𝐀║ ❝¿Quien dijo que enamorarse resulta fácil? ¿Quien dijo que enamorarse de una desconocida era fácil? Y peor aún cuando se trata de una súper modelo. ❞
『En donde Jaden conoce a una chica por accidente sin tener la mínima idea de quien se trataba...
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👨🏻🎤🎸07. | phone number JADEN HOSSLER
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Confusión. Esta me golpea como un balde de agua fría cuando recién despierto en la habitación sin su compañía.
¡Joder! Ella de había marchado sin siquiera haberse despedido. ¿Porque lo había hecho? ¿Por que después de la increíble noche que habíamos pasado juntos? ¿Quizás había hecho algo malo y por eso se había marchado?
Millones de preguntas me golpearon en ese instante, debatiéndome por mil y un razones de las cuales Taylor ya no estaba aquí.
—Joder. —murmure para mi mismo, volviendo a dejar caer mi cuerpo atrás sobre la almohada, cerrando mis ojos en un intento de relajarme e intentar recordar una vez más la noche anterior.
Consiguiendo en mi mente y recuerdos la imagen de Taylor con su sonrisa y radiantes ojos. ¡Joder! ¿Tan hipnotizado podía estar por ella? ¿Pero como no estarlo? Ella era un ángel.
Aún con mi sonrisa en rostro por los recuerdos de anoche, giro sobre la cama en un intento de buscar una mejor postura para volver a conseguir el sueño, notando en aquel momento la nota que se encontraba al otro lado de la cama, e inmediatamente, al sentir interés y emoción me incorporo rápidamente y tomo de esta.
Solo me demoro un segundo abro de esta nota, y aún algo adormilado, leo de lo que decía esta, notando como los trazos habían sido escritos con tal rapidez pero a la vez siendo precisa y entendible la letra.
"En otra vida, yo sería tu chica." -Taylor.
¿A que se refería con eso? ¿Porque decía eso? ¿Por que en otra y no en esta?
Y fue allí cuando me percaté de aquello, ella probablemente aún no se marchaba y solo había ido a su habitación a terminar de empacar sus pertenencias, tal y como lo había dicho la noche anterior que aún faltaba por empacar algunas cosas.
No me demoro un segundo más y salgo de la cama a toda prisa, colocándome con tal rapidez mi camiseta de la noche anterior y los primeros pares de tenis que note en el piso de la habitación. Y así salgo corriendo, corro sin importarme nada hasta lograr subir dos pisos de escaleras e ir en busca del número de su habitación.
Toc, toc.
Dos débiles golpes en la puerta y espero pacientemente a que esta de abriera pero no fue así, tres golpes, cuatro e incluso cinco y la puerta seguía sin abrir.
¡Joder! Ella no se podía haber marchado, no sin despedirse o siquiera otorgarme su número telefónico, percatándome en aquel momento que lo único que conocía a la perfección de ella era su nombre y en que ciudad vivía, fuera de eso no tenía una sola pista más.
—Carajo. —suspiro con cansancio, golpeando mi frente contra la puerta débilmente, sin sentir algún dolor alguno. —Solo esto debe de estar pasándome a mi. —murmure agotado.
Y así lo era, solo aquello me ocurría a mi. Comenzaba a creer que toda la mala suerte estaba de mi lado y que ni en un solo momento se me permitía conservar lo que en verdad me hacía feliz.
—Genial, Jaden. —festejó para mi mismo con tal tono de sarcasmos. —Probablemente eres el único idiota que se olvida de pedir el número telefónico a aquella chica de la que te enamoraste.
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