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EN CASA

Bakugo llegó muy rápido a casa, estacionó el auto, y se dispuso a entrar.

Cuando entró esta tenía todos las luces apagadas, no había ruido, así que empezó a llamar a kirishima pero nadie contestaba – (¿ Y si no está?, ¿Y si se fue?, ¿A donde irá a esta hora?) – el peliamarillo saco su teléfono y empezó a marcarle.

Se alegró al escuchar el móvil de kirishima soñar en su cuarto, pero su felicidad no duró mucho, ya que al llegar al cuarto donde ellos habían dormido, había una maleta y kirishima se encontraba poniendo toda su ropa en ella.

Bakugo: Kirishima ¿que demonios crees qué haces? – se acercó y empezó a sacar la ropa de su amado de la maleta, pero este no le decía nada y seguía metiendo más ropa – ¡Kirishima! ¿Que crees que estás haciendo? – no hubo respuesta – ¡Kirishima!, ¡Respóndeme! – se acercó a este y lo abrazó de la espalda y kirishima se quedó quieto.

Bakugo no lo quería soltar, ya que esto le recordaba aquella vez que discutieron en la U.A. y kirishima le dejo de hablar, ¿que haría si kirishima se aleja de él?.

Bakugo fue sacado de sus pensamientos cuando kirishima se soltó de sus brazos y bajo su maleta dispuesto a irse, bakugo al ver su espalda empezó a recordar cuando el pelirrojo lo ignoró y pasó de largo.

Bakugo empezó a llorar, él era fuerte y testarudo, pero el amaba a kirishima más que nada, y había pruebas de eso, no quería que se fuera.

Bakugo: Eijiro, N-no te va-vallas – si, bakugo estaba llorando, pero había algo más que kirishima noto, no lloraba como siempre, ahora lloraba como un niño chiquito – ¡N-no me de-dejes!, ¡E-Eijiro yo te a-amo!, ¡No te v-vallas!.

Bakugo se encontraba en el suelo llorando y podrán decir que kirishima es tonto, pero el ama a bakugo y no le gusta verlo llorar, y menos cuando se ve tan destrozado.

Kirishima dejó su maleta y se apresuró a donde estaba Bakugo y cuando Kirishima se acercó Bakugo lo jalo y se aferró a él sin querer soltarlo.

Kirishima: Bakugo necesito que me sueltes – dijo el pelirrojo intentando párese, iría a buscar agua para que bakugo se calmara –.

Bakugo: Si te suelto te vas a ir – decía Bakugo entre hipo y lágrima –.

Kirishima: No me voy a ir, solo iré por agua para que te calmes – dijo el pelirrojo –.

Bakugo: ¡N-No!, Cuando bajes te vas a ir – apretando más el agarre –.

Kirishima: Blasty el agua está alado de la cama, solo me parare y te la traeré.

Pero el rubio no hacía caso, al contrario se aferraba más, kirishima se paró trayendo a bakugo con el, él segundo enrollo sus piernas en la cintura del pelirrojo mientras sus brazos se encontraban enrollados en el cuello él mencionado.

Kirishima sirvió un vaso de agua y se sentó en la cama, poniendo a bakugo en sus piernas, este no lo soltaba.

Kirishima: Bakugo ... – no pudo terminar de hablar cuando bakugo empezó a llorar de nuevo – ¿Que sucede?

Mi Querido OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora