chapter four ༉‧₊

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👨🏻‍🎤🎸04

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👨🏻‍🎤🎸04. | angel
JADEN HOSSLER

 | angelJADEN HOSSLER

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Toc, toc.

Toco la puerta débilmente, justo en la habitación que Taylor me había indicado, observando nerviosamente la placa de la habitación, mostrándose allí el numero 486.

Y por unos breves instantes espero ahí de pie, intentando no sentirme aún más nervioso de lo que ya estaba, pero justo cuando la puerta fue abierta y la vi, mis nervios fueron solo aumentando.

—Hey. —saludó ella con una sonrisa encantadora, sonrisa que me contagió. Después de todo ella no se mostraba incómoda y eso solo me calmo, lo menos que quería era hacerla sentir presionada, aunque pensándolo bien, eso ya lo había hecho al obligarla a decir si a mi petición en la playa.

—Hola. —dije anodadado por ella, siéndome inevitable una vez más recorrerla con la mirada, percatándome de que aquel vestido azul celeste que llevaba era mucho mejor que mi conjunto. —Que linda. —logré articular aún anodadado, ahora mismo era como si tuviera a un ángel frente a mi.

—Gracias. —respondió, intentando esconder su leve sonrojo al girar su rostro había otro lado. —Tu no te quedas atrás. —bromeó recorriéndome con la mirada.

—Ja, esto ea mi mejor conjunto. —brome de regreso y ella rio abiertamente. —¿Vamos? —pregunte y Taylor asintió, cerrando la puerta de su habitación tras suyo, y así juntos nos dirigimos hacia el ascensor. Este no tardo en llegar, por lo que en menos de diez minutos ya estábamos en el restaurante del hotel.

—¿Mesa para dos? —inquirio el camarero al vernos llegar a la recepción del restaurante y ambos asentimos, dándole a entender que así era. —Por aquí, por favor. —indicó y nosotros lo seguimos, llevándonos hacia una de las tantas mesas en el centro.

—Permíteme. —me adelante antes de que Taylor pudiera tomar asiento, para así ayudarla a tomar asiento.

—Wow, me sorprende lo caballeroso. —comentó con cierta impresión.

—Lo caballeroso solo es contigo. —brome a la vez que tomaba asiento frente a ella, logrando que Taylor riera una vez más.

—Hablemos sobre ti, ¿porque venirte a las Bahamas? —optó por desviar el tema, pasando por un lado mi coqueteo con ella.

Por unos breves momentos guardo silencio, intentando pensar en cómo sería la mejor manera de comentar mi descanso por todo el odio que recibía gracias a mi última relación.

—Mhm, pues en realidad es curioso. —optó por comenzar así, siendo notorio el nerviosismo en mi voz. —Mi última relación no terminó nada bien, y tanto ella como yo nos dedicamos a esto de redes sociales. —tras una breve pausa continuó. —Mi ex pareja decidió por mentir sobre una supuesta infidelidad hacia el mundo y.. —Taylor se encargo de interrumpirme.

—Y escapaste. —dijo.

—Algo así, después de eso miles de comentarios de odio llegaron y en busca de un descanso, mis amigos terminaron por arrastrarme hasta Bahamas. —complete.

—Wow, no esperaba eso. —comentó un tanto confundida y asombrada.

—¿Tu, porque viniste? —ahora fue mi turno de preguntar.

—¿Sabes lo que son las vacaciones? —inquirio casi en susurro, como si aquel tema fuera prohibido, sabiendo perfectamente que ella bromeaba.

—No, ¿debería saberlo? —seguí el juego, hablando de igual manera en susurro.

—De hecho si, ahora me quedo claro que eres un tarado. —completo. —Un imbecil. —sonrió de extremo a extremo.

Después de todo esta cita no sería tan incomoda, y hasta ahora la conversación había fluido bastante bien, permitiéndome conocer a ella en una forma agradable y no por más accidentes.

—Oye, ni se te ocurra tirarme tu bebida encima una vez más. —amenazo con su cuchara en mano.

—¿Y que harás, me asesinatos con una cuchara? —dije con cierta diversión hacia lo decidida que se mostraba.

—Jamás subestimes a una cuchara, Jaden. —optó por decir, llevando una vez más un pedazo de helado de vainilla hacia su boca, sonriendo débilmente como cualquier niña pequeña que era feliz con un simple postre.

Y fue ahí cuando me percaté que no todo era polémicas y malos sabores de boca en el amor, que no todos eran iguales, que existían veces en las que nuevas personas llegaban a tu vida y te mostraban lo bueno. Esta vez fue ella que con una simple sonrisa con rastro de manchas de helado, podías enamorarte perdidamente. Que los ángeles existían, y que yo recién me había enamorado de uno.

 Que los ángeles existían, y que yo recién me había enamorado de uno

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*Llora por una pareja inexistente* cachenme queriendo casarlos

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*Llora por una pareja inexistente* cachenme queriendo casarlos

(✓) 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 •˖* Jaden HosslerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora