(✓) 𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 •˖* Jaden Hossler

chapter twelve ༉‧₊

👨🏻‍🎤🎸12. | the best we have
JADEN HOSSLER

1/2.

Taylor condujo hacia una zona residencial bastante lujosos, sorprendiéndome aún más el hecho de que aparcara justo en frente de uno de los edificios más llamativos de la zona. Ella no se demoró un segundo más en bajar del auto y un tanto dudoso yo igual copie sus acciones, asesorándome de bajar mi única maleta y seguirla dentro del edifico.

Ya en recepción uno de los encargados pasó a llevarse el auto de Taylor, supuse que lo llevaría hacia el estacionamiento subterráneo que tenía este y sin articular una sola palabra más continuo siguiéndola por toda la recepción.

—¿Por que tan callado? —bromeó sonrientemente ya dentro del ascensor, un tanto nervioso por su presencia le devuelvo la sonrisa.

¿Por que debía de estar enviado? Yo a ella ya la conocía y no éramos ningún desconocido. ¿Era por el hecho de vivir con ella por este tiempo? ¿Por aquello me encontraba nervioso?

Pronto salí de mis pensamientos cuando las puertas del ascensor fueron abiertas y así el enorme penthouse frente a mi me dejó anonadado, especialmente lo enorme que este era y sin duda alguna por la increíble vista que este contaba de toda la ciudad de New York.

—¡Tate! —gritó ella y nuevamente su voz se robó toda mi atención, observando con cierta emoción la escena frente a mi.

Taylor de rodillas sobre el suelo con una sonrisa más que enorme, abaratando fuertemente a aquel perro de raza medía peludo, que al igual que ella, se notaba lo feliz que estaba.

—¿Así que este es el famoso Tate? —me adelante a preguntar, arrodillándome frente suyo y del pequeño y tierno perro.

—Así es, el es mi perro-hijo. —bromeó y con ellos logró arrebatarme una sonora risa.

Horas más tarde, cuando la noche ya había caído en la ciudad y el frío comenzaba, yo me encontraba frente a la cocina con una mueca de clara confusión en el rostro al intentar cocinar, teniendo aún en cuenta que aquello era casi inútil al yo no tener la menor idea de lo que intentaba hacer.

—¿Jaden? —escuchó cómo llaman mi nombre a mis espaldas y rápidamente giro. —¿Pero qué haces? —se adelantó a preguntar Taylor con cierta confusión y rastro de diversión en su voz y rostro.

—Mhm.. cocinar. —confesé nervioso. —Pero no creo que esté funcionando. —me atreví a sincerarme y ella sin poderlo evitarlo rio.

—No era necesario. —dijo a la vez que se acercaba hacia donde yo estaba, dirigiendo su mirada hacia los ingredientes.

—Pero yo quería hacerlo, como una obra de dar gracias. —dije y su mirada nuevamente volvió hacia mi, logrando notar por la cercanía que en sus mejillas y leve sonrojo aparecía.

Rápidamente ella desvía su mirada de vuelta a los ingredientes y con una delicada pero notoria sonrisa, comenzó a hacer de lo que yo anteriormente intentaba hacer.

Agradezco que Taylor se habría encargado de hacer la cena por que si hubiera sido de mi parte la cocina y el resto del penthouse hubieran terminado en completa ceniza.

—Supongo que no quedó tan mal. —bromeó ella una vez ya sentados en la enorme barra.

—Supongo que si. —reí y al igual que yo ella también lo hizo, notando en aquel momento que probablemente esté tiempo que pasaríamos juntos no sería el peor y probablemente podría ser el mejor que tengamos.