La pequeña bajo la lluvia

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*Siete años luego de la guerra de Melien


Camelia caminaba tranquila sobre la banqueta, sus pasos a pesar de ser tranquilos y livianos emitían un ligero chapoteo a la hora de rozar con el agua amontonada en charcos sobre el pavimento luego de que una repentina tormenta azotase el lugar.

Llevaba bastante tiempo recorriendo la ciudad en busca de aquella niña que sería clave para sus jugadas futuras pero hasta ahora no había tenido suerte de topársela, con lo único con lo que se había encontrado en los últimos tres días eran con perros callejeros, vagabundos y alguna celebridad que alardeaba y atraía tantos reporteros como moscas.

El clima tampoco ayudaba, amaba la lluvia y lo fresco pero para nada le apetecía pescar un resfriado por andar bajo esas condiciones por más tiempo del recomendado, ahora por ejemplo su ropa estaba chorreando de agua gracias a que su paraguas se había vuelto inservible al chocar contra un letrero que anunciaba un restaurant.

Sin embargo aún no estaba dispuesta a darse por vencida, si algo tenía Camelia era la persistencia, podía tardar mucho pero seguiría adelante sin importar qué.

Y así lo hizo hasta que se topó con el inicio de la zona más carente de Odra, el continente era bastante rico en sus ciudades pero estas igual gozaban de zonas con demasiadas necesidades y carencias económicas que, a pesar de los años y el cambio de gobierno, no habían mejorado ni recibido ayuda en lo absoluto.

Aquella escena era lamentable, daba lástima y pena. Si en Melien habían sectores y barrios carentes aquí serían ricos sin duda, al menos en su isla natal todas las casas contaban con los servicios básicos y eran construidas con material firme. En Odra no se encontraba ni lo primero ni lo segundo. 

Odra era ampliamente conocido por sus campos amplios, sus valles y sus arroyos vírgenes de aguas cristalinas, pero tal parecía que la gente del campo prefería cuidar eso que a sí mismos, y la gente de la ciudad se preocupaba más por generar dinero para sus propios intereses que para apoyar a sus sectores pobres.

Camelia reanudó su andar luego de tomarse un par de minutos para similar la devastación que causaba ver aquel seco paisaje. 

Parecía sacado de alguna de esas películas pos apocalípticas, donde luego de X desastre o tragedia la población se encontraba en ruinas. Eso era exactamente lo que eran las viviendas frente a ella... Ruinas.

Por unos momentos el panorama de la guerra de Melien se le vino a la cabeza y se asustó del parecido que había entre ambas escenas, solo que en Odra no había habido guerra, todo era causado por humanos destruyendo a otros humanos con el afán de alcanzar el poder.

Las calles pasaban de ser pavimento a escombros molidos con tierra y lodo, las casa, si es que podía llamarse así a las construcciones casi destruidas a cada lado del camino, se encontraban en pésimas condiciones, las partes de madera albergaban roedores y polillas que debilitaban la estructura desde el interior, las láminas de los techos estaban tan oxidadas y llenas de agujeros que con la lluvia no había mucha diferencia entre estar adentro o afuera. 

La gente miraba a Camelia conforme esta pasaba, aquellas pobres almas ni siquiera tenían algo con lo que cubrirse, sus pieles desnudas reflejaban cicatrices viejas y nuevas, costras de mugre, sangre, pus... 

Camelia dejó de mirar, era desagradable.

Antes no estaba decidida a rendirse pero ahora veía la opción bastante tentadora. Aquel fúnebre panorama traía consigo viejos recuerdos que le seguían doliendo, odiaba recordar, odiaba necesitar estar allí.

Lady C. "Orígenes" (Precuela de Nevor Experimento Raven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora