamente

"Dame el numero de tu casa"

Quito la mordaza y yo movi mi mandibula tratando de suavizar el dolor que sentia

"No, no te lo dare"- dije viendolo a los ojos

"No me hagas poner violento, dame el maldito numero"- dijo acercandose a mi

"Has lo que te de la gana"

Solto el telefono violentamente y saco un arma de sus caderas. Me tomo por el cabello y me obligo a verlo a la Cara

"Si sigues con tu Maldita mierda de ser una puta no Tendre ni un grano de compasion y te disparare justo aqui- señalo mi sien- asi que te comportas"

Me solto con brusquedad, haciendo que me doliera la cabeza

"Si te tengo aqui, no es por gusto mucho menos por que me gustes o algo, es por tu dinero"- explico caminando a mi alrededor

"No se de que dinero hablas, te lo juro- dije entre lagrimas- nosotros no tenemos para pagar lo que sea que pides por favor no me hagas esto, secuestra a otra que si pueda pagar, dejame ir te lo suplico" termine mi suplica sin aire

"Terminaste? Ok perfecto... Primero, no te dejare ir por que en definitiva si tienes dinero aunque tal vez no lo sepas y segundo no te espera nada a fuera" - dijo cruzado de brazos

"Si, mis padres, mis amigos, mi prometido"

"Pues lamento tanto dañarte la boda- dijo con ironia- pero no, no te iras ni que ruegues por ello.

Dijo y me dejo sola en la habitacion, mis labios temblaban y mi pecho estaba muy agitado. No entendia por que decia eso, pero alguna razon tendra.

Sindrome de EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora