Intenté prender el choque pero sus gorilas lograron abrir la puerta y sacarme del auto.
—Que mal educado—dijo Michele en tono burlón —¿Que necesitas?—pregunte tratando de mantener la cordura —Deja a Hayley, no la busques, esta muerta para ti.—tomó un arma apuntando a mi cabeza —¿Que le haz hecho? ¿La tocaste?—no me importó que me estuviera amenazando mantenía mi postura —Jamás le he hecho daño, estoy dispuesto a conquistarla—respondió —Vaya manera, secuestrando todos nos enamoramos , ¿no?—golpeó mi cara con su puño —Ya no es tan divertido, ¿no?—comenzó a reír en mi cara— Denle un recuerdo para que no vuelva a pasar por mi casa..
Dicho esto sus hombres comenzaron a golpearme, eran 5 contra mi.
Michele
Sería la única forma que dejará en paz a Hayley y la olvidará para siempre. Sonó mi teléfono sacándome de mis pensamientos —Hola, Mario— —Michele, tenemos un problema—respondió —¿Que pasa?— —Creo que Hayley está enferma, se ha desmayado— —Mierda!—
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Hayley
No estábamos haciendo nada malo, debía comportarme. Stefan estaba realmente nervioso
—Si, el me dijo que podía pasearme por la casa—me sentí muy nerviosa ya que estábamos demasiado cerca cuando llego—Yo..
Stefan
No entendía que pasaba, Hayley se desmayó de repente. Me sentí bastante nervioso, ¿que tenía?
—Mierda, ayúdame Stefan—la tome en brazos y la llevamos hasta la habitación —¿Que habrá pasado?—pregunte a Mario —No lo sé, quédate con ella. Hablaré con Michele —acenti con la cabeza
Mario se fue y no podía dejar de admirarla era tan hermosa, acariciaba su cabello. Sus labios..
—Stefan..—susurró—
—Tranquila, toma aire. Aquí estoy—acariciaba su frente cuando. —¿Que mierda haces? Aléjate de ella—Michele siempre tan amable, me iba a alejar pero Hayley tomo mi mano.. —No te vayas—la mirada de Michele era muy fuerte, si las miradas mataran ya estuviera dos metros bajo tierra. Hayley miró a Michele, el suspiro.. —Que se quede, en fin—entro un médico con todos sus aparatos—¿puede revisarla? Dicho esto se puso a analizar a Hayley, yo la miraba desde el sillón en la habitación principal de Michele. Jamás había estado ahí, tenía un cuadro gigante de él con un tigre. Raro. —¿Cuanto tienes sin comer?—pregunto el médico —Come todos los días es absurdo—contesto Michele.—¿no?— —Yo.. tengo desde que llegue sin comer—contesto bajando la mirada —Una semana sin comer.. ¿es en serio?!—Michele está alterado tocándose la cabeza— ¿Por qué?, han preparado tus platillos favoritos —No quería comer, ve como eres!—dicho se fue corriendo y se encerró en el vestidor —Vete Stefan—musitó Michele, no dije más y salí.
Michele
Toque la puerta del vestidor pero no atendía Hayley. —No se que te pasa, entiendo que me odies y me quieras lejos. Pero tu salud es más importante que toda esta mierda—el dr se había retirado dejándome vitaminas, asentí dándole las gracias— Apartir de hoy me quedaré contigo en cada comida e inspeccionaré que comas todo lo qué hay el el plato—me iba a retirar pero abrió la puerta —No te importo, ¿por que harías eso?—la tome del mentón acercándonos —Estas loca, pongo en riesgo la integridad de mi familia por ti—susurre en sus labios —Eres un imbecil, a ti nadie te importa—me miro con repudio —Esa es mi maldición. Me importas tú—
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Damon
Me dejaron golpeado como un perro abandonado en el estacionamiento, malditos. Haré todo lo posible para sacar a Hayley de esa casa
—Damon—una voz femenina—Demonios! ¿Estas bien?—era Carla una vieja amiga del instituto —Si.. —dije tocándome el labio reventado —Maldita sea, ¿quien te hizo eso?—pregunto —Unos idiotas querían asaltarme—mentí— no es nada. De verdad —Vi a Hayley hace unas horas— —¿que? ¿En serio? ¿Donde?—tome su brazo —Estaba con un hombre italiano, tatuado, con barba—respondió algo preocupada —Maldita sea, Michele Morrone..— —¿Michele? ¿El hombre más millonario de Italia?—pregunto algo interesada —Si.. ¿lo conoces?—mi mirada se clavo en ella, debía saber si mentía o no —No.. pero lo conoceré.