La reconstrucción de una isla hecha añicos

10 1 0
                                    


Destruir Melien no había sido tan difícil como reconstruirla. 

Tuvieron que transcurrir tres largos años antes de que las ciudades que una vez estuvieron en ruinas volvieran a recuperar, al menos un poco, del esplendor que gozaban antes de que el cielo escupiera bombas y los humanos comenzaran a enfrentarse los unos a los otros hasta teñir las tierras de rojo con su sangre.

Y aunque los edificios, calles y casas volvieron a renacer no eran lo mismo, la arquitectura era distinta, los diseños igual, incluso los colores. Todo en el entorno anunciaba cambio.

Con el nuevo gobierno cambiaron muchas cosas, toda Melien cambió.

Los líderes rebeldes no acapararon todo el poder, las elecciones para elegir al presidente de la isla y a los demás ocupantes de los puestos del gabinete fueron decididos por medio de elecciones, aún así los líderes fueron reconocidos como héroes, fueron aclamados y conservaron un privilegio que les permitió vivir cómodamente a la par que podían interferir y tomar parte de algunas decisiones gubernamentales.

La familia Suredal en especial logró ganarse no solo el favor de varios gobernantes y países extranjeros, sino que también conquistó el cariño del pueblo meliniano, los ciudadanos trataban a los miembros de la familia como si fueran dioses y ellos no tardaron en creerse aquello.

Era una nueva era, las antiguas familias habían caído, los clanes que antes acaparaban el poder y los privilegios se habían desvanecido, ahora tocaba el turno a las siguiente generaciones de tomar el poder.

Con el apoyo del pueblo de su lado, los Suredal adquirieron más y más importancia, decidiendo así como se repartirían las tierras, tomando ellos las que anteriormente pertenecían al clan Nevor. Luego invirtieron en la construcción de viviendas para la ciudadanía dejando las suyas al final, las cuales terminaron siendo rascacielos tan elegantes y ostentosos que daba dolor de solo verlos. 

Pero a pesar de la diferencia nadie les dijo o les reclamó nada. 

Eran héroes, lo merecían.... O eso querían creer.

Los países que se habían mantenido sin hacer nada durante los años que duró la guerra mandaron de inmediato apoyo cuando se enteraron que esta finalmente había llegado a su fin. Haciendo honor a su tratado de acatarse al bando vencedor no se opusieron a los rebeldes y tampoco les recriminaron nada, y, al no estar enterados de los sucesos reales durante la batalla pasaron por alto los innumerables crímenes de guerra que habían cometido.

Gracias a eso los líderes rebeldes pudieron manipular a su antojo lo ocurrido a lo largo de esa década, tacharon a los dones letales de ser seres inhumanos, groseros, ingratos y sanguinarios, gente que durante la guerra usaba a los presos que capturaban para fines perversos cuando la verdad era todo lo contrario. También mencionaron acerca de la mala reputación de los clanes, recalcando sobre todo en los Nevor, los cuales quedaron sellados de por vida como criminales sin corazón.

Hicieron también que algunos hechos cambiaran a su favor, pusieron a los suyos como héroes, e idolatraron de más al titán de caza y a su hija, la historia que real no sería enseñada en ningún colegio en los años venideros, ni siquiera habría quien la mencionara, en vez de eso se daría a conocer una versión fantasiosa que rayaba lo estúpido.

Incluso el nombre de Camelia y las hazañas de la misma se vieron afectadas con los cambios, le rebajaron logros, le quitaron otros más, a penas y la mencionaban... Su existencia y su nombre dejó de ser relevante, era algo que, en términos de los líderes, no merecía la pena recordar ni ser aprendido por lo jóvenes.

Las mentes de los infantes solo debían de tener espacio para los nombres de los líderes rebeldes, para el nombre de Zelda, Valeska y Henry. De ahí en fuera los demás no eran más que extras innecesarios que no tuvieron voz.

Otra cosa que se ocultó del mundo fue la verdad detrás de Robert Nevor, nadie dijo palabra alguna acerca de que aquel hombre no había sido encontrado y que, probablemente siguiera vivo, cosa que se confirmó a los dos años del final de la guerra.

Su presencia fue un recordatorio, una amenaza sutil, una que los líderes tomaron muy enserio pero dudaron al actuar, y cuando lo hicieron ya era tarde, Robert había vuelto a desaparecer.

Allí Zelda y Benjamín dieron comienzo a su proyecto de crear organizaciones privadas de asesinas. 

Primero fue solo una base, luego fueron dos, y al poco tiempo ya eran cuatro, después de unos meses Valeska igual creó la suya y comenzó a dirigirla personalmente.

Después de cuatro años de ir reconstruyendo Melien de poco a poco la ciudad y sus alrededores ya se veían presentables, las calles estaban pavimentadas, todas, las casas pintadas y terminadas. En los parques comenzaban a crecer árboles frutales, las fuentes y los ríos arrastraban agua cristalina junto a diminutos peces de colores vivos.

Los mercados, locales y comercios se abarrotaban de gente desde el alba hasta el ocaso, las escuelas abrían sus puertas para dar la bienvenida a todos los niños de las áreas cercanas, los puertos abrieron para comenzar los viajes y comercios internacionales, la aerolíneas dieron sus primeros vuelos. 

Parecía que todo volvía a marchar sobre ruedas.

No pasó mucho para que la isla recuperará parte de su vieja gloria y una vez más comenzara a volverse una potencia que no tardaría en rebasar o quedar a la par que las otras. 

De inmediato los líderes extranjeros establecieron relaciones con Melien, no querían perder oportunidad de ganar el favor de el gobierno de la isla, los intercambios comenzaron y con ello nuevos tratados. 

En esos tiempos no le fue difícil a la UESI conseguir el permiso de diversos países de trabajar en sus territorios con el fin de erradicar todo el mal que allí se encontraba, la eficacia de la organización aún dejaba mucho que desear pero con los años ese potencial que comenzó como una pequeña chispa se avivaría hasta terminar incendiando todo a su alrededor.

Lady C. "Orígenes" (Precuela de Nevor Experimento Raven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora