En las afueras de The Noose, en un lejano internado,
un grupo de elitistas tenía su legado.Las niñas felices siempre cantaban
melodías que nunca nadie ataba.Un encuentro fortuito fue el convenio
para dos chicos predestinados al amor eterno.Sentenciados para siempre a sus sonrisas,
los días pasaban como una cálida brisa.Fue un día en que todo se dio abasto,
él y ella, con un beso, sellaron su acto.«Enamorados y predestinados» todos le decían;
cuando cumplieron dieciséis, una antigua leyenda comenzó su agonía.Sectarios inmundos tenían un acuerdo
con un demonio hambriento que nunca fue honesto.Las invitaciones estaban hechas y El Padre del internado abrió sus puertas,
hombres y estudiantes con capas rojas entraron a cuestas.De élites y con una invitación,
buscaban al elegido, aquel que sería su cascaron.Un ritual enfermizo paralizó a la audiencia,
las velas se apagaron y el cáliz perdió su esencia.El silencio reinó por un segundo,
entonces, El Padre decretó al obtuso.Era el enamorado del que todos hablaban:
la suerte se esfumó como fuego en el agua.
Un grito ahogado se escuchó en entre el rojo ardiente,
era ella, su amada, que miraba a todos con expresión displicente.«¿No puede uno de ustedes ser el elegido?
¿Acaso no ven que solo somos niños?».El silencio retornó de forma violenta,
pero una voz quebrada los puso en alerta:
«¿Quieres reemplazarlo, querida?
Ven, acércate, no seas tímida».La chica avanzó entre los capas rojas,
un adictivo aroma surgió entre las rosas.Frente a frente de su amado, el elegido,
comprobó que el chico solo estaba dormido.Sentado en una silla rodeada de espigas,
el lugar donde se encontraba el chico la inundó de intriga.Se sentó a su lado y palpó su corazón,
fue entonces, que todo se tornó como en una ilusión.El calor amasaba sus pensamientos,
comprender dónde se encontraba fue violento.Gritos y llantos abundaban allí,
una música extraña sonó justo ahí.Continuó vagando entre la oscuridad y la bruma,
todo quedó en silencio, un parque la saludó entre las sombras.Era el reinado de Rehon, el demonio.
Allí, sediento de sangre, estaba su arroyo.Un choque eléctrico le dio la bienvenida,
personas horrendas marcaron su embestida.Corrió entre el óxido, la podredumbre y la confusión.
«¿A dónde vas?», preguntaron. «Recién comienza la función».Un hombre alto, delgado y de piel oscura
esbozaba una sonrisa que dejó un rastro de amargura.«Oh, ya entiendo, vienes a buscar a tu novio.
Qué oportuna eres, mocosa, él todavía está sobrio».Rehon usaba a cada elegido,
eran moldes en los que él hacía su nido.Ocupaba sus cuerpos para vivir en la tierra,
hasta que estos no aguantaban su mundo en guerra.O eso creyó la asustada chica,
que al ver al demonio perdió la fatiga.«Tómame a mí para vivir en tormento»,
sugirió la chica y sentenció su entierro.Rehon rio con todas sus fuerzas
Y, cuando menos lo esperó, las puertas estaban abiertas.Una mansión llena de lujos estaba al frente,
cuadros, candelabros, cada cosa le pareció hiriente.
Escenas macabras de torturas y de muertes sangrientas
parecía ser la decoración favorita del demonio sin tregua.«Tu chico está en el otro cuarto,
aunque yo no te sugiero que lo observes tanto.
Tomará tu salvación a cambio de tu entierro.
Adelante, cariño, las damas pasan primero».Entró la joven a una sala dispuesta
para todos los seres faltos de defensa.Entonces, en la soledad y el consumismo del calor,
comprendió que Rehon era un demonio traidor.
No buscaba al elegido para apoderarse de su cuerpo,
lo hacía para buscar a la amada que perdió hace tiempo.Mataba al amor de forma directa,
y rememoraba el instante en que su herida fue abierta.Condenada la chica estaba para toda su vida,
y así, junto a Rehon, la eternidad pasaría.
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Cuando Norwick Hill vistió de rojo
Mystery / ThrillerSkyler Basilich lleva cuatro días desaparecida. Carteles con su rostro están por todos los rincones de Norwick Hill. La policía cree que escapó y no permite darla como persona desaparecida. Su padre, ante la negativa de las autoridades, decide busca...